Ensayo "De La Soledad" De Montaigne

En su obra “Ensayos” Michel Eyquem de Montaigne hace referencia al tema de la soledad. Su forma de abarcarlo es bastante especial, ya que da a entender desde un comienzo que no hay nada peor que las relaciones con las personas. Empieza mostrando la diferencia entre vivir activa y pasivamente. La primera consiste en vivir en sociedad, generalmente en función del bien común y la segunda implica dejarse estar, dejar que las cosas pasen sin hacer nada al respecto, es decir, vivir por uno mismo.

El autor tiene la opinión de que lo que más nos mueve siempre es el beneficio personal, muy pocas veces uno se siente con la necesidad de ayudar a los demás. De hecho, lo que más motivaría a la soledad son la ambición y el egoísmo, como una forma de aprovecharse de la gente mientras menos cercanos sean a uno.

El contagio también es peligroso, en el sentido de que existe la posibilidad de que a uno lo identifiquen por la gente con la que se junta la mayor parte del tiempo, aunque estos no sean parecidos a uno. Se aísla para que la mala reputación de los que lo acompañan no se le atribuya a él también, porque, lamentablemente, la compañía afecta el juicio que tienen otras personas de uno, por eso prefiere siempre la soledad.

Además plantea que la soledad física no es total, es necesario y sumamente importante desprenderse de todo, tanto de lo material como de lo espiritual. Irse a otro lugar con la intención de lograrlo es insensato, ya que más que abandonar los problemas, está llevándolos consigo a donde sea que vaya. Entonces, ¿cómo se puede ser realmente solitario?

Lo principal es ser dueño de uno mismo, ser capaz de saber quién soy sin la intervención de terceros, solo con la opinión personal. No es imprescindible aislarse para llegar a tener este tipo de soledad interior, simplemente hay que ser independientes de todo lo externo. No se debe hacer depender la voluntad personal de estos nexos, solo así se puede ser solitario en cualquier circunstancia, sin aferrarse a nada ni nadie.

Montaigne critica la falsa soledad, que consiste en buscarla como estrategia de ambición, poder y reputación, como es el caso de Plinio y Cicerón. Quienes se alejaron aparentando que buscaban la tan ansiada soledad, sin embargo, su fin principal era mantenerse distantes para conseguir renombre. No estaban totalmente comprometidos con la quietud que era necesaria para ello, físicamente estaban fuera de la sociedad, pero su mente y su motivación de fondo estaban más atadas que nunca. Esta filosofía es totalmente opuesta a la planteada por Montaigne, ya que buscar la aprobación y admiración ajena es excluyente del ejercicio del recogimiento interno que tanto anhela el autor.

También afirma que la mayor parte de las cosas que hacemos en el día a día y la forma en que tomamos nuestras decisiones cotidianas, son para cumplir y satisfacer intereses ajenos, dice que no tienen nada que ver con el crecimiento personal. Su consejo

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