Ensayo Del Libro Espuma De Los Dias

Cuando me encuentro una muestra de literatura fantástica fresca y desenvuelta como esta, sin los lastres de las convenciones propias de un género que parece necesitar con desesperación de lo sobrenatural para sobrevivir, y que más que literatura fantástica parece literatura de otro mundo, las sensaciones que me quedan son tan agradables que quiero más y más y más de lo mismo. Es lo que me ocurre cuando me veo ante el Boris Vian de LA HIERBA ROJA, EL OTOÑO EN PEKIN, o esta LA ESPUMA DE LOS DÍAS.

Siendo, como es, un autor ciertamente descuidado y en muchas ocasiones sencillamente malo, consigue sin embargo toda una serie de registros que van desde lo descarnado hasta lo sutilmente esteticista sin aparentemente mayor esfuerzo. El salvaje Vian de ESCUPIRE SOBRE VUESTRA TUMBA o CON LAS MUJERES NO HAY MANERA no tiene nada que ver con el reflexivo de LA HIERBA ROJA o el tierno y emotivo de LA ESPUMA DE LOS DIAS. Sigue siendo el mismo Vian capaz de lo más salvaje, pero que al tiempo resulta también capaz de lo más conmovedor.

El universo, sociedad, que no se como llamarlo muy bien, donde se desarrolla LA ESPUMA DE LOS DÍAS es un mundo idéntico en muchos aspectos al nuestro, pero línea a línea Vian va construyendo detalles que acaban convirtiéndolo en un lugar donde las convenciones sociales son distintas, la naturaleza funciona de una forma extraña e incomprensible y las gentes que lo pueblan se mueven entre el sadismo inconsciente y la más absoluta ingenuidad.

En esencia trata de la historia de amor entre Colin y Chloé, de la historia de amor entre Chick, amigo de Colin, y Alise, amiga de Chloé, la historia del coleccionismo compulsivo de Chick con las obras de Jean-Sol Partre, y historia de lealtad y abnegación para con Colin y Chloé del cocinero Nicolás. Son todos ellos, excepto el maniático Chick, personajes que viven una existencia plácida y sumergida en un encanto levemente decadente, en la que el trabajo es una entelequia y todo marcha apaciblemente y la existencia es un continuo ir y venir de fiestas y cortos y entretenidos viajes.

Pero la desgracia llega, Chloé enferma, la afición coleccionista de Chick se convierte en obsesión y todo alrededor se derrumba, llevando la desdicha a sus felices vidas.

LA ESPUMA DE LOS DÍAS no es precisamente un ejemplo de gran literatura, ni siquiera le daría una calificación demasiado alta; apresurada en muchas ocasiones, confusa en otras, está en muy cerca de lo peor de Vian, sin embargo, resulta recomendable por el asombroso mundo que recrea, en el que las cosas y los hombres se distorsionan de una manera a la vez cercana pero que los aleja definitivamente de nuestra experiencia habitual, por la ácida burla que lanza sobre algunas de las figuras paradigmáticas de la sociedad y cultura francesa, encarnadas en el cocinero Gouffé y el incansable articulista Partre, y en definitiva, por ser una

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