Ensayo Sobre La Ceguera

Ensayo Sobre La Ceguera

La historia comienza cuando un pobre hombre que espera en su coche frente a un semáforo es el primero en padecer la ceguera, al ir a visitar al oftalmólogo y ser revisado de urgencia el doctor no encuentra explicación para el problema que tiene su paciente.

El mismo día el doctor intenta buscar una explicación en libros con sus colegas pero no obtiene nada, de lo único que se percata es que él también se ha quedado ciego e intenta ocultarlo pero no lo logra y decide, hace un llamado a la autoridad de sanidad para anunciar la epidemia de ceguera que se estaba presentando, el realizar esa llamada es tomada como juego y no le dan la oportunidad de hacer el comunicado de alerta sobre la epidemia, su esposa le pide que intente hacerlo por medio del director del hospital y con esa llamada se le pide que no salga de sus casa y espere la ambulancia.

Una vez llegando la ambulancia los llevan a lo que era un manicomio, el cual se encontraba abandonado, con el tiempo comenzaron a llegar los demás ciegos, el primero que era el señor del carro, en segundo el que había robado el carro, también la joven de las gafas obscuras y el niño bizco.

Los afectados son recluidos para que no afectaran a la población, pero resulta imposible contener la enfermedad, dentro del manicomio empiezan a poner en práctica algunas técnicas para poder moverse dentro de sus sala siendo guiados por la esposa del doctor que se hizo pasar por ciega para poder quedarse con su esposo. En la otra sala que es la de las posibles personas que están contagiadas de las cuales 6 personas más se quedaron ciegas.

El doctor comienza a preocuparse por las situaciones que podrían llegar a presentarse, pues se ponía pensar que sucedería cuando llegara más y más gente los pocos servicios que les daban no les daría abasto para poder beneficiar a todas la personas.

El ladrón quien estaba herido de la pierna intenta llegar a la entrada para poder escapar, uno de los soldados quien se encontraba cuidando la entrada al soltarle la carga de su pistola mata al delincuente, los demás ciegos eran los encargados de sepultar el cuerpo, sin alguna pala para poder enterrar el cuerpo piden a los soldados algo para poder hacerlo, al darle la pala unos de los soldados sospechaba que una de los ciegos podía ver, pues había encontrado la pala muy rápido, cosa que a su jefe no le importo, les costó trabajo cavar el hoyo pero lo lograron.

Los solados quien eran los encargados de llevar la comida para los ciegos, al no darse cuenta que los ciegos se dirigían hacia ellos, espantados por llegar a contraer la epidemia salieron corriendo del manicomio y los dos guardias que estaban a cargo del orden soltaron las cargas y fue así como los ciegos fueron cayendo uno tras de otro.

Siguió transcurriendo la noche y los pleitos cada vez eran más frecuentes, el hecho de ser demasiadas personas en una sala, se prestaba para que hubiera muchas inconformidades, con la comida, los baños, etc.

El nuevo sargento, había llegado con 200 ciegos más, el cual no sabía qué hacer con tantos ciegos, le ordenaron meterlos a la misma sala donde se encontraban los posibles contagiados, a lo cual hicieron el comentario que deberían ir matando a la gente conforme se fueran quedando ciegos, cuando el sargento se quedó ciego el mismo se dio un balazo en la cabeza.

Después de los acontecimientos que se habían presentado en los últimos días, llego otro paciente del doctor, el dio alguna información, el cual también había traído alegría a la sala.

Él hablaba de lo que pasaba fuera del manicomio, decía que afuera mencionaban que no se trataba de una epidemia.

Así comienzan los peores momentos, ya que se rompe el orden en el manicomio y no hay quien controle la situación. Por su parte los militares tienen miedo de contraer la enfermedad, de hecho toman medidas extremas para no contagiarse, cometiendo asesinatos, mientras tanto los pobres e indefensos ciegos están a expensas de ellos.

En medio de todo ese horror, todavía está por suceder lo peor. Al ver que cada día es más complicado conseguir comida, surge un grupo de ciegos malvados que molestan al resto. Forman una fila inmensa de mujeres malolientes, con ropa en mal estado, parecía imposible que la fuerza animal del sexo fuera tan poderosa, hasta el punto de cegar el olfato, que es el más delicado de los sentidos, violaron a todas las mujeres del centro,

...