Ensayo sobre el “El desnutrido escolar” de Inés Robasco
Enviado por agustinalopezz • 9 de Diciembre de 2019 • Apuntes • 2.081 Palabras (9 Páginas) • 359 Visitas
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Trabajo Práctico Final
Carrera: Profesorado de Nivel Primaria.
Materia: Sujeto de la Educación Primaria.
Comisión: 2° “C” (Anexo)
Docente: Gallay Norma.
Integrantes: López Agustina.
Traverza Andrea.
La constitución de la subjetividad del sujeto.
En este trabajo final presentaremos el libro de Inés Robasco “El desnutrido escolar” para desarrollar el concepto de constitución del sujeto en la niñez a partir de los contenidos dados en la materia.
La relación se establecerá sobre la infancia y las instituciones principales transmisoras de culturas como la familia y escuela. Factores influyentes en la vida del niño, como el rol que cumple el educador, ya sea como maestro o como padres, caracterizando el contexto en que vive esta población, la cual sé configura el sujeto.
Robaco Ines nos presenta este libro a modo de investigación en la ciudad de San Lorenzo en una escuela de contexto de pobreza urbana.
Este libro nos pone a reflexionar sobre la función docente y las consecuentes intervenciones pedagógicas en contextos de exclusión social. El desarrollo de esta investigación nos pone al descubierto en el terreno de lo teórico y de lo práctico en la educación.
Partiendo de los aportes del psicoanálisis en el campo pedagógico para comprender de qué modo las prácticas y los métodos de enseñanza de educación pueden ser beneficiados con sus lecturas.
En el primer capítulo nos habla de la problemática del no aprender tratando al fracaso escolar desde una mirada social, política y pedagógica. Cuando encontró las causas en los desajustes socio-economicos en las instituciones generando actitudes violentas de partes del educador.
Este primer capítulo lo relacionamos con la entrevista de Perla Zulmanovich, “sostener el jugar entre varios, pasaporte a la cultura”.
Perla Zulmanovich nos hace referencia a las épocas que a los docentes les toca educar, en profundas desigualdades y de fragmentación al mismo tiempo social y educativo.
Configurando socialmente al sujeto que nace en este entorno, moldeando así su manera de vivir, de pensar y hasta incluso de relacionarse con los demás, como por ejemplo con los adulto.
Cuando los niños en su infancia se crían sintiendo el rechazo debido a su origen social, ya sea porque no cumplen las expectativas de alumno ideal, porque los docentes los creen “ineducables”, porque los crean peligrosos o porque estén en peligro, por ejemplo los alumnos que sean agresivos o aquellos que por su condición padezcan alguna patología. La autora Zulmanovich lo categoriza como “malestar en la cultura”. Cuando desde la cultura la escuela es llamada a ofrecer recursos simbólicos y culturales. Aquí se revela un desajuste entre los impulsos de los sujetos y las dificultades para ingresarlo en dinámicas sociales aceptables.
La escuela es un significante importante en la construcción de subjetividad del sujeto, todo lo que el niño vivencie en ella dejara marcas imborrables. Si los docentes se encuentran en dificultades para otorgar sentido a aquello que les acontece a los niños, la producción subjetiva queda delimitada al fracaso, haciéndoles creer que son incapaces de transformar su situación de opresión, creciendo con sentimientos negativos por su condición de vida.
Cuando se trata del compromiso de la historia afectiva del niño, anterior a su entrada en la escuela. “El desnutrido escolar” se posiciona pasivamente enfrentando su propia impotencia, su fracaso que ni siquiera comprende. Renuncia al deseo de aprender y agrega el de “no aprender”. Suele ocurrir que a estos niños se los trate como con problemas de aprendizaje, derivándolos a profesionales de la salud.
Sería interesante que los docenes dispongan de un espacio pedagógico grupal donde pueda ir re- construyendo el espacio de confianza dañada, despliegue la curiosidad de aprender y recupere la autoestima perdida.
“la constitución de la niñez como sujeto solo puede analizarse en la tensión estrecha que se produce entre la intervención adulta y la experiencia del niño, entre lo que se ha denominado la construcción social de la infancia y lo que historia irrepetible de cada niño, entre las regularidades que marcar el horizonte común que una sociedad construye para la generación infantil en una época y las trayectorias individuales” (Sandra Carlo y otros, 2005, capítulo I, p. 12)
Todos los sujetos somos seres sociales, por lo con tanto nos construimos a partir de las relaciones con otros, pero para que esta relación suceda yo tengo que reconocer primeramente que hay otro. Cuando los recién nacido llegan al mundo hay alguien que cumple una función materna que condiciona y asiste esa llegada de ese otro, acompaña al cuidado de sus necesidades básicas que solo puede hacerlo si es un ser humano con una subjetividad ya constituida. Se trata de ofrecerle al YO un punto de apoyo en este mundo. La necesidad que tiene ese recién llegado de contar con este adulto, cumpliendo con la función protección y cuidado, habilitando ese encuentro entre los dos.
Los primeros tiempos en la vida de un niño depende de estos contacto con su madre o quien ejerza esa función. El YO se construye a medida que el contacto haya sucedido produciendo una ligazón entre ambos.
“La temática de la significación, de la creación y la construcción de sentidos nos permite introducirnos en lo que es el YO. Para Piera Aulagnier, el yo realiza un trabajo de interpretación de lo percibido, de una puesta de sentido sobre el mundo que lo rodea que implica el acceso al lenguaje como medio privilegiado para operar el pasaje de la significación… un sentimiento es único y singular de cada sujeto, aquello que es transmisible, lo es porque significación compartida que todos tenemos, porque el acto del lenguaje le confiere un estatuto de sentido” (Mariana Karol 2005, capitulo III, p. 88).
En el libro Robasco nos muestra a través de su investigación con los niños que “tendrían problemas de aprendizajes”, como función materna influye a la construcción psíquica de estos.
En algunos casos las madres desde la concepción de sus embarazo reniegan de sus hijos, pensando en el sufrimiento que les provocaría la llegada de este hijo a sus vida; en estos los embarazos no deseados provocan sentimientos de rechazo en las madres, pero es un sentimiento al que están acostumbradas vivirlo o manifestarlo (ya que la historia personal de estas madres son similares a las de sus hijos) la trayectoria de vida de estas mujeres hicieron que fallen en su función de madre
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