Felipe Montero

Esta historia se me hizo interesante ya que trata de que un historiador joven llamado Felipe Montero lee un anuncio en el periódico de un empleo pero él no le hace caso porque piensa que él no es indicado para ese trabajo y además que otro ya se ganó ese empleo así que decide irse a su casa. Al día siguiente abre el periódico y ve que todavía sigue ahí el anuncio así que decidí ir sabiendo que la dirección que tenía ya era de un lugar donde se estaban haciendo remodelaciones y había edificios cayéndose. Estuvo buscando por un buen rato la casa, ya que la numeración que tenían en el centro de la ciudad no era continua sino que era aleatoria, por fin llego a la casa pero nadie le respondia la puerta. Entonces el decidio empujarla y se dio cuenta de que el lugar estába oscuro y tenia un fuerte olor a humedad. Al entrar escucho una voz de una mujer la cual le indica que no encendiera las luces y que caminara contando los pasos que ella le iba a ayudar.

En este párrafo nos habla de la inseguridad que Felipe tenia ya que se sentía incapaz de obtener ese trabajo y pensaba que el era malo y que todos le podían ganar pero uno debe darse cuenta que en la vida todos somos iguales e importantes, aunque las personas se diferencian en las cosas que hacen pero tenemos objetivos, proyectos y una vida por delante que hay que luchar por ella.

Nos habla también que Felipe fue muy bien recibido en esa casa lo acepto la señora Consuelo en el trabajo y además él tenía ganas de trabajar ya que se trataba de terminar unas memorias que el General Llorente (esposo de la señora Consuelo) no pudo concluir ya que murió. Y la Señora Consuelo quería que pudieran ser terminadas y estuvieran bien redactadas antes de que ella se muera. Esto nos dice que en la vida hay que hacer las cosas sin tener pensamientos negativos y saber que nosotros podemos lograrlo e ir cada día intentando ser más altos.

Felipe conoció en esa casa donde ahora trabaja a una chava llamada Aura aunque no la podía ver de la cara sabía que estaba enamorándose de ella aunque fue muy rara esa parte de la señora Consuelo y la joven Aura ya que en ninguna parte de la historia estaban juntas y podían decir que eran las mismas personas.

Las memorias las empezó a redactar Felipe aunque primero las tuve que leer para ver en qué forma les iba a seguir escribiendo para llevar una secuencia además de que la señora Consuelo quería que se viera que el General Llorente las hubiera escrito en vida.

Felipe Montero llevaba una buena vida en esa casa ya que además de poder hacer ahí su trabajo de las memorias tenía un desayuno, comido y cena, aunque para él lo mejor era que siempre veía a la joven Aura aunque siempre estaba oscura la casa y él no le podía ver muy bien la cara y casi siempre la escuchaba por como sonaban sus zapatos y sus vestidos.

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