Geografia
MitzyEneyda14 de Junio de 2013
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LA COMPRENSIÓN DEL TIEMPO HISTÓRICO*
Mikel Asensio,
Mario Carretero y
Juan Ignacio Pozo
EL TIEMPO HISTÓRICO (TH) EN EL AULA
En este capítulo vamos a revisar un aspecto importante en la comprensión de la Historia y por ende de las Ciencias Sociales: el Tiempo Histórico (TH). Vamos a exponer tres puntos. En el primero discutirá la importancia de las nociones temporales en la enseñanza de la Historia, así como el lugar que ocupan en el diseño curricular de la disciplina. En el segundo trataremos de pasar revista a las investigaciones que se han realizado sobre la comprensión de las nociones temporales por parte de los alumnos. En el tercero trataremos de extraer algunas orientaciones didácticas sobre la enseñanza del TH.
Importancia del TH en la enseñanza de la Historia
Tarde o temprano, todos los profesores de Historia se encuentran con el problema de exigirles a sus alumnos el aprendizaje de las fechas de los acontecimientos históricos.
Cuando se discute con los profesores la importancia que tienen las fechas en sus clases o en sus programaciones, la mayoría de ellos –sean de EGB o de EMMM– tienden a restarles importancia. Algunos de ellos sostienen que en sus clases no dan ninguna preponderancia a estos datos, ya que carecen de valor por si mismos. Sin embargo se apresuran a añadir dos matizaciones: a) las fechas deben ayudar al alumno a situar temporalmente los acontecimientos en el continuo de la Historia; y b) existe un reducido conjunto de fechas muy importantes, verdaderos hitos históricos, que todo alumno debe conocer.
En el marco de esta postura, bastante generalizada, hay que reconocer que en los libros de texto y en las explicaciones de los profesores se siguen utilizando profusamente las fechas. Y además, aparece una legión de conceptos temporales: calendarios, eras, duraciones, cambios temporales y periodos de tiempo sin cambios aparente, los «ritmos históricos», etc.
Como luego comentaremos, en este aspecto parece ocurrir algo semejante a lo que sucede en el resto de los problemas que plantea la enseñanza de la Historia. En el paso desde una enseñanza descriptiva a una enseñanza explicativa se han abandonado viejos usos pero todavía no se ha conseguido asentar suficientemente las nuevas. En cualquier caso parece comúnmente aceptado el hecho de que es importante que el alumno adquiera una adecuada concepción de las nociones temporales que le sirven para interpretar cualquier nuevo conocimiento histórico.
Parecen superados los tiempos en que lo único importante era saber que la Dieta de Worms tuvo lugar en 1521, o que el motín de Esquilache se produjo en 1776. Pero por contra todos los profesores esperan que en las aulas de Historia sus alumnos aprendan que la Edad Media duró más de 40 años, que un alumno no crea que su abuelo pudo estar en el descubrimiento de América, y qué relación existe entre las eras musulmana y cristiana. Sin embargo, como luego veremos, los alumnos, tanto niños como adolescentes, tienen una percepción muy deformada de las nociones temporales, que resultan en la mayoría de los casos mucho más difíciles de lo que pudiera pensarse incluso más complicadas de lo que piensan los profesores a pesar de que en general siempre han puesto de manifiesto la dificultad de sus alumnos para comprender estos conceptos.
De una manera más ordenada y sistemática podríamos decir que el TH es importante desde tres puntos de vista fundamentales a la hora de construir un currículo: disciplinar, psicológico y didáctico.
La Historia como disciplina es inseparable del concepto de Tiempo. Braudel (1958) califica la Historia como dialéctica temporal, defiende el concepto de tiempo como uno de los conceptos centrales de la Historia y distingue entre diferencias nociones de tiempo: tiempo corto, tiempo de larga duración, ciclos, interciclos, etc. Muchos grandes historiadores han considerado el Tiempo Histórico como la columna vertebral de la historia. Piaget, autor de gran importancia tanto psicológica como epistemológica, definía la Historia como Sociología diacrónica, es decir, la diferencia entre la historia y la sociología es su carácter diacrónico, su naturaleza temporal. Por otro lado, la naturaleza temporal excede la disciplina de la Historia. El concepto de Tiempo es relevante para todas las disciplinas y especialmente para las Ciencias Sociales.
Desde el punto de vista psicológico la construcción del tiempo es muy importante ya que consiste en una de las dimensiones básicas de toda la arquitectura cognitiva del individuo. Los conceptos temporales se relacionan estrechamente con los demás conceptos fundamentales como el espacio, la causalidad, etc. En lo que a la enseñanza se refiere, aunque los conceptos temporales se desarrollan de hecho en diversas asignaturas, en la de Historia es donde recibe una atención especial, sobre todo en aquellos aspectos más complejos del tiempo como son su construcción social e histórica.
Desde el punto de vista didáctico el TH ha tenido diversa consideración. Como veremos en los dos puntos siguientes su importancia ha sido decisiva, bien como estructurador del currículo bien como un aspecto más de contenido del mismo. En general se ha reconocido esta importancia aunque su magnitud haya variado en diferentes ámbitos o momentos. Entre los menos están los que le conceden escasa importancia, incluso hay algunos que son partidarios de su eliminación (Lello, 1980). Entre los más se sitúan los que recogen el TH de manera significativa en sus contenidos fundamentales a impartir, y en los últimos años hemos escuchado algunas autorizadas opiniones sobre el aumento de importancia de estos aspectos (Luc, 1979). Aquí queremos recoger la idea de que el TH ha estado presente en la inmensa mayoría de las programaciones de objetivos de la enseñanza de la Historia. Esto nos da una idea clara de la importancia concedida por los profesores al TH. Por citar algunas de ellas recordaremos que en la formulación inglesa de los objetivos educativos para la enseñanza de la historia de 1971, 1976 y 1980 de la Historical Association (Coltham y Fines, 1980) se recogen los aspectos del TH dentro de las habilidades básicas a adquirir (usar correctamente los indicadores básicos de tiempo como: año, década, siglo, etc., utilizar los términos temporales correctamente y aprender a referirse a ellos en términos de períodos, etc.).
En las formulaciones de objetivos recientemente realizadas en el ámbito de las reformas de los ciclos de EGB y EEMM, también se ha recogido de minera explícita la enseñanza del TH, en sus diferentes niveles de conceptualización y complejidad. Así, en los objetivos descritos en el proyecto de reforma (territorio MEC) del área de ciencias sociales del Ciclo Superior de EGB aparece «situar los acontecimientos sociales en el tiempo» como uno de los ocho objetivos específicos del área (igualmente ocurre en otros proyectos de reforma de las comunidades autónomas).
El Tiempo Histórico como transfondo del currículo
No vamos a detenernos aquí a discutir sobre los diferentes diseños curriculares propuestos para la enseñanza de la Historia (estos aspectos se discuten en la tercera parte de este mismo libro). Lo que nos interesa es recoger la importancia que ha tenido el TH en la construcción de esos diseños. Y, de hecho, no vamos a repasar las ventajas y los inconvenientes que plantean los diferentes diseños, a menos que sea relevante para la discusión sobre el TH.
El diseño curricular más generalizado para la enseñanza de la Historia, y para otras Ciencias Sociales, ha sido el diseño cronológico. En él la columna vertebral era el desarrollo de los acontecimientos a lo largo del tiempo. Todos los contenidos se estructuraban en torno a la cronología y las fechas y los periodos ocupaban un lugar central en la exposición de la temática disciplinar. En estos diseños aparecían lecciones de períodos de tiempo en los que prácticamente no había ocurrido ningún acontecimiento relevante, o al menos no se analizaba, pero se incluían porque representaban una importante cantidad de tiempo transcurrido.
Mas como complemento que como alternativa a los diseños curriculares cronológicos surgieron los diseños cronológico-temáticos. La diferencia con los anteriores consiste en el establecimiento de una temática conductora del hilo cronológico de la Historia. La diferencia respecto a lo anterior es que en función de los acontecimientos ocurridos en la temática particular los períodos de tiempo pueden tener una mayor o menor importancia en la programación de los contenidos. Como se podrá observar, la importancia del TH en estos diseños sigue prácticamente igual que en los anteriores aunque se relativiza en escasa medida.
Por contra a estos diseños curriculares cronológicos han aparecido algunos intentos que han corrido diversa suerte y que en todo caso han influido poco en la enseñanza de la historia, al menos en nuestro país hasta el momento presente. En este sentido vamos a hacer referencia a dos: los diseños cronológicos hacia atrás y los diseños temáticos.
Los diseños curriculares hacia atrás son aquellos que proponen empezar a explicar la Historia por nuestros días e ir remontándose en el tiempo hacia el pasado. En este planteamiento se sigue manteniendo la constancia del TH como transfondo curricular, independientemente de que el diseño sea o no temático. Sin embargo, este cambio de orientación desde atrás/adelante hacia adelante/atrás está curiosamente basado en uno de los
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