HUESOS DE LAGARTIJA
Enviado por mia.san • 12 de Enero de 2015 • 1.741 Palabras (7 Páginas) • 292 Visitas
ENSAYO DEL LIBRO:
“HUESOS DE LAGARTIJA”
DE FEDERICO NAVARRETE.
INTRODUCCIÓN
El libro “huesos de lagartija” de Fernando Navarrete pretende adentrarnos en el mundo mexica antes de la conquista y así poder explicarnos como era su gente, sus costumbres y sus creencias; y así conocer nuestro pasado y entender nuestro presente.
Todo esto narrado desde el punto de vista de un nativo mexica que vivió está conquista no solo terrenal sino también espiritual.
DESARROLLO
Cuetzpalomitl fue bautizado por los españoles con el nombre de Francisco, vive una vejez cómoda con su familia. El día de la boda de su nieto recuerda su vida y la de su familia antes y durante la conquista y es cuando decide contarle a uno de sus nietos pequeños como paso todo aquello.
Cuetzpalomitl le dice a su nieto que ese día en particular (el día de la boda de su nieto) le recordaba su pasado, como el día en que se casó su hermano mayor Cuahuitlicac, y de cómo él quería ser igual que Cuahuitlicac, que era un gran guerrero, pero él no podía ser igual, ya que había nacido el día de la lagartija y su destino no era ser un gran guerrero; sino, un sobreviviente.
Le cuenta a su nieto que él era de yopico y que vivía en el Calmecac, que significa casa de los pequeños sacerdotes, y ahí vivían los jóvenes nobles, donde se les enseñaba sobre sus dioses y todos los días hacían ofrendas de sangre a su señor Xipe para que este cambiara de piel y así pudiera haber vida en la tierra.
Le cuenta que mientras tanto los guerreros se preparaban para la guerra contra los tlaxcaltecas, que eran sus peores enemigos, y para capturar a muchos de ellos para ofrendarlos a Quetzalcóatl.
Le dice a su nieto que un día los mensajeros le avisaron a Moctezuma, que era el emperador de Tenochtitlan, la llegada de unas enormes casas flotantes, de donde descendieron hombres rubios y barbados, montados en unos enormes venados, con una piel brillante y dura, además de un brazo de metal y al bajar de las casas disparaban unas enormes bolas de fuego que destruían todo.
Dice que al principio creyeron que se trataba de dioses, ya que el día de la llegada de estos, era el día uno caña en el que había prometido Quetzalcóatl que regresaría junto con sus hermanos dioses para reclamar su imperio. Pero después se dieron cuenta de que no eran casas; sino barcos, tampoco eran una misma criatura; sino que eran hombres y caballos, no era una piel; sino una armadura, tampoco era un brazo de metal; sino espadas y lo que disparaban, eran sus temibles cañones.
También se enteraron que los extraños querían llegar hasta Tenochtitlan, ya que se enteraron que era una ciudad hermosa y con grandes tesoros, además de que los tlaxcaltecas les habían regalado una princesa indígena que hablaba náhuatl y les servía como interprete.
Le cuenta que en su recorrido hasta Tenochtitlan los españoles se dieron cuenta que su ejército era muy pequeño así que decidió aliarse con los enemigos de los mexicas y esto lo logro amenazándolos y prometiéndoles que era lo mejor para ellos, además de que a su paso saqueaba y destruía ciudades y templos. Entre más crecía su ejercita, mayor peligro representaba para los mexicas.
Recuerda que todas las personas estaban muy alarmadas por la llegada de estos extraños y no sabían cómo debían reaccionar; si recibirlos en paz o iniciar una guerra contra ellos. Pues por un lado los jóvenes guerreros querían luchar contra ellos ya que sabían que sus intenciones no eran buenas por todo lo que habían hecho en las otras ciudades y por el otro los sacerdotes decían que tenían que recibirlos en paz y darles lo que pedían para que se fueran y no causaran daños a la gente.
Entonces el día de la llegada de los españoles, Moctezuma los recibió con regalos como oro y joyas y los hospedo en el templo de Axayácatl.
Unos días después Cortez tuvo que salir para combatir con los soldados de Diego de Velázquez y durante su ausencia dejo al mando a pedro de Alvarado, que era un soldado muy cruel y ambicioso.
Le dice a su nieto que los mexicas trataban de seguir con sus actividades normales, y un día en que él regresaba de hacer sus ofrendas a los dioses, se encontró con un español rezando entre las chinampas, con un libro muy raro y se dio cuenta de que ellos también tenían dioses y eran humanos.
Le dice que los españoles retuvieron a Moctezuma en el templo de Axayácatl y los jóvenes guerreros querían atacarlos, además de que perdieron el respeto por Moctezuma al creerlo cobarde y traidor.
Recuerda que los españoles registraban y saqueaban la ciudad comandados por pedro de Alvarado, y un día, cuando se reunió toda la población estaba reunida en una celebración religiosa en el templo mayor, los españoles atacaron y mataron a decenas de indígenas, este violento suceso hizo enojar aún más a los mexicas, quienes rodearon el lugar donde estaban hospedados los españoles y estuvieron a punto de vencerlos.
Mientras tanto, Cortés venció a las
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