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Habia Una Vez El Amor Pero Tuve Que Matarlo


Enviado por   •  15 de Febrero de 2015  •  2.368 Palabras (10 Páginas)  •  294 Visitas

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valentín corona: "erase una vez el amor, pero tuve que matarlo", de efraim medina

En apariencia, se trata de una serie de historias que se entrelazan a lo largo de la obra. Las aventuras de Rep y sus amigos (Toba, Ciro, Ray), la relación sentimental entre Rep y su chica; las desventuras entre Sid Vicius y Nancy, la caída de Kurt Cobain, el lazo de cariño entre una abuela y su nieto, etc. Yo me atreveré a dibujar mi propia versión de los hechos, la cual, es la siguiente: La historia, en apariencia forzada, representa el estado anímico del mismo Rep, al encontrarse aún, inmerso en su relación con “cierta chica”. En tal sentido que, por ejemplo, Nancy representa la parte intelectual, y Sid, la parte sensible. Entre ambas entelequias se desarrolla un conflicto demasiado profundo, a tal punto que, uno de los dos debe “morir” para que el otro continúe respirando. Del mismo modo, Dillinger representa esa parte “salvaje” que se acrecienta ante la falta de perspectivas claras y bien definidas, dentro de una sociedad que, por lo general, tiende a deshacerse de aquellos que no estén dispuestos a aceptar y cultivar los preceptos que la sostienen, y mantienen, vigente.

Intempestivamente el protagonista principal de la historia irrumpe, dando una descripción de sí mismo, además de una suerte de advertencias:

“No digo que soy malo pero digo ten cuidado. Soy de una raza indómita, que se mueve rápido, esa clase de seres que deja a su paso un rastro de ansia. Ya no digo mentiras porque perdí la imaginación pero no hay nada que sea confiable en mis verdades.”

Ya sin cortapisas que obliguen a ajustar la conducta a ciertos lineamientos, al saber que no se debe nada a nadie, sino por el contrario, viene el momento de (a la manera del “cobrador”, personaje de uno de los cuentos de Rubem Foseca), Rep y sus amigos, se dedican a llevar una vida licenciosa y hedonista que no acepta un NO como respuesta frente a sus deseos, los que, poco a poco, se van extendiendo hasta llevarlos más allá de las fronteras de Ciudad Inmóvil, Toba es el primero que decide probar suerte en Bogotá. La ciudad lo lleva a perder su antiguo interés político, para adoptar a Bob Marley como su profeta “un profeta marihuanero y gozón”. Del mismo modo, Toba es el primero en enfrentarse a las decepciones del amor. Toba dice que “el amor es un fraude”

“El amor no es un fraude, Toba. El amor es un límite y nos mide.”

Al poco tiempo, Ciro y Rep se mudan a Bogotá, con Toba, la mayor parte del tiempo se dedican a contemplar el cielo raso, y a reflexionar en todo lo que se encuentra a su alrededor, con la paciencia profunda y “ociosa” de los primeros pensadores de la Antigua Grecia, aunque, por supuesto, adaptada a las condiciones de los tiempos que corren:

“La filosofía escruta la existencia pero no nos ayuda a existir. La religión nos enseña a despreciarnos. El arte es una buena coartada pero lejos de casa se vuelve innecesario.”

Rep es el siguiente en padecer los estragos de las decepciones amorosas, lo que lo lleva a reflexionar al respecto, se ve inmerso entre aquello que quisiera que fuera y lo que es. Por más que se profese una infinita fe en algo, siempre llegara el momento para darse cuenta que algunas cosas (por más que se deseen) nunca podrán ser como uno quisiera que fueran. Y no resta nada más que continuar adelante. Plantarle cara a una vida que, si antes del amor era dudosa, al término se vuelve aún más sospechosa. La impotencia de alcanzar los objetivos y aquello que se vislumbra con ciertos matices de una posible felicidad, así, de un día para otro, se tornan en un dolor agudo que parece difícil de superar.

“Cierta chica sigue doliéndome, no encuentro lo que busco y lo que busco ya no puede ser ella, ella me mandó a ver si la puerca puso y cuando le dije que sí, me mandó a peinar tortugas. Estuve intentando un tiempo pero ya sabes que cuando el amor se apaga es más frío que la muerte. Lo malo es que los dos extremos no se apagan al tiempo y cuando eres el extremo que sigue activo más te valdría estar muerto.”

Las imágenes con las que Efraim Medina nos dibuja los estados anímicos de los personajes nos llevan, incluso, a sentirnos dentro de la piel de estos. La empatía que despiertan nos lleva a asumir una complicidad unilateral, ya que, sabiendo que al llevar la vida por ciertos rumbos, esta, inevitablemente, desembocará en ciertos parajes espinosos que siempre moverán a la adherencia de las causas perdidas. El idealismo romanticista en todo su apogeo.

“Cuando se está así todo es apropiado, el mundo gira sobre tu mano y aunque no es nada, brilla. Ella tiembla cuando la rozas, te entrega todo, aun lo que guardaba para el mal tiempo. Una dulce y sensible criatura de Dios. Eres su héroe y no tienes que esforzarte para ser bueno y confiado.”

Y enseguida, el tránsito de tal estado a su contraparte.

“Y un día todo acaba, ella dice jamás y es en serio. Te enloqueces tratando de abrir la puerta que abriste mil veces. Eres para ella menos que un mojón en la carretera.”

A partir de este momento, los amigos se lanzan a una serie de aventuras agrupadas bajo el sugerente título de: PRODUCCIONES FRACASO LTD, cuyo lema es “donde se necesite un fracaso allí estaremos”

Posteriormente, aparece una especie de “libreto” de una película que PRODUCCIONES FRACASO LTD piensa filmar. Entre los parlamentos van apareciendo una serie de preguntas y respuestas que, de alguna manera, nos llevan a pensar al respecto (aunque en el libreto pretendan ser parte de un absurdo, por ejemplo:

P.M.: ¿Qué opinión le merecen personajes de su país como Gabriel García Márquez y Fernando Botero?

Yo: Ninguna.

P.M.: No puede negar que son luminarias reconocidas internacionalmente.

Yo: Esa gente me recuerda a las luminarias del alumbrado público que había en la calle donde nací. Hacía siglos que se habían fundido y nadie se preocupaba por cambiarlas, al cabo, cuando estaban en servicio, tampoco servían para un culo.

P.M.: Sus opiniones sobre el arte han armado un polvorín. ¿Qué opina de ello?

Yo: Sólo dije que la música es un arte que desapareció a finales del siglo XIX, que la pintura acabó poco después y que la poesía no ha nacido aún, que sólo será posible cuando el hombre desaparezca. La poesía, según creo, es alérgica al hombre.

Si sólo pudiera vivir con lo que considero arte ya habría muerto, por fortuna soy capaz de comer mierda como cualquier habitante del planeta, es sólo que no necesito disfrazarla de caviar. Esa es mi diferencia

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