Impaciencia Del Corazón

Hay dos tipos de piedad. Una débil y sentimental, que en realidad sólo es impaciencia del corazón para liberarse lo antes posible de la penosa emoción ante una desgracia ajena, es una compasión que no es exactamente compasión, sino una defensa instintiva del alma frente al dolor ajeno. Y la otra, la única que cuenta, es la compasión desprovista de lo sentimental, pero creativa, que sabe lo que quiere y está dispuesta a aguantar con paciencia y resignación hasta sus últimas fuerzas e incluso más allá.

Esta es la introducción a la impaciencia del corazón, donde el teniente Hoffmiller quien narra su experiencia de una falsa compasión.

Hoffmiller a sus 25 años de edad conoce a Edith Kekesfalva, una joven paralitica, ambos son los protagonistas de esta historia.

El joven teniente, es invitado a la mansión de los Kekesfalva, el interesado en la sobrina de Keskefalva durante la velada la corteja, cuando se da cuenta que ha invitado a bailar a varias mujeres a bailar y a tenido la descortesía no haber invitado a la hija de Kekesfalva, sin saber que este sería el momento que detonaría una cadena de suceso de los cuales se arrepentirá.

Se dirige hacia la joven Edith la cual se encuentra en el salón contiguo en donde toca el cuarteto de cuerdas, al momento de invitarla ella se aferra a una mesa y se para, sosteniéndose de la mesa y rompe en llanto, a su lado se encuentras dos mujeres mayores la cuales la consuelan, Hoffmiler no comprende lo que esta pasando, el llanto de Edith se confunde con la música del cuarteto. Hoffmiler sale del salón y busca a Ilona sobrina de Kekesfalva para comentarle lo que ha pasado, ella le menciona que como pudo a ser eso y se dirige al salón donde se encuentra Edith.

Hoffmiler sale de la mansión antes de que todo mundo se entere de la torpeza que hizo y se va directo a su cuartel, en donde no pasa una buena noche pensando en lo que ocurrió en con Edith, a primera hora sale a buscar un ramo de flores para enviarlo a Edith.

Edith agradece el ramo de flores y le expresa su gratitud por los detalles que ha tenido hacia ella y le extiende la invitación a la mansión sin tener que anunciarse con anticipación.

Hoffmiler no se da cuenta que esta a punto de entrar en una cadena de sucesos que lo llevara a ser parte del entorno de Edith domina, ella hábilmente a todas las personas que la rodean las tiene dominadas para que realicen lo que ella desea.

Edith en la primera visita de Hoffmiler le hace saber lo bien que le hace sentir desde el primer momento en que la invito a bailar, al día siguiente cuando recibió sus flores, al enterarse de esto, su padre decide hablar con Hoffmiler y se hace saber de la mejoría que han visto desde que realiza las visitas a su hija y le propone que siga haciendo y ya que el médico le ha dicho que la condición de Edith es delicada.

Hoffmiler compasivo acepta y sin saberlo entrar en los lazos

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