Importancia de la ciencia

El autor nos redacta la importancia de la ciencia como un producto social que busca validar  tanto filosófica como socialmente el dominio del conocimiento humano trazado  históricamente; dónde filosóficamente se intenta separar la religión con el conocimiento  puro del porqué de las cosas y así mismo dividiendo la filosofía como una ciencia basta y  general pero que cuando cuenta con explicaciones específicas decide por optar en  separarse en una ciencia particular de fenómenos concretos.

Y donde socialmente “la ciencia” siempre está en constante cambio en beneficio de la subsistencia humana por  medio de sus comprobaciones, validaciones y de las necesidades sociales donde se  desarrolle dando por sentado que la ciencia buscará siempre su aprobación en la misma  sociedad. 

Se precisa que el método científico se basa en comprobar y validar diferentes teorías disruptivas generadas en el cambio del saber humano; pero el autor ubica a la ciencia del  derecho como un eslabón inerte ante el dinamismo de una sociedad cambiante y en  transformación continua. Donde opera un tradicionalismo casi purista relatado en modelos  aún presentes como lo es el “Derecho Romano” y que se prefiere validar el derecho como  una ciencia jurista que ayuda a formar soluciones y normas basados bajo la premisa de  mantener un orden social pero en temas específicos no neutro.

Que la última conversación  acerca de la ciencia del derecho la dio Hans Kelsen en su “Formalismo Normativista” y  comenta que el derecho debería de ser igual a el Estado; a lo que entra la confusión de  diversos teóricos entre el “Estado de Derecho” y el “Estado del Poder” ya que cualquier  mandato, norma o promulgación hecho por un Estado vigente podría producir la validación  de un estado tirano o totalitario.

 El autor nos comenta que como un método de prevención  en la promulgación del estado totalitario a el jurista, se le adoctrina en la aplicación de la  ley, en sus códigos y en la preocupación de derecho vigente: “más aún para la mayoría de  los juristas no hay más Derecho que el vigente y lo toman como algo acabado, perfecto de  aceptación dogmática, por tal motivo, no se cuestionan el objeto de su ciencia, ni se ocupan  de la verdadera investigación del fenómeno jurídico” (p.636).

Comenta el autor que mientras  se produzcan ejercicios normativos en base a un contacto con la realidad social es como  se legitima el estudio de la ciencia del derecho ya que si esta no cambia puramente su  estructura si lo hace por medio de su vínculo con la sociedad en la aplicación de la ley. 

Más adelante propone el ejemplo de varios autores donde se pregunta acerca de la ciencia  del Derecho, y su postura ante otras ciencias exactas, como la física, la matemática, o  incluso la medicina.

Recalca que no se podría dar un término puro o simple si no que al pertenecer al rubro de las “ciencias sociales” estas no se forman bajo un cumulo no exacto  de datos o respuestas universales, más bien estas validan simplemente su hecho existir  por ser ejecutadas bajo métodos y teorías que si bien no persisten a lo largo del tiempo  como por ejemplo la Ley gravitacional de Newton si generan conceptos que logran evidenciar ciertos fenómenos latentes. Implicaría así ver aquí la diferencia entre ver el  derecho como la estructura política vigente en el poder o como una metodología que  contribuye en la creación de normas y el sustento del bienestar social. 

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