Informe Expositivo de los diez primeros capítulos de Castigo Divino

INFORME EXPOSITIVO

De los diez primeros capítulos de “Castigo Divino” de Sergio Ramírez

Por Br. Guillermo Enrique Cuadra Reyes

El presente informe expone los hechos sucedidos en el caso del abogado Oliverio Castañeda, nacido en Zacapa, Guatemala, el 21 de enero de 1908, de profesión abogado, graduado en la UNAN de León, indiciado por parricidio de su esposa, Doña Marta Jerez, nacida en 1913, eliminada el 13 de febrero de 1933, también natural guatemalteca, y de asesinatos atroces de la Señorita Matilde Contreras, eliminada el 02 de octubre de 1933, con 22 años de edad al momento de su muerte, y de Don Carmen Contreras, accionista mayoritario tanto de C. Contreras & Cía. Ltda. Como de la Empresa Aguadora Metropolitana, eliminado el 9 de octubre de 1933, hija y padre respectivamente y leoneses, mediante el supuesto suministro de dosis de estricnina, y cuyo acusador pedía la pena de muerte.

El acusado Castañeda, fue encarcelado a raíz de la muerte del Señor Carmen Contreras el 09/Oct/1933, en las cárceles de la XXI de León, primeramente a la orden directa del entonces Jefe Director de la Guardia Nacional, General Anastasio Somoza García, quién lo tuvo 13 días incomunicado. 

Según testifical de Castañeda el 11/Oct/1933 ante el Juez, su primera estancia en Nicaragua fue entre diciembre de 1929 y febrero de 1930, tomó hospedaje en la “Pensión Petit Trianon” de la Calle Candelaria, propiedad de Doña Roxana Lacayo. Cuando el matrimonio Castañeda Jerez arribó a Nicaragua, el 27 de marzo de 1931, primeramente se hospedó en el Hotel Metropolitano de León, exactamente ubicado a una cuadra de la universidad y en diagonal a la casona de la familia Contreras, a cuyo hogar, posteriormente se trasladaron a vivir, desde el 18 de noviembre de 1932 hasta el 08 de febrero de 1933. Castañeda en su testifical del 11/Oct/1933 afirmó que llevó una modesta vida de casado, gracias al giro de 100 dólares mensuales que su padre le remitía desde Guatemala, el cual le sería rebajado a 30 dólares cuando quedó en estado de viudez.

El Sr. Alejandro Pereyra (62), en su testifical judicial del 14/Oct/1933, afirmó que como Secretario del Jefe de Policía de  León, Capitán Morris Wayne USMC, en junio de 1932, entregó a los pasantes de abogacía, señores Oliverio Castañeda y Octavio Oviedo, un frasco de estricnina casi lleno que su superior guardaba en la gaveta de su escritorio, sin la extensión de  alguna orden escrita. Mientras por otra parte, el Dr. David Argüello (52), farmacéutico y regente de la Droguería Argüello, en su testifical judicial del 19/Oct/1933, afirma que, a la vista de una autorización suscrita por el Jefe de Policía, vendió a Castañeda y Oviedo y Reyes, un frasquito de 1/8 de onza, lleno y sellado, conteniendo 30 gramos de estricnina, suficientes para la preparación de veinte raciones mortales para igual número de perros. Mientras el abogado Octavio Oviedo y Reyes, en su testifical del 17/Oct/1933, afirma que, solamente el 18 de junio de 1932, cuando el Señor Pereyra los remitió a la Droguería Arguello, con orden firmada por el Capitán Wayne, fue la única vez que obtuvieron estricnina  de parte de las autoridades de policía, no existiendo ninguna otra oportunidad en que se les entregara directamente veneno de la gaveta de un escritorio, estimando que la afirmación de Pereyra, se debió a una confusión de memoria de este. La orden escrita fue agregada al expediente, mostrando la fecha de 18 de junio de 1932. Y que además, en la matanza de perros callejeros, efectuada el 18 de junio de 1932, una vez listas las veinte raciones envenenadas, puede afirmar, sin lugar a equivocarse, que no sobró absolutamente nada de la estricnina contenida en el tubo.

En el caso de Doña Marta Jerez, el médico Dr. Juan de Dios Derbishire, en su visita médica del 10 de enero de 1933, recomendó a Castañeda efectuar a la enferma un examen de sangre, ya que abrigaba la sospecha de que pudiera estar padeciendo de paludismo, algo común en la ciudad, sospecha efectivamente confirmada por la prueba de laboratorio, por lo que puso a la paciente bajo el tratamiento habitual. El día de su muerte, el 13 de febrero de 1933, según testimonio de testigos presenciales del estado de salud de Doña Marta, esta amaneció con buena salud, hasta se bañó y regó algunas plantas de La casona Contreras; más sin embargo Castañeda se dedicó con mucho empeño a propalar entre sus más allegados, médicos, vecinos, amigos íntimos de la pareja, una empleada doméstica, rumores del estado grave de salud de su esposa, esto se logra establecerse a pesar de la contradicciones de algunos testigos en contra de lo declarado por Castañeda, quien declaró que el día que su esposa murió, esta había amanecido con fuertes dolores menstruales, con una copiosa hemorragia catamenial y fuertes malestares digestivos, y hasta le afirmó a Doña Flora que esta vez no se salvaría. Es más, según declaración de Yelba de Oviedo, esposa del Dr. Oviedo y Reyes, rendida el 16 de octubre de 1933, la noche anterior al deceso de Doña Marta, esta estuvo en el cine, y que se sentía bien, salvo por una ligera jaqueca. Según declaración de Fernando Guardia Oreamuno el día 22 de octubre de 1933, afirma que antes de morir Doña Marta a la una de la tarde, a ella le sobrevinieron tres ataques convulsivos.

Por esta misma causa, falleció la Señorita Matilde Contreras, según fue establecida por el dictamen médico y establecida en el acta de defunción de esta.

OTRAS MUERTES REPENTINAS DENTRO DEL CÍRCULO SOCIAL ÍNTIMO QUE RODEABA A OLIVERIO CASTAÑEDA

(a) - Sr. Rafael Ubico Zabadúa, fallecido el 22/nov/1929 en San José de Costa Rica, antiguo discípulo y compañero de conspiración del acusado Castañeda, en la conformación de un “Club Ubiquista” a favor de un golpe de estado en contra del presidente guatemalteco Don José María Orellana; era sobrino carnal de quien posteriormente sería dictador de Guatemala, el General Jorge Ubico; tras la muerte de su amigo Rafael Ubico, Castañeda fue trasladado a Managua como attaché de la Legación de Guatemala por pocos meses; el Lic. Enrique Larrave, Director de “El Liberal Progresista”, órgano oficial del partido del General Jorge Ubico, asegura que se le dio un nuevo destino de corta duración, solamente para desembarazarse de Castañeda, dadas las fuertes sospechas que pesaban en su contra, pero Castañeda afirma en su declaración “ad inquirendum”, ya citada, que si hubo de dejar Nicaragua era porque estaba pendiente su compromiso matrimonial y debía casarse.

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