Informe de lectura: “Ética de la empresa”

Informe de lectura: “Ética de la empresa”.

Adela Cortina es una filósofa española, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y Directora de la Fundación ÉTNOR, Ética de los Negocios y las Organizaciones empresariales.

El libre “Ética empresarial” de Adela Cortina, es el resultado de un esfuerzo cooperativo, porque ha sido elaborado conjuntamente con profesionales y empresarios del mundo, tomando como marco nuestra época “managerial y de organizaciones” desarrollando el tema de la ética empresarial en él, reclamando un capitalismo de “rostro humano”, proponiendo aquellos valores olvidados, como indispensables para construir una sociedad alta de moral. Demostrando ser el motor de una renovación social la empresa, éticamente impecable, fomentando la cooperación, moviéndose por un interés común, con la solidaridad en alza, responsable y razonable en su accionar, dentro de un marco de justicia.

Define a la ética en un primer sentido como el tipo de saber que pretende orientarnos en la forja del carácter de tal manera que siendo conscientes de que elementos no podemos modificar, tal es el caso del temperamento (sentimientos y actitudes con las que se nace), transformemos los que sí pueden ser modificados, consiguiendo un buen carácter, que nos permita hacer buenas elecciones, moralmente justas y tomar decisiones prudentes.

Determinar el fin que deseamos perseguir permite fijar nuestras acciones y modos de actuar que permitirán alcanzarlo. Tener conciencia de tales fines y habituarse a elegir y obrar en relaciones a ellos teniendo en cuenta los valores necesarios, es la clave de una ética de las personas y de una ética de las organizaciones.

Los modos de actuar asumidos en funciones del sentido deseado e incorporados al carácter por repetición de actos, se llaman hábitos. Si están bien orientados reciben el nombre de virtudes y cuando no es así se llaman vicios.

Las organizaciones e instituciones también adquieren hábitos, acaban incorporando un carácter. Buscando el saber ético, y proponiéndose como principio, ayudar a alcanzar felicidad a las personas (virtudes) a través de hábitos.

En un primer sentido la ética es un tipo de saber práctico, preocupado por averiguar cuál debe ser el fin de nuestra acción para que podamos decidir qué hábitos hemos de asumir. Nos indica cómo debemos actuar, siendo muestra de que los hombres somos libres, ya que quien tiene la posibilidad de elegir en un sentido u otro es responsable de lo que elige, teniendo que responder ante uno mismo y ante la sociedad, a veces, por su impacto social, como es el caso de las organizaciones e instituciones que tienen una responsabilidad social innegable. Con ello queremos decir que responsabilidad y libertad son indispensables en el mundo ético.

El fin de las organizaciones es un fin social, porque toda organización se crea para proporcionar a la sociedad unos bienes en virtud de los cuales queda legitimada su existencia ante la sociedad. Ellas no deben perder el sentido de la actividad y los bienes internos que le son propios, como también los medios adecuados para actuar en esa dirección. Por lo tanto desarrollar al máximo las capacidades de sus colaboradores y lograr satisfacer las necesidades humanas, no podrá ser posible si no se promocionan valores de libertad, igualdad y solidaridad atendiendo a la especificidad de su actividad, como así también  la calidad, la honradez, el mutuo respeto, la cooperación, la creatividad, la iniciativa y el espíritu de riesgo.

Para diseñar una ética de las organizaciones será necesario recorrer los siguientes pasos:

1. Determinar cuál es el fin específico
2. Averiguar cuáles son los medios adecuados para lograr su fin;
3. Indagar que hábitos han de ir adquiriendo la organización en su conjunto.
4. Relación que debe existir con las distintas actividades y organizaciones,
5. Relación entre los bienes internos y externos a ellas.
6. Cuáles son los valores de la moral cívica de la sociedad en la que se inscribe
7. Que derechos reconoce esa sociedad a las personas.

¿Cuándo una persona u organización tomaran decisiones racionalmente justas?

Para responder a esta pregunta, no basta con respetar la legalidad vigente, una norma puede ser promulgada según los procedimientos legales y ser injusta, ni siquiera con respetar la conciencia moral alcanzada por una sociedad, es preciso averiguar que valores y derechos han de ser racionalmente respetados, es preciso encontrar un criterio racional, tarea que se ocupa la ética y tener en cuenta la moral crítica y no solo el derecho positivo y la legalidad vigente.

Esta indagación nos lleva a la filosofía moral o moral crítica la cual nos proporciona criterios o procedimientos para decidir cuáles son esos valores y derechos.

Aunque etimológicamente ética y moral signifiquen lo mismo, llamaremos a “ética” a la filosofía moral y “moral” a ese saber que acompaña a la vida de los hombres haciéndoles prudentes y justos.

 La ética como filosofía moral tiene tres funciones:

1. Aclarar que es lo moral. b) Fundamentar la moral. c) Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados de las dos primeras, que es lo que hoy se viene llamando " ética aplicada”.

La ética como filosofía moral posee dos partes:

• La fundamentación: ¿por qué nos comportamos moralmente? Porque:

• Los hombres son estructuralmente morales
• Los hombres tienden necesariamente a la felicidad (eudemonismo): se comportan racionalmente cuando aprender a deliberar bien sobre los medios más adecuados para lograr ser feliz.
• Todos los seres vivos buscan el placer (hedonismo): la moral es entonces el tipo de saber que nos invita a perseguir la mayor felicidad del mayor número posible de seres vivos
• Autonomía y dignidad humana (kantismo): -posición ética deontológica- los seres racionales son fines en sí mismos, tienen un valor absoluto y no pueden ser tratados como simples medios, por lo que tienen dignidad humana, derechos a ser respetados y autonomía porque son libres y autónomos.
• Todos los hombres son interlocutores válidos (ética del dialogo): la razón humana es dialógica, no se puede decidir que normas son morales si no es a través de un dialogo que se celebre entre todos los afectados por ellas y que lleguen todos a que esas normas son correctas .Desde esta perspectiva hay dos tipos de racionalidades: la comunicativa y la estratégica. También podríamos distinguir los siguientes tipos de racionalidad moral:

• Prudencial (tradición aristotélica)
• Calculadora (tradición utilitarista)
• Practica (tradición kantiana)
• Comunicativa  (tradición dialógica)

• La aplicación: tiene por objeto aplicar los resultados obtenidos en la fundamentación a los distintos ámbitos de la vida social.

La ética de la empresa es una parte de la ética aplicada, tiene que reflexionar sobre cómo aplicar los principios mencionados a la actividad empresarial, Tiene que tener en cuenta la moral cívica de la sociedad en la que se desarrolla. La ética empresarial por lo es parte de la ética aplicada y de la ética cívica.

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