Intervención Psicomotriz En Educación Física

El empleo de la intervención psicomotriz, o de cualquier metodología, forzosamente, ha de estar justificado por una previa intención educativa. La estructura psicomotriz que se manifiesta a través de la actividad del yo, se fundamenta desde la noción del esquema corporal como consecuencia de las experiencias que la misma actividad proporciona al individuo sobre sí mismo y del espacio donde se ubica. Esta estructura concebida de manera global y holística, integra cuantas dimensiones y dominios posee el hombre: el tónico-motor, el afectivo-emocional y el cognitivo o psicofuncional. En otros casos lo que se distingue en la estructura psicomotriz es la naturaleza que caracteriza cada una de las acciones psicomotrices, las conductas, clasificándolas en distintas áreas de actividad: tónica, relacional y psicofuncional.

La noción del esquema corporal, en cada individuo, se estructura progresivamente, en función del conocimiento que alcanza de su propio cuerpo y de sus posibilidades funcionales o de acción de este. Dafotaine definiría el ejercicio psicomotor como “las acciones corporales y psicofuncionales que tienen por objeto mantener, desarrollar y cuidar la armonía psicomotriz”.

Henry Wallon propone que el esquema corporal sea entendido desde aspectos vivenciales vinculados al ámbito efectivo. Para este autor, el esquema corporal es “una necesidad que se constituye según las necesidades de la actividad”, no siendo, en principio, ni una entidad biológica, ni psíquica, sino el resultado de un dialecto, de “la justa relación entre el individuo y el medio”.

Para la teoría freudiana, el cuerpo es una referencia fundamental, el origen de todas las pulsiones o la expresión de las necesidades vitales y orgánicas.

El estudio que realza Jean Piaget está situado es una constante alusión al desarrollo de las procesos cognitivos y a la estructura de la inteligencia. Paige supone que una primera etapa, lo único que posee el niño es su “propia acción”, que realiza sin tener conocimiento de sus actos y mediante la cual, lentamente, accederá a un conocimiento fragmentario de su cuerpo. En un segundo periodo, la aparición de la capacidad de aprehensión y la organización del esquema sensorio motor a través de la coordinación (visual y táctil), el cuerpo del niño llegara a ser un objeto entre otro.

J. Coste afirma que el esquema corporal “corresponde a la organización psicomotriz global, comprendiendo todos los mecanismos y procesos de los niveles motores, tónicos, preceptivos y sensoriales, expresivos (verbales y o verbales), procesos en los cuales, el nivel afectivo está constantemente investido”.

El esquema corporal se forma como consecuencia del actuar, en contacto con el mundo, y en los niveles conscientes y preconscientes. A diferencia de este, la imagen corporal, que se construirá como una recopilación de la biografía efectiva, se desarrolla en el nivel inconsciente.

De forma genérica y desde una amplia perspectiva psicomotriz, es adecuado referirse a la imagen corporal, como objetivo de si intervención o como elemento de su estrategia, que al esquema corporal.

En el ámbito de la Educación Física, la intervención psicomotriz deberá atenderse, al menos, a tres contenidos fundamentales o a tres modos distintos de conocimiento:

Conocimiento topológico de las partes que constituyen el cuerpo, de sus dimensiones, de los segmentos corporales y de sus posibilidades funcionales. Lo que habitualmente se identificaría con el esquema corporal.

Conocimiento conductual o practico y de la disponibilidad ubicando su actuación en el medio dentro de los parámetros espacio-temporales. Lo que en ocasiones se denomina auto concepto

Valoración, aceptación y vivenciación de sí mismo, casi siempre con un valor subjetivo como el de la belleza, bondad. En este conocimiento se incluirá lo que en ocasiones se identifica con la autoestima.

La actividad psicomotriz

Desde un planteamiento psicomotricista, ha de admitirse que la organización de esta estructura realiza dos aportaciones fundamentales: la maduración del individuo que va aportando nuevas aptitudes y le permite aumentar la complejidad de su relación con el medio y, por otra parte los efectos y la información que la experiencia de esta misma le proporciona.

Todas las formulaciones nos revelan la complejidad que caracteriza a la estructura psicomotriz que no exige trascender de la simple descripción del movimiento como traslación de los segmentos corporales en el espacio.

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