Intolerancia Cero

La delincuencia es algo que está a la orden del día, en mayor o menor grado, dependiendo de la situación geográfica en la que nos encontremos por ejemplo. La delincuencia la encontramos a pie de calle y incluso nosotros podemos ser partícipes de ella, aunque depende mucho del individuo. Con eso se hace referencia a que las personas más propensas a delinquir son aquellas que tiene un vínculo familiar negativo, es decir, que parten de una familia desestructurada en la cual no reciben una educación correcta. Esta conducta delictiva, también es debida a la situación escolar, la manera de comportarse en el colegio con sus compañeros, el entorno de amistades que hacen que emules lo que esos amigos hagan, te llevan a una conducta no adecuada y que puede y suele desencadenar en hechos delictivos posteriores.

Por lo tanto, un posible control en educación seria un remedio que ayudaría a prevenir posibles futuros delincuentes.

Las cárceles son un tema muy importante para el Estado, ya que cada preso le cuesta al año alrededor de unos treinta mil euros. Por lo tanto, deberíamos planearnos si el encarcelamiento masivo que se ejerce es efectivo o no, y que repercusiones puede tener. Por un lado podemos analizar que la gente que entra en prisión es claramente porque ha incumplido la ley, pero también es posible que haya personas que hayan cometido un delito menor, como puede ser el caso de una persona que haya cometido un delito de tráfico. Si excluyéramos a esas personas, entre otras, de la pena de prisión con castigos de otro tipo, podíamos conseguir ahorrar esos treinta mil euros anuales que cuesta cada preso.

Al regular el flujo de presos en la cárcel, conseguimos que los delincuentes que estén en ellas puedan recibir un tratamiento para conseguir eliminar la delincuencia en ellos, aunque muchas veces esta falle, ya que al salir de la prisión estas personas vuelven a delinquir al verse excluidas socialmente y al sentirse solas al estar en libertad. Aquí la sociedad juega un papel muy importante, ya que el estigma social que se crea hacia las personas ex presidiarias hace que estas sufran una situación, como antes se ha mencionado, de marginación, que conlleva a desencadenar conductas delictivas nuevamente. El sistema socializador debería ser el encargado de que estas personas puedan integrar-se y pasar página de su vida delictiva. Este sistema tiene como objetivo la integración y el progreso social, mediante la educación y el tratamiento. Este sistema hace entrar en debate con otro tipo, que es el sistema punitivo que a diferencia del socializador tiene como objetivo disuasorio (control del delito). Castiga a todo el que viola la ley, es decir, tolerancia cero delante del delincuente. Este sistema hace pensar que: ¿Es posible prevenir el delito con un aumento en las condenas? No por fuerza mayor conseguimos prevenir el delito con un aumento de condenas, ya que el hecho de un delincuente se dirige

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