LA BRUJITA CHIMICHANGA, SIN CUERITOS

LA BRUJITA CHIMICHANGA, SIN CUERITOS

Había una vez una brujita muy diferente, porque era una brujita de sentimientos buenos, pero no tenía ni idea de cómo ser buena. Desde pequeñita había aguantado las regañizas de las brujas, que le decían que tenía que ser mala como todos, y había sufrido mucho porque no quería serlo. Todos sus hechizos eran un fracaso, y además, no encontraba nadie que quisiera enseñarle a ser buena, así que casi siempre estaba triste.

Un día se enteró de que las brujas viejas planeaban hechizar una gran montaña y convertirla en volcán para destruir un pequeño pueblo. La brujita buena pensó en evitar aquella maldad, pero no sabía cómo y en cuanto se acercó al pueblo tratando de avisar a la gente, todos la echaron a la calle y la corrieron tirando piedras. La brujita huyó del lugar corriendo, y se sentó a llorar camino a su casa.

Tiempo después, llegaron unos niños, que al verla llorar trataron de consolarla. Ella les contó que era una bruja buena, pero que no sabía cómo serlo, y que todo el mundo la trataba mal. Entonces los niños le contaron que ser bueno era muy fácil, que lo único que había que hacer era ayudar a los demás y hacer cosas por ellos.

¿Y qué puedo hacer por ustedes? dijo la bruja.

¡Podías darnos unas chimichangas!, le dijeron alegres. (sin cueritos… jajaja)

La bruja se apenó mucho, porque no llevaba chimichangas sin cueritos, solo llevaba con mucho cuerito y no sabía ningún hechizo para arreglar eso, pero los niños no le dieron importancia, y en seguida se fueron jugando. La brujita, animada, volvió a su cueva dispuesta a ayudar a todo el mundo, pero cuando iba de camino encontró a las brujas viejas hechizando la montaña, que ya se había convertido en un enorme volcán y empezaba a escupir fuego. Quería evitarlo, pero no sabía cómo, y entonces le vinieron a la cabeza un montón de palabras mágicas, y cuando quiso darse cuenta, el fuego se convirtió en chimichangas “sin cueritos”, y la montaña escupía una gran lluvia de chamoy, valentina, pepino, salchicha y chilito en polvo (jajaja XD).

Así fue como la brujita deseando de verdad ayudar a los demás, aprendió poco a poco a ser buena, porque aunque salvo al pueblo de no morir quemados, a todos les ardían los ojos por el chilito en polvo y la valentina, y se pintaron de rojo con el chamoy.

Los niños se dieron cuenta de que aquello había sido gracias a ella, porque las chimichangas que salían del volcán, no tenia cueritos como ellos le habían pedido a la brujita, se lo contaron a todo el mundo, y a partir de aquel día nadie más en el pueblo la consideró una bruja mala. Se hizo amiga de todo el mundo ayudando siempre a todos, y en recuerdo de su primer hechizo, desde entonces la llamaron La Brujita Chimichanga.

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