LA PSICOLOGÍA HUMANISTA ROGERS Y MASLOW
Enviado por caerene • 26 de Abril de 2013 • 5.693 Palabras (23 Páginas) • 1.086 Visitas
. LA PERSONALIDAD SEGÚN ROGERS
Carl R. Rogers nació el 8 de enero de 1902 en Oak Park, un suburbio de Chi¬cago; murió en La Jolla, California, el 4 de febrero de 1987 a la edad de 85 años, tras una operación de fractura de cadera.
En 1928, antes de cursar su doctorado, comenzó a trabajar en Rochester, Nueva York, principalmente con niños delincuentes y pobres que los tribunales y agencias remitían al Departamento de Estudios Infantiles de la Sociedad para la Prevención del Trato Cruel a los Niños (Child Study Department of the Society for the Prevention of Cruelty to Children). En 1964 se unió al Western Behavioral Sciences Institute como residente. De 1968 a su muerte fue residente del Centro para el Estudio de la Persona en Lajolla, California.
1.1. FENOMENOLOGÍA HUMANISTA
El punto de vista de Rogers sobre los humanos se lo conoce normalmente como una "teoría del yo","teoría fenomenológica" o "teoría de la realización". Cada uno de estos nombres expresa algún aspecto importante de su pensamiento.
De acuerdo con Abraham Maslow, afamado ex catedrático de la Universidad Brandéis, la psicología humanista constituye una "tercera fuerza" en la psicología esta¬dounidense; las otras dos fuerzas son el psicoanálisis y el conductismo. Se puede consi¬derar que Rogers fue parte de esta "tercera fuerza".
Su enfoque está tan cerca del enfoque de Maslow que podemos considerar ambos enfoques complementarios. Rogers pensaba que cada persona vive y construye su personalidad a partir de ciertos objetivos; y el objetivo más alto sería ser feliz, autorrealizarse.
Pero Rogers le da mucha importancia a una idea que coge de un filósofo noruego llamado Kierkegaard: el único modo de autorrealizarse y ser feliz es aceptarse a sí mismo y llegar a ser quien se es sin máscaras. Rogers está convencido que toda la infelicidad de las personas proviene de no aceptarse como son y dejar que su personalidad se vaya construyendo sin trabas. Sólo cuando una persona se acepta a si misma, pierde todos los complejos de mostrarse tal y como es frente a los demás y frente a sí mismo puede realmente realizarse.
1.2. LA TENDENCIA A LA AUTOREALIZACIÓN
Como Maslow, Rogers consideró que los humanos tenían una tendencia natural a la realización. Según Rogers, los humanos necesitan y buscan básicamente su satisfacción personal y el establecer relaciones muy estrechas con los demás. Consideraba que nuestra postura frente al mundo se decidía fundamentalmente en la percepción que tenemos de la realidad y de las demás personas, por eso lo realmente interesante es buscar una buena forma de relacionarnos con el mundo[1]. Algunas personas tratan de relacionarse con el mundo de una forma más “objetiva” considerando tantas fuentes de información como sea posible (por ejemplo, diversos datos sensoriales, las opiniones de otras personas y los resultados de estudios científicos), mientras otras in¬tentan evitar el contacto con información posiblemente conflictiva (opiniones de los demás, datos de los periódicos… etc) y se comportan dando más valor a sus impresiones subjetivas.
No existe camino seguro a una "realidad verdadera" conforme a la que se haya de vi¬vir, pero Rogers creía que una postura abierta a las diferentes posibilidades nos mantendría más vivos y con más posibilidades de una buena vida. La persona debe estar abierta y sensible a las experiencias internas (sensaciones, sentimientos, pensamientos y otros) así como al ambiente externo (las opiniones de los demás, los hechos agradables y desagradables… etc).
De acuerdo con Rogers, los humanos nos encontramos en un estado de "ser y convertirnos en", siempre estamos en camino de convertirnos en otra cosa diferente de lo que somos con el fin de hacer nuestra vida más plena. Por eso es tan importante vivir en un ambiente que nos permita el crecimiento personal, que no nos estanque ya definitivamente en una horma de ser, de pensar, de sentir… etc. Solamente así es posible la realización como hombres y la felicidad.
Según Rogers, la tendencia a la realización es el único motivo básico humano. Creía que el organismo humano tiende de manera intrínseca a conservarse y a esforzarse por me¬jorar; esto es lo que quiso decir con "realización".
El ser humano es básicamente activo y si las condiciones son favorables intentaremos desarrollar nuestras potencialidades al máximo; cuando no se da este desarrollo el individuo entra en una crisis y se convierte en un ser problemático e infeliz. Los aspectos específicos del crecimiento humano varían de persona a persona; no todos harán exactamente las mismas cosas cuando las condiciones sean pro¬picias para la realización. A modo de ejemplo, un individuo podría elegir involucrarse intensamente en la vida de familia y la educación de los hijos, afanándose por realzar sus experiencias dentro de ese contexto, en tanto que otra persona podría estar muy interesada en aumentar su competencia profesional y en entablar relaciones significati¬vas no matrimoniales.
Sin embargo hay generalizaciones que son válidas, podemos referirnos a algunas que son muy importantes para el crecimiento y realización personal en todas las personas:
• La flexibilidad en vez de la rigidez.
• La apertura en vez de la actitud defensiva.
• La autonomía (mayor libertad del control externo) en vez de la heteronomía.
• Un autoconcepto positivo y realista.
Estos tres elementos pueden dar una buena pista sobre nuestra postura más dispuesta o menos dispuesta hacia la realización y la felicidad plena. Para lograr esto propone una serie de pautas a aplicar en la vida de cada uno:
1. Dejar de utilizar máscaras: no aparentar una cosa que no eres. gastamos muchas energías disfrazando nuestra verdadera personalidad. En la clase, por ejemplo, seguro que intentamos parecer mucho más adultos, seguros, violentos, despreocupados... de lo que realmente somos. Uno mismo es quien sabe mejor cómo es, pero el hecho de quitarse la máscara, de salir de la fachada que nos oculta cómo somos realmente nos da miedo, y por eso preferimos ocultarnos.
2. Dejar de sentir los «debería». La conducta de las personas está marcada por muchos elementos. Uno de ellos son las normas, que nos dan nuestros padres, la autoridad social, la presión social, etc. Hay un momento en que estas normas están tan interiorizadas, nos marcan de tal modo, que las seguimos aunque no queramos seguirlas. Es decir, hacemos las cosas porque nos han dicho) que "debes hacerlo» y no porque realmente queramos hacerlo o creamos que es la manera más adecuada de hacerlo. un ejemplo claro
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