LAS DOS CARAS DE LA INSTROSPECCION DE HAMBLET

Una de las obras cúlmines de William Shakespeare es Hamlet, que es probablemente una de las piezas teatrales más famosas de la cultura occidental, porque el hombre se cuestiona acerca de la existencia a través de la introspección. El exceso de cavilaciones que son existenciales a las cuales se ve sometido el protagonista lo hacer generar cierta duda en él que no es exactamente la indecisión.

Si bien, sin lugar a dudas esta obra abarca temas como la locura, el amor, el dolor, la ira, la venganza, la mentira y la corrupción; que toman bastante fuerza en la obra pero aquel comportamiento que se refleja mayormente en la obra es la duda, ya que, Hamlet se dedica a pensar y no a hacer, lo que debido a su investidura debiera realizar y no elucubrar.

Esa duda a la que se somete es una virtud de la razón, aquella que no se satisface con la fe, ni se deja enredar con perpetuidad en las trampas de la propia ideología, que son el conjunto de ideas que caracterizan el pensamiento de una persona. En esta obra se ve reflejado en uno de los monólogos más conocidos dichos por el protagonista: “ser o no ser, he ahí el dilema….” cuestiona el porqué de la vida si en esta hay dolor, sufrimiento, penas, entre otras cosas; y a la cual solo hay una respuesta, el temor a la muerte, a lo desconocido, ya que, todos los que se dirigen a ese lugar no vuelven lo que genera esa incertidumbre, y a que los seres sobrelleven todo los acontecimientos que nos depara la vida.

El protagonista tiene perturbaciones debido a las diferentes miradas con la que puede ver un acto y ahí se refleja nuevamente las dudas, el si hacer o no, si esta bien o mal, cosas tan sencillas pero a la vez existenciales; actos como el que pierde a su amor, Ofelia, por no actuar o demostrar este sentimiento y llevándola el mismo a la muerte, aplazar la venganza por la muerte de su padre, y un sin fin de acciones que únicamente reflejan ese carácter de un divagar eterno. Sin embargo estas reflexiones que tenia consigo mismo no solo lo llevaron a abstenerse de realizar las cosas sino que a conocerse a si mismo y madurar intelectualmente, ya que, aquellas autocriticas que se realizaba eran duras no solo se trataba de culpable sino que se desagradaba a si mismo.

En conclusión es posible decir que todas estas meditaciones, y el tiempo en el que se dedica a pensar y no actuar, por no tener la madurez para hacerlo debido a la gran responsabilidad que recayó sobre sus manos; generó que no solo afectara de un modo negativo sino que también de uno positivo en el que logro enriquecerse así mismo.

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