La Diversidad Se Convierte En Problema. El Gusto Por La Norma O El Nivel
Enviado por 0pt1mus • 16 de Septiembre de 2013 • 1.896 Palabras (8 Páginas) • 1.275 Visitas
Un camino para la igualdad y para la inclusión social
[Resumen]
Que el ser humano reciba la misma educación que cualquier otro.
La escolarización obligatoria es sólo uno de los posibles medios para recorrer el camino hacia la igualdad. Pero si cualquier individuo o grupo constituido por alguna condición (género, clase social, etnia, modo de vida, etc.), recibe una educación diferente en extensión y en calidad a la que disfrutan otros, o si no recibe ninguna, entonces seguro que se acentúa la desigualdad entre unos y otros.
Las desigualdades en cuanto a la educación tienen hoy consecuencias, más allá de causar diferencias sobre las oportunidades que vayan a tenerse. Recibir o no educación es condición para la participación en la sociedad, para desempeñar actividades y puestos de trabajo se requiere una preparación previa, así como herramientas y habilidades para adquirirla.
Las sociedades son hoy, además, cambiantes; presentan a los individuos panoramas variables y condiciones de vida en las que resulta difícil.
Los más educados podrán entender mejor esas situaciones y disponer de más capacidad y de una mayor flexibilidad para acomodarse a las condiciones inconstantes.
En sociedades y culturas de ese tipo, la persona no cultivada o con carencias y deficiencias notables en la educación queda excluida socialmente.
Sin un cumplimiento satisfactorio del derecho a la educación, no sólo la vida de cada uno se empobrece y se limita su horizonte, sino que, difícilmente, se pueden realizar otros derechos, como el de la libre expresión, la participación política o el derecho al trabajo en las sociedades avanzadas. Se trata de un derecho dirigido a facilitar la inclusión de los individuos con todas las posibilidades para participar plenamente en la sociedad. La imprescindible necesidad de considerar la educación obligatoria como un bien que tiene que estar garantizado por el Estado protector de esos derechos, invirtiendo los recursos que sean necesarios, porque es condición para la realización de la autonomía y la ciudadanía plenas. El derecho a la cultura no impide que su realización sea matizada con un currículum escolar en el que puedan contemplarse diferencias culturales.
La virtualidad más significativa que hoy desempeña la educación para todos es la de la inclusión. Si no se dan las condiciones mínimas necesarias para que las desigualdades puedan comenzar a corregirse, no sólo estamos ante un problema de injusticia, sino ante el abismo entre seres humanos que no sólo discrimina a los desfavorecidos, sino que los aparta definitivamente de la sociedad. En la cultura actual, el conocimiento es de tal amplitud, que cada vez se requerirá más atención hacia los débiles para que no queden definitivamente excluidos. La desigualdad implica distancia entre unos y otros, la exclusión supone un alejamiento irrecuperable. Ser más o menos educado, haber disfrutado o no de la escolarización, es un problema de poder ser, estar y sentirse como sujeto que se sabe a sí mismo actor en la sociedad, necesario e importante para algo y para alguien. No haber dispuesto de esa posibilidad, no sólo es un motivo de desigualdad social, sino de apartamiento del mundo.
Una sociedad en la que sus miembros se educan mínimamente no sólo queda abierta al progreso, sino que es requisito para que exista como tal sociedad. La educación socializa no sólo reproduciendo, cuando transmite conocimientos, valores y normas de conducta, sino también produciendo lazos con el mundo, en la medida en que habilita para ser y considerarse un miembro de éste. La capacidad de inclusión tiene; una proyección en la inserción en las actividades productivas, una dimensión intelectual, en tanto que capacitación para el entendimiento del mundo. La complicación de éste reclama la prolongación de la escolaridad obligatoria más allá de la enseñanza primaria, la inclusión tiene una vertiente emocional: la de poder sentirse como un actor social que interviene en su medio, un sujeto creador, libre y autónomo. Estos tres aspectos son esenciales para el equilibrio psicológico de las personas en nuestro mundo.
La importancia de la posesión de ciertos conocimientos y habilidades para poder incluirse en los procesos propios de la sociedad actual, esos contenidos tienen que ser herramientas de pensamiento, lo cual plantea condiciones a los mismos y a las formas de adquirirlos, es preciso reparar en el valor de las habilidades para aprender y comprender dentro y fuera de la escuela. Conviene no olvidar que la inclusión lo es para una cultura que es numerosa y en la que hay aceptaciones y oposiciones. Capacitado el sujeto para poder incluirse, debe tener la posibilidad de singularizarse en ese proceso, de luchar por la transformación de las exigencias dominantes para la inclusión y hasta el poder autoexcluirse.
Un camino para la igualdad y para la inclusión social
[Síntesis]
El estado tiene como obligación proporcionar la educación e incluir a todo ser humano independientemente de la condición, genero, clase social, etc. Esta nos debe de proporcionar las herramientas e instrumentos para pertenecer a la sociedad en la que nos desarrollamos pero a su vez nos permitirá una actuación funcional en donde le permita crecer como individuo.
A partir del cumplimiento de la obligación que tiene el estado de escolarizar; las personas tienen la oportunidad de la educación con la cual se desarrollaran los conocimientos y con ellos las habilidades que les permita ser parte de la sociedad con cada vez más exigencias de competitividad, pero que a la vez les brinde la capacidad de exigir y hacer valer sus derechos que le s corresponde como cuidadosos.
[Mapa conceptual]
La educación obligatoria: una escolaridad igual para sujetos diferentes en una escuela común
El derecho básico de esos sujetos a la educación, en condiciones de lo que WALZER (1993) denomina igualdad simple (una enseñanza con contenidos y fines comunes), un proyecto válido para todos con
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