La Justicia Como

La Justicia Como Vivencia

Primera Parte

La Justicia Como Vivencia de los Individuos

De Miguel Villoro Toranzo

En esta primera parte el autor hace referencia a tres puntos fundamentales para la explicación de su postura, que son, en primer plano las potencialidades del alma, es decir, la inteligencia y la voluntad; en segundo plano hace referencia a los tres niveles, físico-químico, sensitivo y psíquico superior, niveles entrelazados que muestran la naturaleza del hombre; y en tercer plano la relación que encuentra entre el derecho y el amor, que a pesar de que pareciera irracional o utópico es bastante lógico y claro.

Para empezar con este somero reporte, lo hago con la aseveración que hace el autor y que comparto respecto del hecho que menciona que el ser humano tiene un impulso a la justicia, y es entonces cuando se menciona en la lectura que las facultades propias del ser humano es decir, la inteligencia y la voluntad tienen dentro de sus fines el controlar y ordenar los impulsos inferiores.

Y se controlan lo impulsos inferiores con la capacidad que tiene el hombre de elaborar un juicio valorativo respecto de lo justo y de lo injusto, es esta una de las primeras razones por lo que encuadra a la justicia como una virtud y una vivencia, por que

a pesar de que el hombre tiene un impulso a la justicia, el juicio de valor que realiza para desentrañar si algo es justo o no, es propio de la razón.

El hombre tiene tres niveles en los que opera el llamado impulso vital, mismos que fueron mencionados en el primero párrafo, y de la conjunción de esos tres niveles se obtienen dos resultados, siendo el primero el desarrollo de todas las energías que deberá exteriorizarse con un desarrollo integral del ser humano y la segunda el desarrollo de la personalidad.

Entendiendo entonces la personalidad como, la unidad de integración de los impulsos psicosomáticos o instintos, creencias, expectaciones, deseos, valores, etc.; siendo la clave en este punto la palabra integración, ya que el objetivo de toda persona es tener en determinado momento de su vida una personalidad madura, objetivo que se logrará al conseguir la máxima capacidad de integración posible.

Sigue exponiendo el autor que la personalidad tiene ocho etapas sucesivas, y del éxito o fracaso del desarrollo de la personalidad en cada una de ellas dependerá en mucho el carácter de la persona y en menor grado el temperamento.

Y es que si se alcanza el éxito en cada una de ellas se habrá desarrollada, la confianza, la autonomía, la capacidad y el

gusto por las relaciones humanas ( entenderá la importancia de la sociedad), desarrollo de habilidades, encontrar identidad, desarrollar vínculos humanos, sentido de paternidad y al final serenidad y respeto.

Éxito que tardará toda una vida en alcanzarse

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