La Ruta Del Hielo Y La Sal

La ruta del hielo y la sal es un libro que comienza hablando de un capitán y su embarcación llamada Demeter. La tripulación estaba compuesta por muy pocos tripulantes a bordo, solo siete y el capitán.

El libro esta narrado en primera persona. El protagonista narra sus deseos y fantasías a lo largo de toda la trama, en los cuales se ve envuelto por sus gustos homosexuales, los cuales lo llevan a desencadenar un sinfín de situaciones.

El protagonista narra como son sus sentimientos hacia sus hombres, la manera en que los desea. Empieza diciendo como fueron sus rutas anteriores, todas sobre hielo, como veía a sus marineros cubrirse del inmenso frio bajo telas, ahora se encuentra bajo sol, donde todo es sal en sus marineros, con su sudor deslizándose sobre su piel, sudor que corre libremente entre sus músculos. El los mira con deseo, pero los demás lo interpretan como una orden, por que no saben realmente las preferencias de su capitán, incluso le pagaban mujeres, el escogía a aquellas que parecieran mas hombres que mujeres, y cuando tenían relaciones el trataba de pensar que era otra persona, otra que realmente quería que fuera quien estuviera ahí, compartiendo esos deseos de estar con el.

Aunque el quisiera que sus hombres anduvieran desnudos en su barco, no puede permitirlo, pues no puede permitir que se burlen de su autoridad y disciplina. No deja que anden desnudos, pese al enorme calor que los azota, a nadie, pues para el no hay favoritismos por eso es muy difícil encontrar una tripulación como la que tiene.

Siempre que llegan a su destino, él tiene miedo de que lo abandonen, y ha sucedido, pues ya se han ido varios de sus hombres, pero llegan más. Aunque el siempre espera que no se vayan, pero que lo hagan por el o por el barco sin embargo lo hacen por que es muy difícil encontrar un trabajo.

En un anochecer, llegaron al puerto un grupo de szaganys, eran gitanos, quienes iban a entregar solo un cargamento. Al llegar se sintieron extraños, el lugar les pareció desconfiado. El capitán se acercó a uno de ellos, dejando al descubierto sus deseos, explorándolo con sus caricias, y tocando su cuello áspero con su labios, saboreando la sal que hay en el, esto hace que haya una erección en el, mientras el tiembla pero no de miedo. Los demás los miran sin decir nada, ni con palabras ni con miradas. Fue entonces cuando el capitán decidió retirarse. El gitano termino su trabajo dejándole una frase de por medio “Denn die Todten reiten schnell” «Porque los muertos van de prisa» La frase anterior se vería explicada mas adelante, cuando el nudo de la novela.

Durante su viaje se vieron experimentadas demasiadas cosas. Como sueños en los cuales el protagonista tenia relaciones con alguien, sacando todos esos deseos de placer que tenía guardado. Pero en otras situaciones él se produce ese placer, pues se masturba hasta llegar a un punto de eyaculación, pero aun así sabe quien maneja eso, solamente el. Y sabe que así serán todas las noches.

En uno de sus sueños, mientras el satisfacía sus deseos de placer, despertó y se dio cuenta que no era alguien quien estaba ahí, es decir no era una persona, sino una rata blanca, gorda y peligrosa, sin miedo a nadie, el miro su entre pierna pensando que esta lo había mordido, sin embargo solo tenia una mancha blanca. De semen.

Después de eso, los marineros descubrieron que en la embarcación había un nido de taras blancas, las cuales peleaban contra otras para marcar su nuevo territorio, llegando al punto de morderlas y matarlas. El capitán y los demás quedaron de acuerdo en que debían dejarlas en la bodega aunque se mataran unas a las otras, pero que no salieran de ahí para no matar a nadie.

En los días siguientes el capitán empezó a sentir un tipo de deseo por su primer oficial, él era amable no por que lo quisiera, sino por que debía serlo, pues era su capitán y debía guardarle respeto. Pero al capitán mientras mas lo ve, mas lo desea, le gusta su cara, su barbilla, sus músculos, en fin todo el. Tanto que le gustaría penetrar en su interior. Pero esto no pasa de ahí, solo deseos.

Pasaron los días y avanzaban de lugar mientras pasaban otros hechos más o menos importantes,

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