La Ultima Niebla
Enviado por kaarina97 • 22 de Septiembre de 2012 • 1.655 Palabras (7 Páginas) • 737 Visitas
La última niebla
María Luisa Bombal
Daniel: Primo y marido
Regina: Esposa de Felipe
Felipe: Hermano de Daniel
Andrés: Hijo del jardinero.
Tras la lluvia la casa de campo goteaba por todos lados. Acabábamos de llegar, Daniel tras una extraña mirada de los sirvientes, les explica que yo soy su nueva esposa. Hace 1 año él realizó la misma ruta con su primera mujer, que él adoraba y que murió 3 meses después.
-¿Qué te pasa?- le pregunto.
-Te conozco demasiado, desde pequeños nos bañábamos juntos y yo con Felipe husmeábamos a todas las que se bañaban en el lago.
Yo también lo conozco, pero esa angustia en sus ojos es nueva para mi.
Pasamos a comer.
-¿Para que nos casamos? – pregunta Daniel.
-Por casarnos – respondo.
-Tienes suerte, ya no serás una solterona como tus hermanas.
Ya en el dormitorio , Daniel vuelve la cabeza, se le escucha un raro ronquido, al segundo comprendo que esta llorando, finjo absoluta ignorancia a su dolor. A la mañana siguiente me informan que Daniel salió al alba camino al pueblo.
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Observo a la muchacha en el ataúd blanco, su rostro descolorido, vacío. Silencio, un gran silencio, un aterrador silencio que empieza a crecer en mi cabeza. Salgo desesperada de la casa y me voy a bosque traviesa para despejarme, sin embargo el silencio continua, tengo miedo y por primera vez reacciono violentamente contra el asalto de la niebla. ¡Yo existo, yo existo! – digo en voz alta- y soy bella y feliz. Tengo miedo y emprendo una carrera desesperada hacia mi casa, en el camino veo a Daniel quien me grita que Felipe, su mujer y un amigo nos visitan.
Entro al salón y veo 2 cuerpos que se separan torpemente, es Regina y su amigo, ella me mira con cólera y yo me retiro en silencio.
En mi habitación me suelto el cabello, Daniel me ha obligado a recoger mis cabellos, pues debo parecerme a se primera mujer, ella era perfecta. Mi cabello no es el de antes, nadie me dirá que tengo lindo pelo. Bajo a ver como Regina toca el piano, ella se para cerca mío, su palidez refleja intensidad de vida, parece que hubiera vertido fuego, salgo al jardín, huyo, me siento desfallecer. Me quito la ropa, observo mi cuerpo y me sumerjo en el estanque, tibias caricias de corrientes me penetran.
A la mañana siguiente los hombres salen de caza, pero ya es de noche y los espera fuera de casa, por fin llegan.
¿Buena suerte?- interrogo.
¡Maldita niebla!- rezonga Daniel.
La niebla se estrecha cada día más contra la casa, sueño que penetra en la casa y se adhere a mi cuerpo.
Llegamos a la ciudad, nos reunimos en el comedor con mi suegra y tomamos un poco de vino para calentar el cuerpo.
Mi dolor me cansa, me siento débil, pero no puedo dejar de sonreír.
Nos acostamos , pero a media noche despierto sofocada.
-Me ahogo. Necesito caminar ¿me dejas salir?
-Haz lo que quieras- y sigue durmiendo.
Me visto y tomo el sombrero de paja, la pena aumenta, camino por avenidas y repaso lo que será la vuelta al campo con la misma rutina de todos los días.
Sigo andando pero no me siento capaz de huir, de morir si me siento capaz, llego a una plazoleta y me apoyo en un árbol, de reojo noto una sombra junto a la mía, volteó y frente a mí un joven que siento desprende calor. Siento que lo esperaba, lo abrazo y él me besa, me guía a su casa, subimos , escalera de la mano, penetro en la habitación que se ilumina de pronto, la neblina aletea en vano en la ventana. Él se desnuda, luego me desviste, yo me someto callada y palpitante.
Cuando despierto , mi amante duerme plácidamente a mi lado. Observo que tiene una cadena de 1ª comunión. Me visto y me voy. Me siento feliz, mi cuerpo está impregnado de su aroma.
Pasan los años, me veo más vieja, pero que importa si conocí el amor, tuve una hermosa aventura, gracias a su recuerdo puedo soportar una larga vida de tedio. Me levanto en las noches y escribo: “He conocido el perfume de tu hombro y desde ese día soy tuya. Te deseo. Me pasaría la vida tendida , esperando que vinieras a apretar contra mi cuerpo tu cuerpo fuerte y conocedor del mío, como su fuera su dueño desde siempre.”
Escribo y rompo
Solo quiero estar sola para soñar con él , ayer por ejemplo deje en suspenso una escena de celos de mi amante.
En esta mañana de sol busco mi sombrero de paja, pero no lo encuentro y deseo no encontrarlo , pues lo he olvidado aquella noche, algo nos une, algo material, mi amante tiene mi gorro de paja.
Estamos en nuestro 10º aniversario
Hoy he visto a mi amante al atardecer, cuando me bañaba en el estanque, de repente divise un carruaje que se acercaba
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