La Ultima Niebla
Enviado por osopxndx • 17 de Octubre de 2012 • 1.694 Palabras (7 Páginas) • 665 Visitas
La última niebla es narrada en primera persona, a forma de diario personal, por una mujer cuyo nombre se desconoce, pero se denominará, para comodidad del lector, como ELLA.
ELLA acababa de contraer matrimonio con su primo Daniel, quien hacía menos de un año enviudó de su primera mujer. Ambos sienten que se conocen muy bien, cada gesto, cada sonrisa, cada milímetro de sus cuerpos. El matrimonio se realizó repentinamente y Daniel no advirtió a su gente sobre el enlace. Ese mismo día, Daniel le avisa a su mujer que su hermano Felipe y su cuñada Regina vienen de la ciudad a visitarlos.
Al día siguiente, ELLA sale a dar un paseo y una sutil neblina diluye el paisaje. Divisa a su marido quien le avisa que Felipe, Regina y un amigo ya llegaron. ELLA entra al salón y se encuentra a Regina en los brazos de un hombre desconocido, pero sigue su camino sin pronunciar ninguna palabra. Al día siguiente los hombres salieron de caza y Regina no cesó de protestar ásperamente contra los caprichos intempestivos de sus maridos.
Al caer la noche, ELLA siente un dolor punzante y sale para refrescarse, en ese momento los hombres regresaron con sus trofeos de caza y el amante de Regina le sonríe a ELLA, quien se siente intimidada por su presencia y lo escruta con su mirada para distinguir sus atributos físicos.
La madre de Daniel invita a sus hijos a pasar un tiempo con ella en la ciudad. La pareja se hospeda en una posada. Esa noche, mientras ELLA duerme, tiene la sensación de que se ahoga y se levanta para dar un paseo. Daniel está tan dormido que la deja hacer lo que quiera y ELLA se echa a andar, calle arriba. Durante su paseo piensa que le da tristeza tener que marcharse de la ciudad y regresar a su aburrida rutina del campo y su marido. No se siente capaz de huir y la muerte le parece una aventura más accesible que la huida. Entre la oscuridad y la niebla, vislumbra una pequeña plaza y se sienta en una banca. De pronto un hombre joven de ojos muy claros en un rostro moreno se postra frente a ELLA. ELLA comprende que lo esperaba y que debía seguirlo adonde fuera. Le echa los brazos al cuello y él la besa. Ambos se dirigen a una calle estrecha y en pendiente, se introducen en una casa un poco oscura y pasan la noche juntos llena de pasión y amor.
Cuando ELLA despierta a la siguiente mañana temprano, su amante continúa dormido. ELLA desconoce su nombre o su voz, pero se viste con sigilo y se va a tientas de regreso a la posada con su marido. Cuando ve a Daniel, siente que lo compadece, mas nunca le confesará lo ocurrido esa noche.
Diez años han pasado ya desde que ELLA estuvo con su amante por primera y única vez. Continúa fantaseando con aquella noche y se imagina distintos nuevos encuentros con él.
Una tarde en la que se sentía un viento especial, ELLA estaba nadando en el estanque, cuando de pronto pasó un carruaje en el que venía su amante. ELLA se quedó perpleja porque estaba segura de que era él, y su amante le sonrió en la distancia. Como ELLA no podía creer lo que había ocurrido, le preguntó a Andrés, el cuidador del estanque, si había visto aquel hombre y la manera en que le sonrió. Andrés afirmó haber visto la escena.
ELLA sentía que su amante estaba cerca, pero todavía no la llamaba y tendría que esperar a tener otro encuentro. A menudo, cuando todos duermen, se incorpora de su lecho y escucha los pasos de su amante, una cabalgata enloquecida de perros y nuevamente reina el silencio.
Después de una semana, Andrés le informa a ELLA que vio alejarse a todo galope, camino a la ciudad, la carroza en donde venía su amante.
Hacía tiempo que Daniel no la besaba, pero una noche, volvieron a tener relaciones íntimas. Daniel, quien siempre había deseado que ELLA se comportara y se viera como su primera difunta mujer, esta vez parecía estar realmente con su mujer. ELLA se sintió hundirse en la miseria por haber traicionado a su amante.
Con el tiempo, ELLA dejó de distinguir las facciones de su amante y decidió escribirle una carta a su amante. Fue entonces cuando se produjo el milagro, durante su segundo encuentro con Daniel, idéntico al anterior pero con una dulce sonrisa de amos de por medio. ELLA concluye en su carta que todo lo que pasó con su amante fue un capricho de verano.
El tiempo transcurre, y en una noche como la presente, ELLA encontró a su amante. Le pidió permiso a su esposo para salir a caminar, pero Daniel se extraña mucho de que quiera salir tan tarde cuando nunca antes lo había hecho. ELLA le recuerda que varios años atrás, en la ciudad, salió a pasear durante la noche, con el debido permiso de su marido, y se encontró con un hombre en la calle. Daniel reconoce que esa noche habían tomado demasiado y seguramente
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