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La calidad de la educación superior con principios éticos y medioambientales en el Paraguay y los desafíos del siglo XXI


Enviado por   •  9 de Agosto de 2019  •  Ensayo  •  1.176 Palabras (5 Páginas)  •  416 Visitas

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La calidad de la educación superior con principios éticos y medioambientales en el Paraguay y los desafíos del siglo XXI.

AUTORA: Lic. Cynthia Karina Ramírez Gallagher.

Considerando la clase de sociedad que tenemos actualmente podemos darnos cuenta de la confusión social en el cual estamos inmersos. Vivimos una crisis donde se han perdido formas de vida y de pensar que marcaron por mucho tiempo el norte de las personas, sufrimos la falta de comunicación que es la base de la relaciones humanas; dando lugar a individuos cercanos físicamente, pero que viven en soledad donde el arma letal son los medios de comunicación.

        Estas nuevas circunstancias de la sociedad en la que vivimos inciden de manera importante en el campo de la educación superior, que se ha visto avasallada  por tendencias mercantilistas donde el factor económico pesa mucho más que la excelencia académica y científica. Por su parte, la globalización prepara el capital humano para incorporarlo al aparato productivo; y de esta forma la educación que estaba destinada al desarrollo de los individuos tanto intelectual como espiritualmente ha pasado a responder a las necesidades del mercado.

La universidad no puede estar sujeta a las necesidades del mercado porque tiene una misión más alta: la consolidación del conocimiento adquirido y el progreso dela verdad. La labor científica y humanística no está sometida a los avatares cambiantes de la producción y el consumo; rebasa también la mera aplicación del saber hacerenlas profesiones liberales y técnicas; tiene como condición la búsqueda desinteresadade la verdad y, como actitud, la crítica. Por lo tanto, la universidad, para cumplir con esa tarea, no puede depender de los intereses particulares de empresas y burocracias estatales; tampoco puede tener como fin la rentabilidad de su trabajo. Si por eficacia se entiende rentabilidad, la universidad no tiene como fin específico esa eficacia (Villoro, 2000).

Con esto hacemos frente a preguntas que no quieren callar: ¿Cómo reconquistamos los valores perdidos?, ¿Cómo crear una escala de valores que considere los valores antiguos pero a la vez se ajuste a los avances de la vida actual?. Estos cuestionamientos nos deberían llevar a una reflexión criteriosa.

        Cuando vemos a un joven llegar a la universidad, lo vemos llegar con su escala propia de valores, con el bagaje de toda una vida donde la familia ha jugado un papel fundamental. La universidad trae consigo una serie de incógnitas propias del nuevo status que representa, y es ahí donde la formación integral cobra vital importancia; teniendo en cuenta que es una fase de la vida donde existen mayores posibilidades para la afirmación de los valores ya adquiridos y la adquisición de otros que regulen actitudes que inspiren  en el ámbito profesional.

        Los valores fundamentales que deben regir el actuar universitario y en particular la enseñanza universitaria deberían ser la honestidad, disciplina, sensibilidad social, igualdad, respeto, amor a la profesión, responsabilidad, etc.; que llevan a una convivencia armoniosa, dejándose de lado la competencia desmedida por lograr la eficacia y eficiencia a cualquier precio. La universidad debe formar profesionales que actúen conforme la formación integral que han recibido, que demuestren su concepción humanista, su actitud responsable y comprometida con la sociedad. Todo esto trae al tapete la calidad de la universidad como institución socializadora y formadora.

        En este aspecto considero que la formación de valores en el entorno universitario no debe limitarse a un proceso de transmisión de información del profesor al estudiante, donde es el alumno quien recibe conceptos; al contrario debería darse en un proceso completo y constante de comunicación entre profesores y estudiantes; donde el estudiante asuma una actitud activa frente a  dichos conceptos para la construcción de su escala de valores. Es decir que la adquisición de valores no depende de una lección dentro de una sala de clase, sino que deben estar relacionadas con experiencias de vida enriquecedoras favorecidas por la forma como se vive el hecho educativo y la interrelación que se da entre docentes y alumnos. Debe ser un proceso centrado en el ser humano.

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