La ciudad y los perros.

La ciudad y los perros

El libro escrito por Mario Vargas Llosa pertenece a la corriente del realismo, está basado en su propia experiencia, ambientado en Lima, nos cuenta la historia de un grupo de estudiantes de último año del Colegio Militar Leoncio Prado, en el cual vemos los amores, desamores, peleas y conflictos de los personajes. La novela se asemeja a una crítica de la sociedad peruana en los años 50, representa los grandes conflictos que ocurrían en esa época, las diferencias de las clases sociales, el racismo, el autoritarismo militar, la corrupción, entre otros. Cuando se publicó causó un escándalo en el Perú, especialmente en los militares de la comunidad leonciopradina, ya que consideraban que los hechos expuestos denigraban totalmente a la institución.

 Esta obra pertenece al Boom latinoamericano, el cual se caracterizó por la publicación casi simultánea de las primeras obras de una generación que, a través de sus escritos denunciaban una realidad común que rompía las fronteras y alcanzó una difusión mundial.

“Pero no olvide tampoco que lo primero que se aprende en el Ejército es a ser hombres. Los hombres fuman, se emborrachan, tiran contra, culean. Los cadetes saben que, si son descubiertos, se les expulsa. Ya han salido varios. Para hacerse hombre hay que correr riesgo, hay que ser audaz. Eso es el Ejército, Gamboa, no sólo la disciplina.”

La discriminación es un tema presente en la mayoría del libro, los personajes muestran en variadas ocasiones los prejuicios que tenían sobre sus otros compañeros, basándose en su lugar de procedencia, hay una “lucha” de razas, los de descendencia andina son insultados y llamados “cholos”, los “blancuchos” son caracterizados como personas delicadas y soberbias y a los “serranos” se les denominaba traicioneros. El color de la piel determina una posición en la sociedad, los “blancos” tienen más privilegios y los “morenos” no tienen acceso a las mismas oportunidades.”

“Y cuando el Ricardo se curó me dijo: cuídate siempre de los serranos, que son lo más traicionero que hay en el mundo. Nunca se te paran de frente, siempre hacen las cosas a la mala, por detrás. Esperaron que yo estuviera bien borracho, con pisco que ellos mismos me convidaron, para echárseme encima.”

“Una vez vi a Arróspide en la calle, en un carrazo rojo y tenía camisita amarilla, se me salió la lengua al verlo tan bien vestido, caracho, éste es un blanquiñoso de mucho vento, debe vivir en Miraflores.”

Otro hecho importante que está presente en el libro es la corrupción que existe dentro del Colegio Militar. Los militares siempre se muestran en control de todo, imparten severos castigos y son muy estrictos con los estudiantes. Pero al final del libro, se muestra la hipocresía que existía en esos tiempos, porque cuando muere el “esclavo”, ellos intentan de todas las formas posibles demostrar, que la muerte fue un accidente causada por el fallecido y que ellos no tuvieron culpa alguna en ese hecho, aun cuando un estudio de balística demuestra que la bala que causo la muerte vino desde atrás.

“-No -dijo el coronel- Acabo de hablar con el médico. No hay ninguna duda, la bala vino de atrás. Ha recibido el balazo en la nuca. Usted ya está viejo, sabe de sobra que los fusiles no se disparan solos.”

“-Eso es otra cosa -dijo el mayor-. Es evidente que en el quinto año se burla la disciplina. No cabe ninguna duda. Pero en este caso los responsables son ustedes. Capitán Garrido, el teniente Gamboa y usted se van a ver en apuros. Los muchachos se los han comido vivos. Veremos la cara del coronel cuando sepa lo que pasa en las cuadras. No puedo hacer nada, tengo que pasar el parte y poner en orden las cosas. Pero -el mayor intentó nuevamente morderse el bigote-, lo otro es inadmisible y absurdo. Ese muchacho se pegó un tiro por error. El asunto está liquidado.”

...