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La esencia literaria de Dios

nenita337 de Diciembre de 2012

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La esencia literaria de Dios

Por

Fernando Ángel Moreno Serrano y Laura Gómez Rubio.

(Revista Crítica Abierta).

El porqué de la concepción humana de un Dios, esa necesidad de

hablar de un ser superior que nos trasciende, continúa

provocando debates desde todas las disciplinas humanísticas.

En este estudio nos hemos planteado la relación que tiene el

origen del concepto dios/dioses con la Literatura.

A todos ha podido llamarnos la atención la manera en que el

origen del mundo, e incluso de los dioses, queda siempre

plasmado por los distintos pueblos y civilizaciones de manera

literaria. En este sentido, no existen tratados de teología

como tales hasta muy avanzada la historia escrita y podemos

fijarnos en cómo el ansia por dotar de poesía lo teológico ha

sido referencia común de todas las culturas antiguas.

¿Por qué?

DATOS AUTORES

Perfil/Área trabajo

Arte y Estética.

Ciudad de residencia

Madrid.

Web personal: Visitar

TEXTO

PUBLISHER ORIGINAL

WWW: Crítica Abierta

ISSN: 1575-7374

Depósito legal:

M-32726-1998

Publicación afiliada a Ideasapiens

¿Podemos afirmar sin más que se trata de una invención fantástica?

No basta, de ninguna manera. ¿Podemos defender que tanto la Historia

como muchas otras disciplinas han estado cargadas en las culturas

antiguas de Literatura? No basta, pues la mayoría los textos,

jurídicos, científicos e históricos han soportado mucha menos carga

poética que los religiosos (comparemos el Código de Hammurabi con el

Enuma Elish, sin ir más lejos).

Tras muchas lecturas y discusiones, el tema ha requerido especial

atención; unas breves reflexiones y unas cuantas relecturas de

algunos textos fundamentales, han dado material suficiente para este

artículo que, aunque nunca dará respuestas definitivas, intentará

abrir una vía en forma de ensayo reflexivo que llegue a discutir

consigo mismo y con el lector.

El proceso de reflexión parte de una intuición despertada por la

lectura de textos de distintas culturas anteriores al cristianismo.

Esta intuición quedaría resumida de la manera siguiente:

1.- Asumimos la idea de religión como una forma de conocimiento

metafísico, por el cual un individuo se plantea sus inquietudes

vitales ante posibles realidades de explicación metacientífica

relacionadas con aspectos trascendentes de la existencia.

2.- De un modo similar, la expresión de este conocimiento metafísico

se plasma en forma de mitos de origen. No todos estos mitos de

origen han de mantener una relación estrecha con la religión, pero

sí es muy habitual.

3.- El ensayo se plantea a partir de la concepción de la disciplina

Literatura, y en su extensión tanto física como conceptual de Arte,

como el lenguaje de dicha expresión mítico-religiosa, es decir, el

código en el que mito y religión se sustentan en las culturas a las

que hacemos referencia.

Guiado por estas premisas, el método de trabajo ha sido el

siguiente:

1.- Lectura de estudios sobre el sentido de Dios. Elegimos dos

libros como muestra de dos posturas complementarias: una más

metafísica (DIEL, 1986), otra más pragmática (BOWKER, 1977).

2.- Lectura de los textos a través de la mitocrítica y el

mitoanálisis (insistiendo en las clasificaciones por motivos y

mitemas).

3.- Estudio comparativo.

4.- Conclusiones personales.

El presente ensayo recoge sólo el punto 4, parte menos mecánica, por

resultar de los tres primeros puntos y por suponer una aportación

personal.

Como acabamos de plantear, existen tres puntos de partida para este

estudio: los textos literarios, la teoría de los mitos y los

estudios (sociológicos, antropológicos, psicológicos, artísticos,

teológicos) sobre la necesidad humana de la existencia de la

divinidad.

Respecto a los estudios, defiende Bowker que no existe una única

explicación a la que podamos acudir para tratar el problema del

origen de la idea de dioses. Según el autor, no se pueden establecer

leyes universales sobre la conducta humana basándose en teorías

simples, como la de Freud (psicoanalítica), la de Durkheim

(sociológica)... que al final suponen un limitado reduccionismo

cuando son propuestas por separado sin un esfuerzo sintético de

establecimiento de relaciones. Las teorías han de ser tan complejas

y exhaustivas como lo es nuestra propia existencia.

No por ello debemos rechazar teorías simples. Sin embargo, en vez de

ser observadas como opiniones opuestas, deberían sumarse al conjunto

como complementarias, para formar el complejo sistema exigido por

Bowker; él mismo acepta casi todas las teorías particulares sin

despreciarlas.

Una de estas teorías, analizada por Bowker, enlaza perfectamente con

aspectos relacionados con los numerosos textos de diferentes

culturas acerca de los dioses que hemos estudiado. La teoría,

defendida por Müller, plantea un origen literario de la idea de

Dios, por la cual los hombres expresan sus observaciones de la

naturaleza de forma antropomórfica. De este modo, en lugar de decir:

es de noche, personifican como Silene (la luna) ha dado a Endymion

(el ocaso) un beso de sueño.

De aquí, por pura literaturización, pueden ir apareciendo nuevos

dioses, nuevas acciones, nuevas relaciones... dando lugar a una

narración más o menos compleja: una mitología y, después, ¿una

religión? Según Müller, el mito es una enfermedad del lenguaje

(BOWKER, 1977). Bajo esta premisa, se entiende el mito como una

perversión del lenguaje cotidiano, el cual ve alterados los

significados de sus elementos en función de las nuevas

significaciones y relaciones establecidas por el mito. El proceso se

extiende a lo largo de las distintas versiones del mito e incluso de

las familias míticas que van creándose. No basta este planteamiento

para justificar el nacimiento de los dioses, pero sí se nos presenta

como un primer acercamiento a las formas metafóricas de acercamiento

mítico aportadas por un individuo en un momento dado. Existe en el

lenguaje, por tanto, una tendencia a la literaturización de la

realidad más externa, un elemento en el que toda cultura se mueve

con comodidad.

Esta idea de enfermedad del lenguaje nos pareció muy vinculable con

la naturaleza del fenómeno literario tal y como aparece en los

textos arriba mencionados. De esta manera, releyendo éstos y

analizando otros, como los aztecas o los de la India, iniciamos el

estudio que nos llevaría a las siguientes conclusiones.

Desde este punto de partida existía un factor que había despertado

especialmente nuestra curiosidad: como ya hemos apuntado, todos los

escritos que encontramos sobre los dioses son textos literarios, en

el sentido de que emplean elementos retóricos de todo tipo buscando

un efecto estético; desde la anáfora hasta la alegoría.

Resulta fundamental preguntarse por qué se trata siempre de textos

literarios. Evidentemente puede existir un fin didáctico derivado de

las ansias por comunicar una idea. Estas ansias de comunicación

...

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