La muerte como espectáculo

La muerte como espectáculo 

por Michela Marzano

Según Marzano, ¿cómo pasamos de la ficción de horror a la realidad horror? Explique cada concepto y luego elabore.

La ficción de horror es cuando la violencia presentada es actuada para algún propósito artístico o de entretenimiento, para informar sobre un hecho histórico o para llevar a cabo un mensaje a sus receptores. Por ejemplo, todos los años se producen películas de acción donde se muestran muchas escenas violentas y sangrientas, pero estas se componen de personajes y sucesos ficticios.También, hay videojuegos de guerra donde puedes matar y llevar a cabo actos violentos, sin embargo son horrores de embuste y en realidad no estás matando a una persona o cometiendo esos actos. Al contrario, la realidad horror es cuando los sucesos violentos le ocurren a personas de verdad. Los hechos violentos y macabros en la realidad horror le están ocurriendo a personas reales que reciben un maltrato que no eligieron. Las películas snuff son un ejemplo de realidad horror, en esas películas enseñan degollaciones, asesinatos, violaciones o torturas de personas. Además, estos vídeos de realidad horror tienen como objetivo paralizar el pensamiento y la reflexión causando que vayas desarrollando una fascinación hacia la sangre o la indiferencia. Poco a poco, la ficción de horror a pasado a la realidad de horror porque según Marzano, ya no existe una diferencia entre la ficción y la realidad. La barrera entre la realidad horror y la ficción de realidad se ha vuelto difusa y porosa, lo cual ha causado la normalización o neutralización en las personas. Un caso fue la producción de una serie estadounidense 24 horas, que alcanzó quince millones de espectadores, que demostraba muchos métodos de tortura lo cuales luego se empezaron a llevar a cabo en vida real en otros países. Las personas al ver esa ficción de horror encontraron nuevas maneras de torturar y la convirtieron en una realidad horror haciéndolas a personas reales. También, estos vídeos cambian de naturaleza cuando los islamistas los comienzan a usar como forma de propaganda, para reclutar a personas que quieran intensificar su odio hacia los occidentales. La ficción de horror ha ayudado a desarrollar la realidad horror que de los vídeos más recientes se puede ver como han imitado las reglas del arte y siguen un guion. Ya los vídeos de ejecuciones se producen con gran facilidad, como si fuese una escena de Hollywood. Esta frontera difusa que hay entre la ficción de horror y la realidad horror nos hace cuestionar si lo que estamos viendo es real o no, ya no se puede distinguir.

Para Marzano, ¿cómo nos afecta la difusión de la violencia cuando no hay un filtro de lo que se puede o no ver?

Cuando no hay un filtro de lo que se puede o no ver no dejamos espacio para la imaginación. Con la existencia de películas snuffs o happy slapping (son vídeos de agresiones físicas que graban con el propósito de publicarlo), el ser humano comienza a desarrollar una fascinación por la violencia. Las personas al ver estos vídeos los encuentran divertidos, entretenidos y en algunos casos gratificantes. Actos barbáricos nos dejan de sorprender y nos acercan a la indiferencia. Estos vídeos invaden nuestra conciencia y hacen que empecemos a ver la violencia como algo normal y deje de afectar nuestros sentimientos. La lectura enseña comentarios de personas que ven los vídeos de realidad horror y algunas de sus opiniones son como unos pocos sienten repugnancia sobre lo visto y otros se quejan de cómo el vídeo no tenía buena calidad, no se escuchaba bien los sonidos de las personas siendo degolladas o que eran el peor vídeo de degollación que habían visto. Tener la exposición a todos estos vídeos de realidad horror como ficción de horror no nos dejan darnos cuenta de cuáles son reales y cuáles no. El ver todos estos tipos de horrores sin filtro ya no tendríamos que imaginarnos de las peores cosas si ya las tenemos bien accesibles, al alcance de nuestros teléfonos o computadoras. Sin un filtro poco a poco vamos alimentando a esa indiferencia que resultará en la pérdida de nuestra sensibilidad hacia la humanidad. Además, la propagación de estos vídeos los han invocado como el derecho a los ciudadanos a ser informados. Los vídeos de propaganda sin filtro han causado una gran curiosidad en muchas personas que los hacen pasar el esfuerzo de estar horas buscando estos vídeos para compartirlos, verlos y a veces verlos repetitivamente. En nombre de la libertad de información, de conocer y tener una opinión propia es que estos vídeos se dejan propagar tan fácilmente por las redes. Todos tenemos el derecho de ser informados, pero ahí es donde un filtro tiene propósito. Con un filtro no tienes que exponerte a esa realidad horror tan directamente, o sea sabrás que está ocurriendo, pero no tienes que afectar tu sensibilidad viendo crudamente las escenas barbáricas.

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