La pedagogia de la autonomia

Ensayo

LA PEDAGOGÍA DE LA AUTONOMÍA

Paulo Freire

Introducción

El presente ensayo es la interpretación del libro de la “Pedagogía de la autonomía” del pedagogo  Brasileño Paulo Freire que está dividido en tres capítulos: No hay docencia sin discencia, Enseñar no es transferir conocimientos y Enseñar es una especificidad humana.

Bueno en la descripción de cada uno de los capítulos  son de mucho valor e interés  para nuestra formación como docentes ya que está dirigida especialmente para nosotros como educadores. En cada capítulo nos dice que “Enseñar exige” son nueve exigencias que cada capítulo tiene y  nos da a todos los educadores.

En el texto considera saberes que son indispensables a la práctica docente de educadores, críticos y progresistas que también son necesarios para los educadores conservadores.

Se refiere  que dentro de la práctica haya el dominio  de los saberes fundamentales que compone cada conocimiento. Nos hace una reflexión crítica sobre la práctica que se nos torna una exigencia de la relación teórica y practica sin la cual la teoría puede convertirse en palabrería y la practica en activismo.

Uno de los saber indispensables que nos demuestra es quien se está formando, desde el principio mismo de su experiencia formadora, al asumirse también se convenza definitivamente de que enseñar nos es transferir conocimientos, sino crear posibilidades de su producción o de su construcción.

Nos dice que aprender precedió a enseñar o en otras palabras, enseñar se diluía en la experiencia realmente fundadora de aprender.

Desarrollo

Voy a detallar lo que es el capítulo uno. No hay docencia sin discencia, se refiere a la práctica que realizamos constantemente que es lo primordial  del educador que es  parte de la tarea docente que no solo es enseñar los contenidos, sino también enseñar a pensar correctamente de ahí surge la imposibilidad de que un profesor se vuelva crítico.

Enseñar a aprender e investigar anuncia los dos momentos gnoseológicos:

• Aquel  que enseña y se  aprende el conocimiento ya existente.
• Y aquel que en el que se trabaja la producción del conocimiento aun no existente.

También nos dice que no hay enseñanza sin investigación ni investigación sin enseñanza, se refiere que como maestros  debemos indagar, buscar, investigar, en nuestra formación y  debe ser permanentemente que se perciba, y se asuma ya que es la naturaleza de la práctica docente, ser profesor como investigador.

 Como educadores tenemos el deber  de respetar no solo los saberes con que llegan los educandos tratar de alimentarnos de esos saberes en relación a la enseñanza de los contenidos. Aprovechar las experiencias que tienen los alumnos para discutir y socializar entre todos.

Nos dice que no hubiera creatividad si no existiera la curiosidad y si no hubiera la ingenuidad no existiera la crítica, pienso que cada uno de ellos son muy relevantes en nuestra práctica docente como educadores que se da de manera automática.

Históricamente somos seres historicosociales, nos volvemos capaces de comparar, de valorar, de intervenir, de escoger, de decidir, de romper y por todo eso nos hicimos seres éticos. Como educadores tenemos normas morales que rigen nuestra conducta y vemos la belleza que existe en los saberes.

Y vamos con el siguiente capítulo dos: Enseñar no es transferir conocimientos.

Saber que enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción, nos dice que debemos de ser críticos e indagadores con los estudiantes.

Enseñar requiere ser constantemente testimoniado y vivido, pero el inacabamiento del ser es propio de la experiencia vital, donde hay vida hay inacabamiento pero entre los hombres y mujeres el inacabamiento se tornó consciente.

Se refiere que cuando somos personas inacabadas somos seres condicionados. Lo ideal es que en la experiencia educativa tanto el educador como el educando “juntos” deben “convivir” los saberes ejercitando mejor la capacidad de aprender y de enseñar.

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