Lagrimas De Angel

RESUMEN DEL LIBRO “LÁGRIMAS DE ANGELES”

El libro de “Lágrimas de Ángeles” una historia de los niños de la calle, de la autora Edna Iturralde una de las mejores representantes de la literatura infantil y juvenil a nivel nacional.

Este libro está dedicado a todos los niños y niñas de la calle tanto de nuestro país como de Latinoamérica que han sido abandonados, explotados y discriminados por esta sociedad tan fría y ciega.

El libro trata de un pequeño que viene a la capital a despedir a su padre en el aeropuerto con su tía. Este niño de nombre Jaime es el personaje principal de la obra, un niño que vive en un pueblo muy lejano con tan solo su adre, ya que su madre viajo hace mucho a tierras lejanas a buscar un mejor porvenir económico para su familia, es decir, el y su padre. En el pueblo de Jaime muchos padres han emigrado al exterior en busca de trabajos e ingresos económicos para mandar a sus hijos, dejando a estos pequeños en manos de sus abuelos, i familiares cercanos, haciendo un pueblo fantasma sin padres y niños solitarios y tristes que extrañan a sus papas.

Este es el caso de Jaime, y su padre saldrá del país en busca de ese sueño económico. Al encontrarse despidiéndose de su padre, Jaime siente un retorcijón fuerte de desesperación y angustia lo que le lleva a explotar de una manera tan imprevista por su tía que ni la conoce muy bien. Jaime suelta la mano de la Tía y sale corriendo del aeropuerto con un destino incierto, tan agobiado por la tristeza de que su padre lo deje y que tenga que compartir con una nueva familia.

Al encontrarse Jaime en el final del Aeropuerto junto a una intersección de avenidas enormes para él llenas de vehículos, con su corazón latiendo a mil por hora se detiene a descansar un momento. Al momento de cruzar la calle se asusta porque casi le pisa un bus, se sintió asustado y en ese momento le ayuda una niña de casi su edad toda descuidada y sucia, la enseña a conocer las luces del semáforo por lo que la niña se da cuenta de que no es de por ahí. La niña apodada la flaca le lleva en bus a que pase con ella, le enseña a guardarse en lugares seguros su dinerito, que cuide sus cosas, como se vive en la calle y que le ayude a vender los chocolates que la niña andaba llevando.

La niña es muy audaz y hospitalaria con Jaime, pregunto a Jaime de donde era que hacia? Pero él se limitaba a contestar lo necesario. Aunque Jaime aparentaba estar tranquilo y cauto de la situación en el fondo tenía miedo de donde estaba, y que iba a hacer estos días, la flaca lo lleva sin pagar en un bus lleno de gente y recorren la ciudad; Jaime la acompaña a la calle donde la Flaca vende sus chocolates. Al llegar al sitio donde ella vende sus productos están unos niños más vendiendo y limpiando parabrisas cada vez que el semáforo se pone en rojo. Ella en tono cauto le pide a Jaime que se quede donde está, hasta que vaya a hablar con un muchacho que está en el otro extremo de la calle vigilando a los niños para pedirle a ver si Jaime se puede quedar e incluso vender los chocolates.

Jaime hace lo que la flaca le ordena y se queda esperando y ve como la niña persuade al muchacho pero él está moviendo la cabeza en negativa ante la petición de la niña. La flaca vuelve y pide a Jaime que se quede por ahí hasta que el muchacho de apodo calzón tierno se retire a ver a los otros niños que están en otras calles de la ciudad cumpliendo su cuita diaria. A Jaime le dio desconfianza el chico pero no tenía nada más que hacer lo que la flaca le había ordeno.

Los niños hacían de todo en la calle ara que los conductores y sus acompañantes los vean pero no servía casi de nada ya que las personas de adentro de los vehículos no ls ponían atención o alzaban las ventanas para no escucharlos. Cansado de verles y en un tremendo sol Jaime se recuesta en el césped debajo de un árbol para descansar, luego de un tiempo se despierta por los golpes en la cabeza con piedras proporcionado por la flaca que le hacia caer en cuenta que se le cogieron el saco los niños pero ella le estaba devolviendo. Ahí presento a los demás niños apodados como el negro José, el bota la pepa y una niña que cargaba a una bebe que se encontraba lejos de ellos y reacia a conocerlo de apodo la canguro.

Los niños comentaban que Jaime necesitaba permiso para laborar en las calles; Jaime no entendía y pensaba que debía pedir permiso a la policía, los niños se rieron a carcajadas y explicaron que debía pedir permiso a la Tía Meche para trabajar por ahí. La flaca hizo su cuota diaria pronto para dirigirse con Jaime hacia donde la señora en cuestión.

Mientras cogían el trolebús hacia la zona sur de la ciudad, ella le ayudaba a orientarse a Jaime colocándose frente al nevado Pichincha, recalcándole que su lado derecho era el sector donde se trabaja, de gente de dinero y a su lado izquierdo es la gente de escasos recursos de la ciudad.

Al llegar a la vivienda de la señora la flaca habla en código con el hombre de la puerta y pide hablar con la Tía Meche. La flaca le dice que ha encontrado al niño indicado que la señora buscaba, un niño de afueras de la ciudad muy inocente y apto para el trabajo, ella acepta y le da el permiso para trabajar en la calle y le tiene un mejor trabajo luego para él. Jaime sale todo cansado y hambriento pero asustado de la casa de la señora. Con la flaca buscan en un basurero algo de comer y degustan de las sobras de una pizza que había en el sitio. La niña lo

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