Libro Indigenismo No Ortodoxo
Enviado por alexs159 • 4 de Septiembre de 2012 • 1.468 Palabras (6 Páginas) • 639 Visitas
LOS RIOS PROFUNDOS
1.- Resumen de cada uno de los capítulos.
I.- EL VIEJO.
Ernesto describe el Cusco la majestuosa ciudad de los incas, a este viaje acompaña a su padre que es abogado y que recorre por los lugares del Perú en busca de ejercer su profesión, ahora se dirigían al Cusco en busca del viejo, al parecer era familiar del padre, pero el era avaro, era un hacendado, un terrateniente que se aprovechaba de los indios, describe también el comportamiento de los indios, de un pongo que era el servidor del viejo, decía que el era muy débil y hasta parecía que tenia ganas de llorar, en este capitulo se contempla al Cusco como la ciudad de piedras, del oro, como esa antigua ciudad de los Incas y muestra a esa cultura como se aun vive, como si aun cuida sus ciudades.
II.- LOS VIAJES.
Aquí describe a su padre, nos dice que siempre el viaja, que cada ves que se quedan en un pueblo buscan que tenga un rió, luego nos comenta de las ciudades o pueblos que han pasado, de las personas que Vivian ahí, nos habla de pueblos que no les gustaban los forasteros y los miraban raro, en otros nos cuenta la dura vida que pasaban los pájaros ante los niños que salían al campo a cazar aves para que no coman sus habas que habían sembrado, cuenta la crueldad con que se desata esta batalla entre niños y pájaros, al final relata como estos niños arrastran los cadáveres de los pájaros. Nos dice que estos pueblos vivían en la rabia y hasta la contagiaban, también que los odiaban, y hasta los hacían morir de hambre ya que no se atrevían a dejar pasar a los litigantes al estudio de su papa y salían de esos pueblos, y se despedían maldiciéndolos.
Cuenta que llegan al pueblo de Yauyos y ahí ve como los hombres matan a los loros y se jactaban por esa hazaña, y los loros no se movían no hacían nada por defenderse y se dejaban matar, él intentaba defenderlos y todos se reían de él.
Apuntaban y a cada disparo caía un loro; a veces, por casualidad derribaban, dos. ¿Por qué no se movía la bandada? ¿Por qué no levantaban el vuelo al oír la explosión de los balazos y al ver caer tantos heridos?
sin duda se podría comparar la lucha de los loros, con esa lucha débil o talvez por temer tanto a un sistema de explotadores.
III.- LA DESPEDIDA.
Su padre le confiesa que su recorrido acabaría en Abancay, que ahí Ernesto debía estudiar, y el padre pondré su estudio, fueron donde un amigo de su padre a alojarse, pero su amigo había cambiado tanto, le decía a su padre – Gabriel dispensa, hermano dispensa-. Su amigo era un notario pero parecía un hombre inútil, su trabajo lo hacia su ayudante, su padre sintió pena por él, el amigo les dio las camas de sus hijos para que ellos durmieran, y los niños estaban tirados en pellejos, ambos no soportaron esa casa y decidieron marcharse, alquilaron una casa del pueblo, ahí su padre puso su estudio, pero no había gente que los buscara, hasta le tiraban piedras y le decían que se fuera, que no necesitaban un abogado, Ernesto empezó a ir al colegio, pero su padre necesitaba trabajar, asi que un señor de Chalhuanca le pide que le acompañe a su pueblo que allí tenia un conflicto y que necesitaban abogado, Ernesto toma medio vaso de cerveza con su padre y el señor chalhuanquino, y se despide de su padre quedándose él en el colegio internado.
IV.- LA HACIENDA.
En este capitulo cuenta la vida de los indios de las haciendas; el al estar solo en el colegio los domingos cuando salía del internado, bajaba donde Vivian los indios de las haciendas, el antes había vivido con muchos de ellos, y necesitaba sentir ese cariño, pero aquí tocaba las puertas y nadie salía, el decía – mamita ábreme- y los indios le respondían manan, estos indios tenían miedo, vivían encerrados sumisos, cuenta también las misas del padre hacia los hacendados, el padre los elogiaba y los hacia sentir como los mas grandes pilares de esta sociedad.
Elogiaba a los hacendados; decía que ellos eran el fundamento de la patria, los pilares que sostenían la riqueza.
V.- PUENTE SOBRE EL MUNDO.
Al no poder
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