Metalidad Sumisa

Varias, son las nuevas ideas y preguntas que nos han surgido a partir de los planteamientos de este grupo de autores, en nuestra ya casi terminada etapa de la educación media nunca habíamos estado tan conscientes de que somos nosotras las que tenemos el poder de formar buenos educadores ¿Cómo así? Los estudiantes estamos en la obligación de exigir respuestas a preguntas de cualquier índole, poseemos la capacidad de expresar nuestras ideas y de hacer que nos tomen en cuenta, de trasmitir toda la creatividad que nos acompaña y por lo tanto es parte de nuestro deber poner los profesores en aprietos intelectuales, en situaciones donde ellos cumplan su verdadera labor, no la de trasmitir información como si fueran maquinas, sino la de formarnos como personas que mañana o pasado mañana estarán dirigiendo un hogar, una empresa, una ciudad o el país. Si dejamos que los maestros sigan en su mediocridad y poco compromiso con la formación del ser y del saber ser, nos sumaremos al alto porcentaje de personas que hacen parte del problema y no de la solución.

Como dice Gabriel García marqués “Nuestra educación conformista y represiva parece concebida para que los niños se adapten por la fuerza a un país que no fue pensado para ellos, en lugar de poner al país al alcancé de ellos para que lo transformen y lo engrandezcan” y como no queremos seguir montadas en la rutas de navegación que nos han impuesto desde hace mas de quinientos años nos tomaremos el trabajo de cuestionar todos y cada unos de los fenómenos sociales, no dejar pasar ante nuestros ojos la destrucción de los buenos modales y el aumento de falta de cordialidad que esta invadiendo este país , al darnos cuenta de que Bogotá es “ la capital latinoamericana con ciudadanos menos cívicos y menos solidarios” quedamos realmente impactadas, y es cuando nos surgen preguntas como ¿ Por que estamos llenos de agobiantes protocolos de bienvenida ante la visita de extranjeros? ¿Es lógico que queramos reflejar al mundo que somos un país de gente amable cuando en realidad de puertas para adentro no somos más que unos egoístas con nuestros propios paisanos? ¿Como negar síntomas contundentes q

que señalan imperfecciones evidentes? ¿Por qué no nos desprendemos un poco de la preocupación de lo que los vecinos piensen y nos centramos en solucionar los problemas que abordan esta sociedad? ¿O es que solo importa que el extranjero invierta su capital en estas tierras ricas de recursos pero pobres de actitud?

Son muchas las preguntas que nos hacemos y en la ejecución de nuestro rol descalzo anhelamos darles respuestas y soluciones, pero, si hay una realidad de la que hay que partir y es que en este país se necesita una urgente reforma a los objetivos que se tienen con la educación, hay que replantear si quieren que sepamos o que seamos, si necesitan maquinas o personas si les interesa que aprendamos a seguir normas o que entendamos

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