Mujercitas Las hermanas March

Mujercitas

Las hermanas March

El lugar era un pueblo pequeño en Massachusetts en el año 1862. En una pequeña casa vivían cuatro chicas: Meg (Dieciséis años), Jo (Quince años), Beth (Trece años), Amy March (Doce años). Su madre estaba fuera de casa mientras ellas tejían. Su padre, el señor March, trabaja en un hospital en la guerra. Ese día su madre “Marmee” llego a casa con una carta de su padre, que les deseaba buenos deseos por Navidad y lamentaba no poder estar con ellas.

Una maravillosa Navidad

Era el día de Navidad, las cuatro hermanas estaban emocionadas y hambrientas. Todas tenían un libro como regalo, al bajar las escaleras vieron el delicioso desayuno. Esperaban a su madre para comer, cuando ella llego les propuso obsequiarle su desayuno a una familia pobre y numerosa, los Hummel. Después de pensarlo un poco aceptaron haciendo feliz a la familia Hummel y ellas solo desayunaron un pan con leche. Mas tarde prepararon y presentaron una obra escrita por Jo. A ellas y a todos sus amigos les encanto la actuación. Al final del día el vecino, el viejo señor Laurence, les regalo una cena tras haberse enterado del generoso obsequio que habían hecho a los Hummel.

Laurie

Enseguida de los March vivían un anciano y su nieto, Laurie que tenia quince años. Jo lo vio solo desde su jardín y le lanzo una bola de nieve para llamarlo. Entonces Jo lo visito y vio su biblioteca. Además platicaron de sus vidas. Después llego el abuelo (Laurence) y sorprendió a Jo hablando de el. Pero los tres se agradaron y tomaron el te. Poco después el abuelo se dio cuenta de que su nieto era solitario, entonces Jo y su madre planearon invitar a Laurie a su casa.

Un regalo para Beth

La familia March y la familia Laurence se hicieron buenos amigos. A Jo le gustaban los libros y la biblioteca del señor Laurence, a Amy tambien le atraía la biblioteca pero no por los libros sino por las pinturas, a Meg le gustaba el jardín de los Laurence, a Beth le gustaba tocar el piano, aunque era muy tímida y no le gustaba tocar en la casa de los Laurence, por lo que el señor Laurence la invito a tocar cuando no estuvieran en casa. Con el tiempo perdió su timidez y para agradecerle le tejió unas pantuflas. El señor Laurence regreso su agradecimiento regalándole un piano, se hicieron grandes amigos y como agradecimiento Beth lo beso.

Amy en problemas

Un sábado por el medio día Meg y Jo se preparaban para salir con Laurie al teatro, Amy las vio y quiso ir pero Jo no se lo permitió ya que era muy pequeña, entonces Amy lloro y se molesto mucho. Amy, como estaba muy molesta, quemo un libro de Jo, donde ella escribía historias para su padre, y Jo, que se enojaba rápidamente, se molesto tanto que le dijo que nunca la iba a perdonar. Al día siguiente Jo y Laurie fueron a patinar al rio congelado y Amy los siguió. Laurie advirtió que el hielo estaba delgado pero Amy no escucho y se cayó. Jo, a pesar de su enojo, se preocupo por su hermana y lamento lo del día anterior. Laurie y Jo la sacaron y la llevaron a casa. Finalmente ambas hermanas se abrazaron y se hicieron buenas amigas de nuevo.

Meg pierde un guante

Meg, a pesar de ser pobre, era invitada a las fiestas de sus amigas más adineradas por ser linda y agradable. Un día escucho una conversación de unas amigas de su madre que decían que eran pobres y que no conseguirían buenos maridos, que tal vez su madre tenía planes para casar a una con Laurie. Al día siguiente recibió una invitación para un picnic con Laurie y sus amigos. Al picnic fueron todas las hermanas March, quienes hablaban con todos menos Meg, que leía un libro alemán y el maestro de Laurie le ayudaba a entenderlo. Al día siguiente Meg se dio cuenta de que había perdido un guante. Jo le pregunto a Laurie si lo había visto y este dijo que su maestro lo tenía ya que estaba enamorado de Meg. Jo se molesto por esto.

Telegrama

Era noviembre y llovía. Meg estaba molesta por la lluvia y la falta de dinero. Amy quería ser una famosa pintora y Jo quería convertirse en escritora. Laurie toco la puerta en medio de la lluvia y entrego un telegrama

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