PRUEBA MIO CID
Enviado por claudiallopo • 11 de Enero de 2015 • 4.181 Palabras (17 Páginas) • 416 Visitas
LIBRO POEMA DEL MIO CID
AUTOR: ANÓNIMO
PERSONAJES:
Rey Alfonso:
Conde García Ordóñez, era un hombre rico que ayudaba al rey de Granada.
Cid Ruy Díaz
Almutamiz, rey de Sevilla
Almudafar, rey de Granada
Fortún Sánchez, yerno del rey García de Navarra y Lope Sánchez, además era un hombre rico que ayudaba al rey de Granada.
Álvaro Alvar Fáñez: primo hermano del Cid.
Minaya Alvar Fáñez: Primo hermano del Cid y el brazo derecho del Cid, es decir la persona de más confianza para el Cid.
Martín Antolínez, amigo burgalés del Cid, es quién le ofrece víveres al Cid estando en Burgos, pues nadie de esa ciudad le podía dirigir la palabra por orden del rey Alfonso VI.
Fáriz y Galve: dos moros que fueron enviados en conjunto con un ejército por el rey de Valencia en contra del Cid por la toma de Alcocer.
Muño Gustioz: criado del Cid
Félix Muñoz: Sobrino del Cid
Alvar Alvarez, Alvar Salvadórez y Galindo García: participan con el Cid en la toma del Castejón de Henares.
Caballeros cristianos que pelearon con los moros por Alcocer:
Minaya Alvar Fáñez, Martín Antolínez, Muño Gustioz, Féliz Muñoz, Alvaro Alvar, Alvaro Salvodórez y Galindo García
CANTAR PRIMERO. “Destierro del Cid”.
El rey Alfonso de Castilla envía al Cid a cobrar tributo (Cantidad de dinero o de otra cosa que el vasallo debía entregar a su señor como reconocimiento de obediencia y sometimiento) del rey moro de Sevilla. El Cid con el afán de proteger al rey moro de Sevilla es atacado por el conde castellano García Ordónez y el Cid vence a García Ordóñez en la localidad de CABRA. Los enemigos del Cid lo indisponen con el rey Alfonso y éste lo destierra.
El Rey Alfonso VI envía al Cid con el objeto de que los reyes de CÓRDOBA y SEVILLA cancelaran al rey Alfonso una cierta cantidad de dinero que debían hacer todos los años.
El rey de Sevilla y el rey de Granada se odiaban a muerte. El rey de Granada contaba con hombres ricos que le ayudaban, dentro de estos hombres estaba el conde GARCÍA ORDOÑEZ y FORTÚN SÁNCHEZ.
El Cid se entera que el rey de Granada junto con sus hombres pelearían con el rey de Sevilla, siendo el rey de Sevilla vasallo del rey Alfonso. El Cid ante la posible batalla, les envía cartas al rey de Granada para que no atacaran al rey de Sevilla y no le destruyeran las tierras ya que de esta forma el rey de Sevilla no le podría pagar al rey Alfonso al ver sus tierras destruídas, pero el rey de Granada peleó con el rey de Sevilla y le destruyó las tierras y además, el castillo de Cabra, adueñándose de las tierras del rey de Sevilla.
El Cid ante aquello, junta a moros y cristianos y ataca al rey de Granada con la finalidad de expulsarlo de las tierras del rey de Sevilla. El Cid logra su propósito y los expulsa de las tierras del rey de Sevilla, tomando prisionero a muchos hombres y por sobre todo a García Ordóñez, hombre rico que ayudaba al rey de Granada y el Cid le arrancó un mechón de las barbas a García Ordoñez. El Cid los mantuvo prisioneros por 3 días y luego los deja libres.
El Cid recoge todas las riquezas en el campo de batalla y se las lleva al rey de Sevilla. El Cid decide repartir las riquezas encontradas entre el rey de Servilla y los moros que pelearon junto al Cid y desde ese momento los moros y cristianos le llamaron al Cid, como EL CID CAMPEADOR, a fin de recordarlo por la fuerza con que peleaba en las batallas.
El rey de Sevilla, Almutamiz, con la finalidad de premiar al Cid, le otorgó varios presente y además el tributo que el Cid iba a buscar de parte del rey de Sevilla. El Cid va donde el rey Alfonso y le entrega el tributo del rey de Sevilla. El rey Alfonso estaba muy contento con el Cid, por todo lo realizado en la batalla con el rey de Granada y esto le ocasionó inconvenientes al Cid, pues logró muchos enemigos envidiosos que lograron ponerlo mal frente al rey Alfonso y éste le escribe al Cid que debía salir del reino en un plazo de 9 días.
El Cid abandona el reino junto a sus vasallos.
El primo hermano del Cid, Alvar Fáñez, decide acompañarlo junto a otros vasallos. Le da mucha pena dejar el palacio, pero sabía que el destierro había sido por la envidia de sus enemigos. Se encaminan a Burgos y Alvar Fáñez decide tomar Castilla por la honra de ser desterrados.
El Cid entra a Burgos.
Una vez en Burgos, los burgaleses al ver al Cid, comentan que buen hombre que es el Cid, pero nadie se atreve a brindarle hospedaje ni a venderle alimento por miedo a que se enoje el rey Alfonso, que era capaz de dejarlos sin bienes y matarlos a quién diera alojamiento al Cid. Nadie se atreve a dirigirle la palabra al Cid, sólo una niña le dice que se aleje, pues esa orden se las dio el rey Alfonso. El Cid comprende lo que le dijo la niña y por su caminar por Burgos entra a la iglesia Santa María y se dispone a orar. Luego acampa en un arenal fuera de Burgos.
Martín Antolínez le da provisiones al Cid y lo hace porque todo lo que él tenía era de él, es decir era de Antolínez. Además decide acompañar al Cid, ya que el rey se enteraría que lo ayudó con provisiones y se enojará por ello. El Cid le comenta a Antolínez que él no poseía nada, que estaba muy pobre y por ello le comenta que es recomendable que construyeran 2 arcas y las llenaran de arena, las forren con cuero rojo y las cierren muy bien. Luego el Cid, le dice a Antolínez que vaya en busca de Raquel y Vidas a la ciudad de Burgos y que les diga a Raquel y Vidas que el Cid decide empeñar sus bienes, pues había sido desterrado por el rey Alfonso, pues pesaban mucho y que quiere dejarlos a la custodia de ellos, a cambio que ellos le den algo de dinero por aquellas arcas y que además, no deben de abrirlas durante un año, Antolínez se entrevista con Raquel y Vidas, le cuenta lo que quería el Cid y además, Antolínez le dice que a cambio de las arcas, ellos le tendrán que dar al Cid 600 marcos. Los judíos aceptan y van a ver a Cid para que le entregue las arcas y están de acuerdo de no abrir las arcas durante un año y si así lo hicieran, no se les pagará los intereses por el hecho de cuidar las arcas.
Raquel y Vias se llevan las arcas, pero antes de abandonar al Cid, Raquel le pide al Cid que durante su caminar por tierras desconocidas le envíe una piel bermeja. Antolínez los acompaña con el fin de cobrar los 600 marcos, los cuales les dan 300 marcos en dinero y 300 marcos en oro, además los judíos a modo de agradecimiento por el negocio de las arcas, le obsequian 30 marcos.
El Cid le dice a Antolínez que deben dirigirse a San Pedro de Cerdeña, pues debe despedirse de su familia. El Cid antes de partir de la ciudad
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