Personalidad Anormal Y Normal

Específicamente, se puede decir que un sujeto comporta una personalidad normal y saludable, cuando:

1. Muestra capacidad para relacionarse con su entorno de una manera flexible y adaptativa.

2. Las percepciones de sí mismo y del entorno son fundamentalmente constructivas.

3. Los patrones de conducta manifiesta predominantes del sujeto pueden ser considerados como promotores de salud.

Por lo contrario, se puede decir se puede decir que un sujeto posee un patrón de personalidad anormal y no saludable cuando:

1. La persona intenta afrontar las responsabilidades y las relaciones cotidianas con inflexibilidad y conductas desadaptativas.

2. Las percepciones características de sí mismo y del entorno son fundamentalmente autofrustrantes.

3. Los patrones de conducta manifiesta del sujeto tienen efectos perniciosos para la salud.

Puede ser útil elaborar algún criterio por el cual se pueda llevar a cabo la distinción, variable de anormalidad-anormalidad. Ese criterio no está fijado en alteraciones groseras cuyo carácter patológico es fácilmente identificable. Más bien, es en aquella categoría nebulosa de la personalidad aparentemente normal donde podemos llamar a la atención sobre signos sutilmente encubiertos de un proceso anormal, insidioso y perturbador. Tres criterios que apuntan hacia la presencia de un patrón de personalidad anormal, son:

1. Inflexibilidad adaptativa: Tendencia consistente del sujeto a relacionarse consigo mismo y enfrentar al ambiente a través de estrategias inapropiadamente rígidas. Esta rigidez, además inhibe el desarrollo de un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento. No se trata sólo de la incapacidad del sujeto para adaptarse a los acontecimientos, sino que además también intenta cambiar las condiciones ambientales, pues no es capaz de lleva a cabo conductas más allá de su limitado repertorio conductual.

2. Una tendencia a fomentar círculos viciosos; no es sólo la inapropiada rigidez en las estrategias de afrontamiento, sino también la tendencia de esas estrategias a provocar o poner en marcha nuevas conductas autofrustrantes. Así los patrones de personalidad anormal son en y por si mismas, patogénicos, porque intensifican las dificultades pre existentes.

3. Estabilidad lábil. Los patrones de personalidad son característicamente frágiles y carentes de elasticidad bajo condiciones de presión ambiental (esto se denomina a veces como "Ego Débil") a causa de intentos inefectivos de afrontamiento, los conflictos no resueltos tienden a volver a emerger. Cuando esto ocurre, es posible que el sujeto derive hacia formas patológicas de afrontamiento, con un control menos adecuado sobre sus emociones y finalmente con percepciones subjetivas y distorsionadas de la realidad.

Resumiendo: Los patrones de personalidad anormal, pueden ser diferenciados de los patrones de personalidad

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