REPORTE DE LECTURA “HACIA LA PAZ PERPETUA”

REPORTE DE LECTURA “HACIA LA PAZ PERPETUA”

VALADEZ CASTAÑEDA KOVIN

Kant, uno de los más grandes filósofos de la modernidad ilustrada, tenía la convicción de que una paz perpetua es posible, siempre y cuando el hombre se deja guiar por su razón práctica para abandonar el mecanismo de la guerra y plantearse la paz como un fin y un deber. El hombre tiene una inclinación a vivir en comunidad, pero al mismo tiempo, quiere preservar su individualidad a cualquier costo, a lo que llama Kant una insociable sociabilidad. Es este un mecanismo natural que, sin embargo, puede ser usado a favor del progreso moral de la especie como un incentivo para abandonar el estado anímico de la guerra y construir, tanto las condiciones políticas, como las herramientas jurídicas que lleven a la contención y, eventualmente, la erradicación de la guerra.

En la lectura, Kant estipula las condiciones para una paz definitiva, una paz perpetua, en la forma de artículos preliminares y definitivos. Bases jurídicas mínimas que garanticen la confianza mutua entre los pueblos, una constitución republicana y más adelante una federación de estados libres son algunas de las etapas que habrán de satisfacerse en la instauración de esa paz definitiva.

Por un lado, en los artículos preliminares se ponen límites a la guerra a través de ciertas reglas o leyes, con el fin de ir estrechando el espacio a la posible legitimación del recurso bélico, mientras que, por el otro lado, los artículos definitivos corresponden, realmente, a la construcción de la paz. Kant se aboca entonces a expresar las condiciones, la garantía y los impedimentos para el logro de tal fin.

Los puntos a los que estos artículos se refieren son variados, como:

- La prohibición de que existan reservas secretas en los tratados de paz; La prohibición de que un Estado pueda ser adquirido por otro mediante herencia, intercambio, compra o donación; La eventual desaparición de los ejércitos regulares; La prohibición de que la política exterior de lugar a deuda pública; La no intervención de los Estados en los asuntos internos; La prohibición de ciertas conductas (recurrir a asesinos, envenenadores, actos de sedición, y toda clase de “estratagemas deshonrosas”) de tipo tal que hagan imposible la confianza mutua en una paz futura. Todos estos forman parte de los artículos preliminares.            - La constitución civil de todo Estado debe de ser republicana; El derecho de gentes debe fundarse en una federación de Estados libres; El derecho cosmopolita debe limitarse a las condiciones de la hospitalidad universal. Estos forman parte de los artículos definitivos.

Para finalizar, el establecimiento de una paz definitiva, además de un deber, es una esperanza bien fundada mientras se le considere un ideal proyectado por la propia razón y al cual nos podemos acercar poco a poco, pero de manera constante.

Fuente

Kant, I. (1795). En Hacia la paz perpetua (págs. 343-386).

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