Reseña La Almendra
Enviado por • 23 de Noviembre de 2013 • 2.335 Palabras (10 Páginas) • 312 Visitas
“La almendra, memorias eróticas de una mujer árabe.”
Nedjma
La almendra nos narra la historia de Badra, una mujer que a través de sus memorias presenta al mundo una nueva perspectiva sobre la sexualidad femenina, sobre el erotismo y las más bajas pasiones del ser humano, quitando los tabúes al respecto. Dicho relato es además, una prueba latente de que por más cadenas que se impongan a nuestra persona, el espíritu puede recuperar siempre su libertad y con ello, mantener sin ataduras al pensamiento.
L’AMANDE fue publicada por primera vez en 2004, utilizando la autora el pseudónimo “Nedjma”* debido a que el contenido controversial de la pobra no le permitió utilizar su verdadero nombre. Se estima que Nedjma vive en algún país magrebí y ronda los cuarenta años. Este trabajo se ha hecho basado en la lectura de las 223 páginas de la primera edición de la obra en Océano Exprés (2012).
El libro carece de un orden estrictamente cronológico, ya que alterna la narración de la vida de Badra antes, durante y después de su fracasado matrimonio.
Así, la obra comienza por el prólogo, mostrando un alma decidida y desolada que brinda con su trabajo por las mujeres de su raza, por que estas puedan recuperar la “palabra confiscada por sus padres, hermanos y esposos”. También explica su propósito de destruir varias censuras que acaban por corromper, así mismo avisa que La almendra es un relato de “alma y carne”, y ante todo, el relato de un amor desenfrenado. Y es aquí donde me permito citar a Shakespeare, quien en algún momento enunció la siguiente frase: “Si no recuerdas la mínima locura en que el amor te haya hecho caer, entonces nunca has amado”.
Después del prólogo –bastante “propio” en comparación al resto del relato- se presentan unos versos bastante fuertes, seguidos de una respuesta de la autora, que declara que es ella la mujer con el coño más precioso del mundo, una certeza que hace que le tengan sin cuidado todas las demás realidades que giren en torno a ella, así como los dogmas de fe y otras cuantas trivialidades, así mismo habla de que se autoriza a decirlo ahora que ha enterrado a Driss. En seguida, Badra comienza a declarar que no por su edad “avanzada” se le han quitado las ganas de sentir, de disfrutar un beso, o de fantasear incluso con beneficiarse a Safi, su trabajador. Después de ello habla del placer, y así justifica una vez más la obra que ahora comentamos.
El siguiente apartado del libro narra su huída de Imchouk, “la impía”, apoyada por su hermana y cuñado, y su llegada a Tánger. Cuenta como un hombre con aspecto fanfarrón la acompaña a casa de su tía Selma y no oculta su impresión positiva sobre ella.
Después de que Selma recibe a Badra, entrevemos un poco del carácter feminista de la tía, quien generalmente culpa a los hombres de todo lo malo y excusa a las mujeres. Selma habla también del pecado y de qué en su opinión amar es “un bonito y noble pecado […] que merece el cielo como recompensa”. Tras una larga y circunstancial conversación sobre la infancia de Badra, su tía le interroga sobre su presencia en su hogar.
Es así como Badra narra el inicio de su infeliz matrimonio con Hmed, quien había rechazado previamente a dos mujeres por su infertilidad. A través de las páginas se muestran parte de los rituales que llevan las mujeres de la familia política con la novia y además una cruel e impúdica “verificación” sobre la virginidad de Badra, que es llevada a cabo por Neggafa, la depiladora oficial de Imchouk. Tras esto Selma interrumpe indignada y después el relato prosigue con la afirmación de Badra de que nunca amó a Hmed y la narración cruda de cómo fueron sus tres años de matrimonio con él, una triste rutina que logró que la protagonista odiase a los hombres y deseara que su sexo se llenara de zarzas para que su marido se desollara el pene y renunciara para siempre a penetrarla. La infelicidad de la joven aumenta y su odio se extiende al mundo y a sí misma, finalmente Hmed la repudia también y Badra se vuelve víctima de la sociedad, finalmente se desahoga con Naïma (su hermana) y esta la ayuda en su huída.
Tras el relato, Selma tranquiliza a Badra y le pregunta sobre el mozo que le acompañó a su casa. Badra cuenta su historia y la mujer asegura que el chico volverá. Así sucede y el joven comienza a pretenderla y proponerle matrimonio, apoyado por la tía de la joven, para finalmente suicidarse por la cruel negativa de Badra tras un año de lloriqueos.
Durante el libro hay varios “intermedios” que nos trasladan a escenas de la vida pasada de Badra, el primero de ellos es EL HAMMAM NUPCIAL, que narra una especie de preparación ritual, en que la futura novia describe el placer que le proporcionan las manos de Neggafa como parte del trabajo de esta.
Siguiendo con la historia, Badra comienza a enamorarse de su vida en Tánger, Hmed vuelve a casarse y las amenazas del hermano de la chica (Alí) llegan a sus oídos sin inmutarla. La solidaridad de las mujeres ilusiona a Badra cuando acogen a Latifa, una huérfana embarazada. La chiquilla lleva a término su embarazo y da a luz a un niño que permanece tres días con ella antes de ser adoptado, ella se casa después con un camarero.
Badra habla de su hermano en MI HERMANO ALÍ, cuenta cómo él embaraza a Souad y los abusos que esta padece tras casarse, enamorada, con él. La joven falleció cuarenta días después del nacimiento de Mahmoud. Tras ello Alí se casa con una prima impuesta por su madre. Badra mira con resentimiento como su madre jamás culpó a Alí de su “deshonra”, y también afirma que nunca quisieron a su sobrino (aunque más tarde afirma que ella lo llevó orgullosamente en brazos, como parte de una tradición)
Tras un breve relato en que Badra comenta que Selma es feliz asistiendo a las fiestas de los burgueses, nos cuenta la historia de el fallido matrimonio entre esta y el tío Slimane. Él tenía dos esposas, Selma y Taos. Selma adoraba hacer el amor con su marido, Taos no era tan aficionada a ello. Pero Slimane fue infiel a sus mujeres y estas se negaron a sostener relaciones con él, lo que al final, aunado a su arrepentimiento y a la vuelta de Selma a Tánger, acabó por matarlo. Se presenta también una insinuación a una relación “matrimonial” entre ambas esposas, que no se confirma directamente pero bien puede ser intuida.
Es en una de las fiestas de los burgueses que Badra conoce a Driss, de quien queda prendada desde el primer momento. Entre sus recuerdos, la mujer nos narra LA INFANCIA DE BADRA, en donde describe una violación o intento que “disfrutó” (ya que no puedo decir “sufrió” sin ofender a lo leído) cuando niña y cuyo recuerdo relaciona
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