Reseña critica sobre el capitulo “Como el derecho se parece a la literatura”

Reseña critica sobre el capitulo “Como el derecho se parece a la literatura”

El capítulo objeto de la reseña, fue escrito por Cesar Rodríguez en su libro la decisión judicial, en el cual concentra todo su estudio en el alcance que tiene el poder de  los jueces; este autor es un jurista y sociólogo reconocido por ser un claro defensor de los derechos humanos, nació en la ciudad de Bogotá, Colombia, donde actualmente ejerce como profesor de la universidad de los Andes, además de eso es miembro de varias juntas directivas y director del centro de estudios de derecho, justicia y sociedad.

Para este capítulo, el autor Cesar Rodríguez deja claro que intentara demostrar porque la práctica jurídica es solo un ejercicio de interpretación, partiendo de la analogía que hace Dworkin en torno a que en la interpretación literaria sirve de herramienta para la jurídica, especialmente en los casos difíciles.

Rodríguez demuestra su argumentos en 5 partes, iniciando por el planteamiento de una hipótesis estética, que ve en la interpretación una forma de mostrar el verdadero significado el texto; en segundo plano, el autor habla respecto a la intención del autor y la teoría que existe en torno a ella, para concluir que el valor de una obra no puede depender de la intención que haya tenido su autor, pues es una perspectiva muy limitada que ignora además la capacidad propia de los escritores para desligar su intención de lo planteado en su obra; en un tercer plano, el autor habla de lo que denominó como la cadena legislativa, para demostrar que el método de interpretación en el arte es el más idóneo para el análisis jurídico, ya que en ambos lados el que interpreta al novelista o al legislador debe tener en un conjunto de principios como punto de delimitación del campo interpretativo, para así lograr una mejor interpretación.

 En el cuarto lugar, tenemos a la intención autorial en el derecho, sección que guarda relación con aquella referente a la intención del autor, pues tanto en esta como en la otra, él nos plantea que entender la intención  de quien escribe es algo difícil, pues esta es compleja y estructurada; por último, tenemos a la política en la interpretación donde el autor, nos muestra su interés en torno a la valoración que tendrían dentro de la interpretación, unos principios morales y políticos, además logra mostrar que detrás de toda la idea de lo que es el concepto de interpretación, esta una rivalidad en que escuela lleva el liderazgo, mostrando que el arte de la interpretación siempre será sensible a estructuras políticas y económicas.

Después de esta breve exposición, es netamente claro gracias a la lectura del texto, que el autor baso todo el respaldo frente a su objetivo, en la analogía Dworkiniana entre la interpretación literaria y la jurídica, para demostrar que la práctica jurídica es un ejercicio de interpretación.

Para el autor dentro de toda su exposición respaldada con la teoría de Dworkin, es importante ver a la obra como un todo y no una frase específica, por lo que ninguna obra es mejor que otra ya que todo es cuestión de quien la interprete dado que existe una relación entre el autor y el lector, el representado y el representante, el legislador y el que interpreta la norma, para así evidenciar entonces que entre derecho, arte y política el punto en común es la filosofía, pues en los tres existen actores que muestran la relación anteriormente descrita.

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