Resumen Funerales De La Mama Grande

Este libro está constituido por pequeñas historias muy breves, la primer historia llamada “la siesta del martes” relata el viaje a tren que hacen una madre y su hija en un vagón de tercera clase, en los calurosos días de agosto hacia un pequeño y viejo pueblo. Al llegar a su destino esta señora toca la puerta de un casa cural, pidiéndole al padre las llaves de el cementerio para ir a visitar a su difunto hijo Carlos Centeno, el ladrón que mato una señora la semana pasada al intentar entrar a su casa, el padre le entrega las llaves y esta sale del lugar junto con su hija.

La segunda historia llamada “un día de estos” narra la visita de un alcalde al consultorio de un dentista (Aurelio Escobar), ya que el alcalde sufría de un terrible dolor de muela. Debido al abuso de las autoridades con el pueblo este dentista no quería recibir a el alcalde, después de insistencia y amenazas el dentistas los hace pasar, este en venganza le saca la muela sin anestesia con el pretexto de que tiene un absceso, al terminar el alcalde le pide la cuenta al dentista, el dentista le pregunta que si le manda la cuenta a él o al municipio y el alcalde contesta que a cualquiera ya que es la misma cosa.

La tercera historia llamada “en este pueblo no hay ladrones” narra el robo de unas bolas de billar, cometido por un hombre llamado Dámaso, el vivía junto a su esposa que esperaba un hijo desde hace seis meces, debido a la necesidad que tenían este hombre entro a el único billar del pueblo a robar, al no encontrar nada de valor el tomo las bolas de la mesa de villar, sin ser descubierto el regreso a su hogar. Al siguiente día al darse cuenta de lo sucedido culparon a un hombre negro de este robo el cual fue castigado y golpeado por el pueblo, ya que era el único entretenimiento que existía en ese lugar. Puesto a la culpa que sentía Dámaso por lo sucedido decidió entregar las bolas de billar pero al intentar entregarlas fue descubierto por el dueño del lugar y sin importarle lo que fuera entregar de igual manera lo entrego al alcalde y fue castigado.

La cuarta historia es llamada “la prodigiosa tarde de Baltazar”. Este capítulo narra la historia de un carpintero que construye una jaula muy bella, una jaula muy admirada por el pueblo, después de tanto trabajar haciendo la jaula Baltazar y su esposa Úrsula acordaron venderla en 60 pesos. Un doctor llamado Octavio Giraldo quiso comprarla como regalo para su esposa pero Baltazar no se la vendió ya que ya se la había encargado por el hijo de Chepe Montiel. Baltazar se dirigió a su casa, pregunto por él y lo recibió pero su padre no quería que su hijo comprara la jaula, al ver que su hijo la quería él se la regalo diciéndole que para eso la había hecho. La gente lo felicito pensando que era el único que le había podido sacar dinero a Montiel, le invitaron unas cervezas pero como era su primera vez que tomaba se emborracho muy rápido y gasto todo su dinero, tuvo que dejar su reloj como garantía y al no poder mas quedo dormido en la calle y robaron sus cosas, Baltazar se dio cuenta pero prefirió seguir durmiendo.

La quinta historia es llamada “la viuda de Montiel”. Esta historia relata la muerte de un señor llamado José Montiel, el tuvo una vida muy triste, aun cuando su esposa esperaba que

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