Riesgo Positivo
Enviado por anaelizabeth3102 • 14 de Abril de 2015 • 4.748 Palabras (19 Páginas) • 433 Visitas
CAPÍTULO 1: Cambie las probabilidades de éxito
La empresa depende de nuevos proyectos para su crecimiento, del mismo modo existe un problema en el momento de lanzar un producto, se es muy optimista en cuanto a las probabilidades de éxito. En cuanto tenemos un proyecto y tenemos el 5% de probabilidad de éxito, nuestro optimismo hace que creamos que tenemos el 30% de probabilidad.
El optimismo es importante para poder lograr resultados, sin embargo, esto hace que subestime al comienzo del proyecto, pero a la vez apoya a que se empiece con energía, porque si se inicia con pésimo no se lograra que los seguidores se motiven.
Cualquier proyecto podría fracasar de varias formas. Van desde la deficiente comunicación entre los miembros del equipo hasta el hecho de llevar a cabo muy pocos experimento y el tener en cuenta muy pocas opciones de diseño de producto nuevo; desde confiar en una tecnología imperfecta hasta una que pueda funcionar pero que cueste demasiado o tarda en desarrollarse; desde no anticiparse a una medida preventiva de un competidor hasta pronosticar de manera inexacta la demanda por parte del consumidor.
Desde luego, muchos proyectos salen triunfantes. Algunos de los programas informáticos funcionan bien, algunos proyectos se convierten en grandes éxitos. Sin embargo, con mucha frecuencia el exceso de optimismo hace que no se vean los defectos. No se e consulta al personal de marketing las veces que son necesarias en cuanto a los detalles del proyecto en cuanto a los clientes, el nuevo producto llega al mercado con retardo o se ha pasado por alto una característica vital o un canal de distribución. Se desperdicia tiempo, energía y recursos, y el esperado avance hacia el crecimiento jamás se presenta.
Para poder cambiar todo lo anterior, se necesita calcular cuidadosamente las verdaderas posibilidades, superar la tendencia natural humana a ser en exceso optimista, con realismo e información. El propósito no es desmoralizar el esfuerzo sino tener una idea clara y precisa de lo que realmente se necesita para hacer que el proyecto sea exitoso, aparte de que tanta inversión, las medidas inteligentes que deben tomarse, los planes de contingencia que se deben tomar en cuenta y cuan inteligentemente se debe diseñar el modelo empresarial.
A principios de los 90, Toyota disfrutaba de una creciente participación en el mercado y rentabilidad si igual. Sin embargo los ejecutivos estaban preocupados. Habían notado que la autocomplacencia había debilitado a otras empresas exitosas, entre ellos grandes fábricas de automóviles estadounidenses. Temían que su éxito presente, comenzaba a manifestarse una sensación de madurez del producto. Estaban surgiendo nuevos competidores ansiosos, conscientes de los costos e hipereficientes. Competir por anticipado puede no ser una fórmula de serenidad personal, pero es una gran herramienta para el éxito si se trata de proteger a la compañía de sus mayores riesgos.
En un esfuerzo por garantizar que Toyota permaneciera a la vanguardia de la industria automovilística, hizo que reuniera a su equipo para imaginar que cualidades debería tener un automotor avanzado. Pensaron en un vehículo que fuera cómodo, seguro, placentero al conducir, atractivo para las conductoras femeninas, bajo en contaminación, amable con el medio ambiente y con alta eficiencia del combustible.
El proyecto Prius, fue para Toyota un gran logro pues fue su primer automóvil hibrido. Este proyecto fue un gran avance para su tecnología. La primera idea era hacer que la gasolina durara un 50% más, pero al exponerlo al jefe de Toyota quería que fuera el porcentaje más alto para que otras empresas se tardaran en igualarlos. Fue todo un reto para Toyota pues la tecnología la tenían que crear para poder desarrollar el modelo. La estrategia en equipo que ocuparon para trabajar y poder resolver problemas en el momento que surgen, fue trabajar en una red en esfera para que todos los involucrados pudieran participar y dar su punto de vista.
Steve Jobs, de Apple, es un visionario tecnológico. Sin embargo, una perspectiva visionaria, incluso si está apoyada por un enorme encanto y una gran amabilidad para vender, no es suficiente para la innovación comercialmente exitosa. También se necesita traducir las ideas visionarias en productos que la gente quiera. Es esa singular capacidad de Jobs para poner juntos todos estos elementos lo que ha hecho de él el gerente de proyecto de alta tecnología más interesante del momento.
La creación del IPod surgió tras una característica faltante en el exitoso computador iMac; la carencia era un quemador de CD. Él estaba tan ocupado en el nuevo sistema operativo de iMac, que no se concentró la transformación del negocio de la música de la extracción de sonido en un CD.
Finalmente se le ocurrió. Jobs ordeno a los diseñadores de los computadores iMac incorporar quemadores de CD como parte del equipo normal de todos los aparatos futuros. La duda era como poder incorporarse al ámbito de la música.
Tenían que diseñar un modelo empresarial tan bueno como el primero, además de hacerse con rapidez pues Jobs sabía que el mundo de la tecnología hace alarde de muchos otros pensadores creativos cuyos pasos podía escuchar de cerca.
Apple planeaba crear un sistema rentable para facilitar y hacer divertida la música digital en línea, el primer paso sería hacer un software para la máquina que almacenara, manejara, organizara y editara archivos musicales.
Los programadores de Apple aceptaron el desafío; Jeff Robbin lo logró. Él estaba trabajando en una rocola virtual, llamada SoundJam. Jobs compro la compañía de Robbin y le pidió que lo mejorara al estilo de Apple, con elegancia y facilidad de uso. A los cuatro meses Robbin tenía un prototipo que la compañía decidió llamar iTunes.
Jobs se lanzó a cambiar las probabilidades de éxito. El primer paso fue fijar una agenda inaceptable, decidió que el proyecto tendría que hacerse en nueve meses, por lo regular se necesita un año y medio para hacer este tipo de productos electrónicos, pero esta fue su estrategia, presionar para poder tener en poco tiempo el producto. Un factor externo que hacía que Jobs presionara era que otras empresas podían tener un producto parecido, pues ya la idea estaba después del Discman. Él tenía la idea que si se fijaba una agenda de nueve meses todo el mundo se concentraría totalmente.
El pulcro diseño del iPod y la sencillez de uso de la interfaz aumentó más las probabilidades. La oleada de publicidad favorable que se produjo cuando se lanzó el iPod en octubre del 2001 también contribuyo. Proporciono publicidad gratuita que valía más que todos los comerciales de 30 segundos en el mundo. Con el tiempo el Ipod fue mejorando aumentando su capacidad de memoria y
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