Saboreando el Amor - Roberto von Krammer

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Saboreando el Amor  

El comportamiento humano visto desde una perspectiva sexual o como la mano de la naturaleza mueve los hilos para que actuemos de acuerdo a sus planes.

Primero los ojos 

Lo podemos oler 

Donde se Originan las Feromonas Humanas 

Interviene el Gusto 

Escucha el Verbo 

Tacto, Nuestro Sentido Más Extenso 

Si Obedeces Tendrás Una Agradable Recompensa 

La Sicología del Amor 

Lo llamamos amor y se siente como amor, pero la más estimulante de todas las emociones humanas es la hermosa forma que tiene la naturaleza de lograr mantener viva y reproduciéndose a la especia humana. El planteamiento es bastante sencillo y consta de 3 actos: nacimiento, reproducción y muerte. Como en toda obra teatral el segundo acto es donde se desarrolla la mayor parte de la trama y es acá donde las decisiones que tomamos y que consideramos de libre albedrío están dirigidas por nuestros instintos de supervivencia y perpetuación, que datan de hace millones de años. Como somos dueños solamente de la mitad de los genes que se requieren para crear a otro ser, nuestro vehículo a la inmortalidad, una vez que alcanzamos la maduración sexual salimos a buscar a una pareja que presente señales (a nuestro entender genético) de buenos genes. Se ha postulado que en cada en uno de nosotros esto se concreta en el desarrollo de un “mapa del amor” y que consiste en una serie de circuitos cerebrales que determinaran cuales características sexuales nos atraerán y, en términos generales, nos llevará a enamorarnos de un tipo de persona en vez de otra. 

Entonces entramos en una compraventa de genes. Buscamos aquellos que consideramos favorables pero necesitamos también que acepten los nuestros. Para este emprendimiento, al que dedicamos la mejor parte de nuestra vida, dejamos casi completamente de lado nuestro aspecto racional y recurrimos en cambio a nuestros sentidos. El proceso no deja de ser complicado ya que funciona solamente si ambas partes están interesadas, de otra manera las penas de amor son fuente inagotable de poetas y crónica roja. Aparte de eso el sistema ha funcionado razonablemente bien y cada uno de nosotros es el resultado de una serie de uniones exitosas que se pierden atrás en el tiempo. 

El Dr. David B. Givens, reconocido especialista en comunicación humana no-verbal, ha postulado que el cortejo tiene 5 fases: atención, reconocimiento, conversación, contacto físico y relación sexual. Brevemente explicado, se trata de un conjunto de señales destinado a lograr un acercamiento de la pareja; la mirada “casual”, la sonrisa u otro signo de aceptación, intercambio verbal, relación física y unión íntima. 

Entonces, el primer sentido que utilizamos es el de la vista. Las mujeres buscan a un buen cazador-proveedor y también protector de la familia, de modo que visualmente son atraídas por un físico adecuado. A los hombres les atraen las caderas anchas porque presuponen facilidad para dar a luz; y pechos abultados que sugieren capacidad de generar abundante alimento para la descendencia. Una vez que nuestros ojos detectan algo que les interesa el instinto nos hace acercarnos para que los demás sentidos puedan investigar también. 

Lo Podemos Oler

Una vez que los protagonistas se acercan lo suficiente el uno al otro, interviene el olfato, sentido muy importante, aunque en el ser humano está atrofiado en comparación con el resto de los animales. 

En general, algunos olores nos agradan y otros nos repelen. El instinto nos dice que los emanados de substancias en descomposición son un peligro para nuestra salud y por lo tanto son repelentes. En cambio aquellos que nos sugieren bienestar nos atraen. Nada tiene el poder de hacernos revivir el pasado tan completamente como un olor que una vez estuvo asociado con él. Estudios han demostrado que la memoria olfativa puede durar al menos 1 año mientras que la memoria visual se conserva generalmente por tan solo algunos meses. 

Como veremos más adelante, a través del olfato, en forma invisible, intercambiamos información con las personas que nos rodean acerca de características muy fundamentales. 

Como veremos más adelante, a través del olfato, en forma invisible, intercambiamos información de características muy fundamentales con las personas que nos rodean. 

La comunicación oculta o no evidente entre seres humanos siempre ha tenido ribetes misteriosos. Por ejemplo, las mujeres han creído “saber” por instinto que cuando un grupo de ellas, en edad fértil, cohabita y se relaciona entre sí durante un tiempo prolongado, sus períodos menstruales tienden a sincronizarse. Pero fue la Dra. Martha McClintock, psicóloga experimental y directora del Instituto para la Mente y Biología de la Universidad de Chicago, quien, en 1971, después de estudiar el tema demostró que esta comunicación se efectuaba mediante señales hormonales olfativas (y por lo tanto químicas), que se denominan “feromonas humanas”. 

Las feromonas, del griego “phrein” (llevar) y “hormon (excitar, estimular) se conocen desde 1959 y describen mensajeros químicos que son liberados al entorno por un individuo y recibidos por otro de la misma especie. En el proceso se activan respuestas específicas fisiológicas o conductuales. Primeramente fueron estudiadas en insectos y luego se descubrió que son propias de todos los seres vivientes, vertebrados e invertebrados. Es necesario comprender que la respuesta a las feromonas varía ampliamente de especie en especie. 

Originalmente se pensó que en el ser humano el órgano vomero-nasal, receptor fundamental de los emisarios olfativos feromonales, se había atrofiado hasta el punto de ser inexistente, pero fue finalmente localizado empleando técnicas microscópicas avanzadas. Se encuentra en el piso de las fosas nasales y cerca de su entrada. Se demostró que es un órgano funcional químico-sensible, con la capacidad de transformar estímulos químicos en impulsos nerviosos. Consecuente con lo anterior, en el cerebro se encontró el bulbo olfatorio correspondiente. 

Por su ubicación está expuesto a traumatismos o a ser pasado a llevar durante cirugías nasales. Es indudable que dada su importancia su destrucción debe ser notada, sin embargo, las respuestas sexuales en los seres humanos son complejas e involucran varios sentidos. Además, como sucede a menudo, la falta de un sentido tiende a ser mitigada por el esfuerzo de los otros por compensarlo. Es probable que sea el sentido del gusto quien asuma en parte la función perdida. 

Donde Se Originan las Feromonas Humanas

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