TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA

Autor: Mario Vargas LLosa

Esta obra comienza con un típico adolescente llamado Ricardo de un barrio miraflorino, que se enamora de una chica muy peculiar y más despierta que las demás, Lily. Por desgracia se da cuenta que les mentía a todos, en cuanto a lo de su estatus social, era una chica pobre y humilde proveniente de algún lugar recóndito de lima y que por algún factor suerte logra ingresar al “paraíso”.

Su reencuentro sucede en parís, y la vida le da una oportunidad a le de darse cuenta que nunca la olvido y que aun siente algo por ella. Peor el destino es traicionero, alejándola de él nuevamente. Para volverse a encontrar un par de años después, logrando tener una aventura con ella, aun cuando esta estaba casada con el señor Arnoux.

Pero las cosas no siempre ocurren como uno lo quiere y ella, a la primera oportunidad que tuvo para irse con otro mejor, lo hizo, sin importarle los sentimientos de Ricardo.

Cuando ya él se disponía a olvidarse de ella, por el mucho dolor que le causaba. Nuevamente se encuentras, pero esta vez en Londres, y aunque fue un encuentro fortuito, él se dio cuenta, amargamente que aun sentía algo por ella y que tal vez la amaba más que antes.

Los amoríos volvieron a surgir entre ellos estando allá, pero parece como si el destino no quisiera que ellos estén juntos. Y los separa nuevamente, dejando a Ricardito sumergido cada vez más en la desolación y el abandono.

Cuando ya lo creía todo perdido, un rayo de luz y esperanza vuelve a surgir en él, esta vez se trataba de Tokio, y nuevamente lo vuelven a pisotear…aunque esta vez fue frente al marido de ella. Pasaron los años, y ella lo vuelve a buscar par que la ayude, estaba ella toda maltratada y descuidad, al borde de la muerte. Le la ayuda, se casan y, justo cuando todo era felicidad…Ella se va y lo deja.

Cuando ya se propuso definitivamente a olvidar, ella aparece por última vez, diciendo por primera ocasión que lo quería mucho y que pase los últimos días con Ricardo. El acepta y se van a vivir juntos hasta que la chilenita pasó a ser parte de sus recuerdos y a pertenecer a la otra vida.

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