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Ultima Cena


Enviado por   •  26 de Mayo de 2013  •  758 Palabras (4 Páginas)  •  495 Visitas

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Ayer se inició en Madrid un ciclo de cine cubano, país que cuenta con una notable producción cinematográfica y con una escasa exhibición en nuestros circuitos comerciales. El ciclo inaugura un complejo de salas cinematográficas, las Alphaville que irrumpen en la competencia con evidentes ansias de aportar a la exhibición los filmes infrecuentes. Tomás Gutiérrez Alea, realizador de La última cena y probablemente uno de los nombres clave de la industria cinematográfica cubana, se encuentra en Madrid y concedió a EL PAIS las siguientes declaraciones:

«Nos planteamos hacer una película, en un sentido lineal, muy simple. Basada en una anécdota histórica muy sencilla pero muy reveladora para nosotros. No pusimos mucho énfasis en el aspecto de la rebelión de los esclavos. Estos tienen un ansia de libertad muy elemental. Se puede considerar como un germen de lo que va a venir después, cuando lleguen a coincidir con el tiempo los intereses de los esclavos y los de la burguesía criolla, es decir, a mediados del siglo XIX, unos sesenta años después de la época en que transcurre la acción de La última cena.»«La época del filme es un momento crítico en el sentido de queje produce una agudización de la explotación del esclavo. Es el momento de la revolución de Haití o Santo Domingo (1795). En Cuba se plantea la situación de que la industria azucarera se encuentra con una demanda muy grande porque Haití quedó prácticamente sin producción. Es el momento del primer boom azucarero de Cuba, que consolida a la burguesía criolla.»

«Lo que me interesaba -añade Gutiérrez Alea- era el hecho de que evidenciaba muy claramente la manipulación de la religión por parte de la clase dominante, lo que se traduce en una gran hipocresía. El conde de Casa Bayona, propietario de la hacienda, es probable que no quisiera ser un gran explotador. A él le gustaría que los esclavos comprendieran su destino, de esclavos sin necesidad de maltratarlos. La demanda le exige incrementar la producción y su personalidad sufre una especie de desdoblamiento en dos personajes que actúan en la película: el capellán, que supone el hombre bueno y el capataz que actúa como mero represor.»

«La secuencia de la cena, que dura cincuenta minutos, muestra al conde en un gesto de humillación ante los esclavos, a los que lava. Se emborracha con ellos y llega a creer que se acabarán los muros del odio que separa las dos clases. Cuando está sobrio, coge miedo a la situación y se va a su villa. Los esclavos comprenden que pueden sentarse a la mesa del señor y se rebelan. El conde tiene que asumir la función del capataz y la asume. En definitiva prefiere no ir al cielo (propuesta del capellán) y defender sus intereses azucareros, terrenales.»

«La anécdota que se narra es muy simple y se encuentra integrada en un libro de Moreno Fraginals, El ingenio, muy riguroso y en el que analiza

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