Un Rey Con Agallas

ENSAYO

Un Rey Con Agallas

La vida de la realeza siempre ha sido para la gente del común lo mejor que alguien pudiera vivir, pero realmente nadie sabe el sufrimiento por el que se pasa cuando hay que cuidar las apariencias y se debe dirigir un reino lleno de personas que dependen de las decisiones del rey y sus colaboradores.  Vivir en un castillo, tener todas las comodidades, ser admirado y respetado es uno de los trabajo más duros que pueda tener una persona y de eso puede dar fe el personaje principal de nuestra historia, El Duque York.

Un niño común y corriente no se tendría que preocupar por nada más que divertirse y aprender todo lo que pueda del mundo que lo rodea, pero los príncipes deben aprender a vivir muy solos y en un mundo aparte de la sociedad por su seguridad y para poder enseñarles todo lo que se requiere para ser un rey.

El duque de York era el hijo menor del rey Jorge Tercero, creció muy presionado por su padre y sus profesores, para ser perfecto y siempre fue comparado con su hermano mayor; esa situación lo convirtió en un niño reprimido, tímido, poso sociable, pero muy inteligente. Dentro de esas discapacidades estaba, no poder escribir con la mano derecha. Él desarrolló más fácil su motricidad en la mano izquierda  lo que para el rey y para todo el reino era pecado. En reacción a esto  le pusieron unas tablillas para obligarlo a escribir con la mano derecha causándole un daño psicológico tan grande que marcó su vida por completo.

El rey Jorge Tercero no comprendía que sus hijos tenían temperamentos y habilidades diferentes, dejando huellas imborrables en el corazón de su hijo menor. Esos daños se empezaron a ver reflejados en el comportamiento del duque York, su forma de mirar, caminar, reír, hablar, en general su personalidad se transformó y con el tiempo esos miedos, esas presiones fueron creciendo en su interior, para finalmente quedar sin voz.

Dentro de la familia real, había mucha expectativa con el progreso del duque, sus hijas, esposa, su mamá, tenían la esperanza perdida y no podían creer que el duque algún día dejara de tartamudear, por lo que la presión en su mente era cada vez mayor y lo que lo impulsó a salir del hueco en el que se había sumergido a los cinco años de edad.

En el cerebro hay conexiones que cuando son afectadas ocasionan reacciones inesperadas, en el caso del duque York el tartamudeo empeoraba cuando estaba bajo presión de alguien o de un gran público, pero era más controlado cuando se sentía tranquilo o tenía mucha rabia; él realmente no era consciente de esas reacciones de su mente, pero era evidente que todo dependía de la situación en la que estuviera. Entonces si era posible curarlo, sólo se necesitaba mejorar su autoestima y  recuperar la seguridad que le habían quitado para obtener la fluidez que se necesita para ser rey.

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