Weber - La Empresa Estatal Y El Dominio Como Administración.

Weber

La empresa estatal y el dominio como administración.

Para Weber el predominio de la racionalidad es absoluto. Se impone sobre todas las formas anteriores de manejo público. Esta racionalidad se irá extendiendo a todos los nivel de dominación. Esto implica que en los diferentes ámbitos, inclusive en la iglesia, el proceso de burocratización ira creando toda una burocracia que la iguala con el concepto de Capeyanocracia, este tipo de organización se basa en una pirámiralidad absoluta.

En el Estado moderno, el verdadero dominio, consiste en el manejo diario de la administración, se encuentra necesariamente en manos de la burocracia.

La disposición de medios está en manos de aquel poder al que el aparato de la burocracia (jueces, funcionarios, oficiales, capataces, empleados, suboficiales, etc.) obedece. En aquel aparato, característico de todas aquellas formaciones, su existencia y función están ligadas a aquella “concentración de los medios materiales de explotación”

Pero también históricamente, el “progreso” hacia lo burocrático, hacia el Estado que juzga y administra, está en la conexión más intima con el desarrollo capitalista moderno.

Una institución solo se puede organizar burocráticamente. Weber dice que el verdadero don del estado moderno lo tiene la burocracia militar civil. Por ej, el ejército norteamericano tiene un dominio y un poder de decisión muy grande.

Al haber un avance cada vez mayor de la racionalidad, hay también un avance cada vez mayor de la burocratización.

La supremacía de la razón implica:

Primero el cálculo racional económico, sin este, no hay racionalidad capitalista ya que es imprescindible. Por otro lado el manual de normas y procedimientos. Aquí se verifica la supremacía lógica de la razón.

La supremacía del sistema burocrático como forma máxima de racionalidad se ve en la administración, mediante una disciplina administrativa. Hay que respetar absolutamente al manual de normas y procedimientos. Cuanto mayor es el organismo, mayor es la burocratización y la necesidad de esta.

La racionalidad nace de la empresa capitalista, de ahí, pasa al Estado. Estado y mercado funcionan de la misma manera (racional) pero con distintos fines.

El desarrollo de la política en “empresa”, que requería una preparación en la lucha por el poder y en los métodos de la misma, imponía la separación de los funcionarios públicos en dos categoríasdistintas: la de los funcionarios profesionales por una parte y la de los funcionarios “políticos” por la otra.

El verdadero funcionario de acuerdo con su propia profesión, no ha de hacer política, sino que ha “administrar” y de modo imparcial; y esto es así también por los que se refiere a los llamados funcionarios administrativos “políticos”. El funcionario ha de ejercer su cargo “sin cólera ni prejuicio”.

¿Cómo se ve en la práctica

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