Película: Metrópolis (Fritz Lang)
Enviado por cbura • 30 de Octubre de 2023 • Trabajo • 1.876 Palabras (8 Páginas) • 58 Visitas
Tecnicatura Superior en Niñez, Adolescencia y Familia
Instituto Superior de Psicología Social
Trabajo Practico
de SOCIOLOGIA
Película: Metrópolis (Fritz Lang)
Cielo Burattini
La película “Metrópolis” fue realizada frente al desafío que planteaba las consecuencias del capitalismo, el progreso científico/tecnológico y la decadencia moral y política en Alemania de los años veinte, la cual se inclina en muchos aspectos hacia el fascismo y contiene una condena explícita de la Revolución Obrera.
Ambientada en una gigantesca ciudad futurista del año 2026, nos muestra una sociedad en crisis que enfrentaba los mismos desafíos que el Berlín de los años veinte, convirtiéndose en una joven capital cultural gracias a la “Ley del Gran Berlín”, resultando la mayor ciudad industrial de Europa, con los derechos fundamentales y las libertades personales establecidas por la Constitución de Weimar. Con dos clases sociales claramente diferenciadas: La clase dominante, que posee exclusivamente el poder económico, político e intelectual, vive de los lujos en la llamada “superficie”; y la clase de los trabajadores al servicio de las máquinas, habita en una ciudad excavada en el subsuelo. El progreso tecnológico condenaba a las masas de trabajadores a la alienación económica total que explica Marx, esto se ve claramente en las imágenes que hacen el cambio de turno. Esto tiene que ver con la consumación de una sociedad deshumanizada, robotizada.
El líder de la clase superior o mejor dicho el director de la ciudad tiene un hijo que se recrea en el “Club de los Hijos” dedicado al ocio y al disfrute sensual; en esta escena se puede ver el hedonismo y la vida nocturna que se veía en aquellos años. El hijo del director se enamora de una mujer que vive en el subsuelo, con dotes místicos que intenta convencer a los trabajadores para que no haya un levantamiento social sino un mediador.
En la fábrica, cuyas maquinas sostienen la gran ciudad, existe una máquina muy particular bajo el nombre de Baal, que en el Antiguo Testamento es una deidad malvada que se alimenta de sacrificios humanos, se cobra su precio en el sacrificio de una gran mayoría que debe entregar su carne y su sangre a estas máquinas. Cuando el hijo le dice al director de las terribles condiciones de vida de los trabajadores y este se muestra indiferente, él decide unirse a esta mujer, por lo tanto, se disfraza de trabajador y desciende hasta las profundidades de la metrópolis para ver a la mujer profetizar la llegada de un Mediador capaz de unir las diferentes clases sociales.
El director temiendo una revuelta de los obreros, contacta a un científico que vive en una casa cuya puerta de entrada tiene una estrella de cinco puntas, la cual está asociada a la magia/alquimia, símbolo controversial para la época, ya que se utilizaba para el reconocimiento de hogares judíos en la noche de los cristales rotos.
El científico enseña al director un robot que contiene un espíritu, algo así como un “Ser Maquina”, aunque lo odia lo ayuda igual, entonces lo lleva a encontrar las profundidades y a espiar al hijo. Luego el científico transforma al robot con la apariencia de la mujer que estaba enamorado su hijo, para que esta incite a una revolución de los trabajadores y que a él le sirva de excusa para una represión violenta. Pero el científico le dará instrucciones para que no solo subleve a la gente sino para que destruya toda la metrópolis liberando a la muerte y a los siete pecados capitales. El científico captura a la mujer y la transforma en una heroína.
La mujer es malvada y provoca a los trabajadores a que destruyan la máquina que lo esclavizan, mientras aparece como bailarina en el cabaret Yoshiwara, sobre un pedestal sostenido por bestias infernales que terminan convirtiéndose en los siete pecados capitales.
Destruyen a la “maquina corazón” que proporciona energía a la ciudad y causan inundaciones poniendo en peligro a sus propios hijos. En esta escena se advierten dos posibilidades; una, la violencia desatada de la clase oprimida que termina en la destrucción de las máquinas y la consecuente anarquía; la otra, es la acomodación del proletariado a los intereses de la elite, ósea una mezcla de capitalismo y exaltación nacional, con un fondo casi religioso. Cuando el director escucha los planes de venganza del científico, rescata a la mujer. Mientras tanto, el capataz les advierte del peligro de sus hijos, los trabajadores empiezan a perseguir al robot y quemarla en la hoguera como si fuera una bruja, pero se dan cuenta de su naturaleza metálica.
Finalmente, en la puerta de la catedral se realiza el pacto entre las clase dominante y clase trabajadora en un apretón de manos, sirviendo de Mediador el hijo del director, “El mediador entre el cerebro y la mano ha de ser el corazón”, toda la composición denota que el industrial acoge al corazón con el propósito de manejarlo; que no abandona su poder, sino que lo expandirá sobre una región del alma colectiva, la disciplina mecánica será sustituida por la disciplina totalitaria. En esta idea final se refleja la ideología del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania.
Contexto Social:
Este pacto final que muestra Metrópolis del “mundo mejor” es, en realidad, ilusión fascista; que, entre las representaciones vigentes de 1927, ese “mundo mejor” no era en modo alguno, una solución rechazada por la población occidental en general ni tenía las connotaciones de palabra “prohibida” que tomo muchos años después, cuando el fascismo italiano se alió con el Nacional-Socialismo alemán. Así, una solución fascista a los problemas sociales no causaba el horror que podría haber causado al público occidental después de 1945.
El fascismo, en tanto movimiento político, que llega al poder en un Estado/nación, comienza en Italia, en octubre de 1922. El nazismo que llega al poder en Alemania en 1933, recién se alía con el fascismo italiano de 1936: es en noviembre de ese año cuando Mussolini afirma que el vínculo entre Berlín y Roma es como un eje en torno al cual pueden girar.
En 1927 seguían vivos los ecos de la catástrofe que significo para Europa la Primera Guerra Mundial (1914/18). El movimiento inmenso y constante de millones de personas y el uso de la ciencia y la tecnología al servicio de la muerte había llevado a una nueva dimensión las hasta entonces incipientes ideas de lo masivo, al mismo tiempo, la Revolución Soviética, afianzada ya tras una década de su estallido, suponía al mismo tiempo una esperanza (para sus simpatizantes) y una amenaza (tanto para los sectores dominantes como para los sectores de menores recursos que había sido sistemáticamente aterrados, por aquellos, con la fantasía de que las revoluciones, en sus países, los privarían de las pocas libertades de las que se suponía que gozaban.
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