Sinfónica de la OFUNAM

Ochoa Hidalgo Alan Israel

Sinfónica de la OFUNAM

Domingo 17 de marzo, son las 8 de la mañana y estoy alistándome para salir e ir camino a la UNAM el día de hoy se presenta la OFUNAM, tocaran algo de Beethoven y Mozart.

8.30 am ya voy saliendo de mi casa, desido salir temprano ya que años atrás al igual que hoy por una tarea de la escuela tenia que presenciar una función en la sala nezahualcoyotl  pesar de que llegue a tiempo no alcance boletos, pero hoy será diferente llegare unas dos horas antes para que este ecgo no se repita. El día de hoy me acompañara un amigo cercano el buen Rene, el cual debo decir esta mas emocionado que yo por esta función.

En el camino encuentro a mi amigo, en el trayecto de nuestras casas al metro toreo vamos platicando, un mensaje nos interrumpe es mi amiga Dafne que nos informa que al parecer ya no hay boletos, me cuenta que un día antes otra compañera de clases fue a la taquilla a conseguir boletos y fracaso solo habría para las funciónes de la próxima semana. Esto nos desalienta un poco, le comento los echos a mis amigos del grupo, los cuales al igual que yo se preocupan, a pesar de esto la misión sigue en marcha iremos a la UNAM con la esperanza de encontrar boletos en taquilla o como medida drástica conseguirlos con algún revendedor.

A medio camino del toreo Tier (una amiga del salón), se comunica con nosotros nos informa que logro conseguir 3 boletos (uno para mi, otro para Carlos amigo de la clase y el suyo), al parecer los compro en línea, pero hubo dos problemas todos contábamos con el descuento del 60% por ser estudiantes, este descuento solo aplicaba en taquilla, a pesar de la decepción estamos felices por la victoria de entrar a la función de hoy, el segundo problema mi amigo Rene no tenia boleto, rápidamente le pido a Tier si puede comprar uno mas y le explico la situación, minutos después nos informa que fue imposible no pudo, la pagina no la dejo y posteriormente la misma pagina ya no muestra el evento. No perdimos la esperanza el plan B sigue en marcha tratar de conseguir un boleto revendido.

El trayecto del metro toreo a metro CU pasa sin pena ni gloria, lo único memorable es que lo elevadores para personas con discapacidad si funcionan, lo cual es raro.

Ya en CU nos percatamos que las entradas por donde regularmente ingresamos a las paradas del puma bus están cerradas, desconcertados vamos de una puerta a otra con la esperanza de encontrar una pasadizo secreto. En este vaivén encontramos a Carlos que parece estar mas perdido que nosotros, un señor amablemente nos informa que la entrada de autos esta abierta, rápidamente vamos, cabe mencionar en este punto que ya estaba cansado de tanto caminar por lo regular no camino tanto y dar tantas vueltas ya estaba mermando mi energía pero e fin prosigamos con la historia, logramos entrar como la sala nezahualcoyotl esta aun muy lejos y yo ya no pedo caminar mas decidimos esperar al pumabus (autobuses que brindan transporte dentro de la UNAM y no cobra), el cual tarda unos 10 minutos, lo cual no es mucho pero créanme en mi condición y con mi cansancio ya no podía.

Por fin llegamos a la sala nezahualcoyotl, ubicada en el centro cultural UNAM inmediatamente nos dirigimos a la taquilla la cual esta en la planta baja de la sala y se accede por las escaleras o por el elbador o por la rampa externa, nosotros llegamos por el elevador ni pensar en usar las escaleras son mi peor enemigo, al salir del elevado vemos  3 enormer filas, dento de mi pensé “animo, animo si se puede, no desesperes”, este mantra no sirvió de nada un joven con una sonrisa malvada sale de las taquillas y dice ”que no hay mas boletos para la función de hoy” no puede ser, ni modo a poner en marcha el plan B.

Mientras tanto a mi derecha me percato que una señorita en una mesa ¿esta dando dos boletos?, que, que, ¿acaba de dar otro?. Les explico un señor de chaleco cafe se acerco con una joven y una señora a esta mesa y le explico a la señorita algo en secreto y le dio dos boletos, luego se acerca otro joven le dice que es estudiante de la UNAM le extiende una hoja y la señorita la rompe por la mitad y le da un boleto, para explicarme esta situación pensé que quizá sean boletos que compran en línea eh imprimen y aquí los cambian, todo tenia sentido hasta que recordé que el soñor y las dos mujeres no le dieron nada y solo se dedicaron a secretearce, así que para resolver mi dida y ver si corría con suerte me acerque a esta joven, le exprese mi sonrisa mas coquete y le hable dulcemente:

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