Cine Foro: Global Metal Por Sam Dunn Metal De Un género Musical A Una Subcultura Global

¿Puede ser tan poderoso un género musical como para convertirse en una subcultura? De serlo, ¿se presentaría de la misma manera alrededor del mundo? O ¿cada país será capaz de darle una interpretación diferente acorde con su realidad?

“We should have our own identity” (“debemos tener nuestra propia identidad”). Max Cavalera fundador de Sepultura menciona estas palabras en la entrevista realizada por Sam Dunn en su visita a Brasil durante la grabación del documental “Global Metal”. Esta frase es la base para comprender la forma en que el metal (género musical) es entendido de manera distinta en diferentes regiones y países del mundo. Ya que, aun cuando la música sea la misma para todos, las diversas realidades culturales hacen que la veamos y vivamos de maneras muy particulares, ya sea agregando ritmos nuevos, incorporando vivencias o cualquier otra “invención” que diversifique lo que representa. Pero esto solo es posible si poseemos una identidad cultural propia y bien definida. Esto no quiere decir que no podamos influenciarnos o que no debemos seguir alguna corriente que nos haga sentir identificados, se trata de adaptar dicha tendencia, en este caso dicho género musical (metal) a nuestra propia cultura. Al llevar a cabo este proceso el metal deja de ser solo una tendencia para a convertirse en una subcultura y volverse parte fundamental de la vida de un grupo de personas. Dentro de “Global Metal”, podemos encontrar un ejemplo muy claro de dicha adaptación, en Japón con el surgimiento de un subgénero del metal llamado visual-kei. Que aun cuando muchos “metaleros de la vieja guardia” no lo reconozcan como metal verdadero por la excentricidad de los grupos que lo representan, el estrambótico vestuario y maquillaje que suelen llevar y la pluralidad de ritmos que llegan a incorporar dentro de sus temas ha influido en gran medida dentro de este amplio grupo de individuos que están inmersos en la cultura del metal japonés. Esta diversificación (aun cuando está inmersa dentro de el afán japonés de parecer una cultura occidental) que ha sufrido el metal en Japón a mi entender a permitido que los metaleros sean aceptados por el público en general.

Otro de los países visitados en el documental fue la india, que aunque no posee un movimiento metalero tan grande como otros por las limitaciones que vienen dadas por su en extremo tradicionalista cultura, utiliza el metal como medio de liberación y crítica hacia ciertos paradigmas allí existentes, es por esto que los fanáticos del metal hindúes son si se quiere rechazados y satanizados. Esto se debe a que la “inmadura” cultura metalera India no ha sabido adaptar este género a la realidad hindú sino que simplemente ha copiado lo hecho en otras regiones del mundo especialmente lo hecho en EEUU.

Comparando la situación de el estilo de vida metalero en ambos países (Japón e India) podemos darnos cuenta de que en la cultura japonesa que recibe influencias pero que mantiene hasta cierto punto una identidad cultural clara y logra adecuar el género al modo de vida del japonés este es aceptado y visto de una mejor manera, al contrario de la India que se limito a copiar la cultura metalera americana estos individuos son mal vistos puesto que no representan diversos aspectos de su realidad cultural y social sin embargo esta es la manera en que ellos comienzan a entender el metal y que eventualmente irá abriendo surcos para introducirse y afianzarse de manera más positiva dentro de su cultura como nación.

Dunn intenta explicar lo mismo en su documental, incluyendo las diferentes visiones de personas que se encuentran inmersas dentro de esta “cultura suburbana” como el mismo la define al inicio del mismo. Sin embargo aunque la interpretación sea diferente la cultura metalera en todas partes del mundo tiene varios, si no muchos aspectos en común. Ya que la difusión de esta cultura se ve impulsada por el fenómeno de la globalización y el intercambio cultural entre sociedades, tomando como

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