El Hombre Viento No Se Rinde
Enviado por mofejo • 4 de Mayo de 2014 • 862 Palabras (4 Páginas) • 292 Visitas
Un tipo genuino que va de frente en un mundo de pura fachada. Jeremías Pau Toledo Arias (Pego, 1981) lleva en la música desde hace 17 años, nunca se fijó en el estereotipo de poeta urbano en sus comienzos y su música tiene un mensaje intenso que va más allá de las letras banales que nos abruman en estos días. Después de siete discos publicados, todos ellos íntegramente de su cosecha, y con el octavo en camino, El Hombre Viento vive uno de sus mejores momentos como artista, o, por lo menos, goza de un mayor reconocimiento por parte de sus colegas de profesión. Un artista con talento innato que no pasa desapercibido para los expertos, pero al que le falta un golpe de efecto que le coloque en el lugar que realmente le corresponde.
En la actualidad está metido de lleno en el último proyecto del prometedor grupo de hip hop Suite Soprano que saldrá a la luz el próximo mes de mayo y en el que ha puesto su sello en la mayoría de canciones con unas bases extremadamente trabajadas. Se encarga del 'art work' y de las letras de dos temas del nuevo disco de Celtas Cortos, con quien suma varias colaboraciones en los últimos años, y, además, raperos consagrados a nivel nacional han llamado a su puerta para la confección de sus próximos trabajos.
Hablar de El Hombre Viento es hacerlo de un artista multidisciplinar, domina varios instrumentos como el violín, la viola, el piano o la guitarra, es cantante, compositor, ilustrador y productor musical y audiovisual. «Todo lo que he hecho ha sido por supervivencia, para no pensar cuando tenía problemas hace un montón de años, y así he seguido. La libertad que te da idear algo, componerlo y tocarlo sin necesitar a nadie es brutal», comenta. Una infancia difícil le obligó a independizarse con 16 años. Lejos de perderse con malas compañías, Jeremías, Jere para sus allegados, se licenció en Bellas Artes mientras se curtía en el rap. «Era lo que quería hacer, lo que me gustaba más. Me permitía dar rienda suelta a mis letras, a mis ideas, me dio por ser rapero sin saber muy bien qué significaba», comenta. Ese estilo dirigió sus comienzos para después atenuarse y dejar florecer otro muy personal. La música de El Hombre Viento no entiende de convencionalismos, hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere, influenciado por todo tipo de sonidos.
Comprometido buscando su hueco
Las dificultades que atravesó cuando era niño le han llevado a volcarse en labores sociales. Comenzó colaborando con ACNUR, donde continúa hoy en día, y prosiguió cooperando con la asociación madrileña MAGNI en talleres de música y rap para jóvenes con problemas. «También fuimos a Candeal (Brasil) a reconstruir una escuela de cultura y estuvimos en Perú restaurando colegios. Contribuyo de vez en cuando con la asociación YMCA aquí en Valencia», cuenta. «Duermo mucho mejor. Más que ayudar a otras personas, esto creo que me ayuda a mí mismo, no sé
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