El Padrino 1a. Parte

EL PADRINO de Francis Ford Coppola

El Padrino es una película en la que se muestra la unión de los diferentes grupos de capos de los años cuarenta en Nueva York, pero sobre todo de Los Corleone a quienes encabeza Vito, “El Padrino” y jefe de la mafia, un personaje importante para hacer negocios, dar protección, mantener el status y/o jerarquía entre las otras cuatro familias restantes; se distingue de entre ellos, porque representa seguridad, apoyo, hermanad y lealtad. Vito expresa de forma metafórica que “un hombre que no dedica tiempo a su familia, jamás será un hombre auténtico”, refiriéndose a la consanguínea y a la sociedad secreta de la cual forma parte.

Vito, era un ser visionario, lograba destacar las habilidades de los que lo rodeaban, era prudente para operar, porque a diferencia de uno de sus hijos, Santino; él era mediador, no era impulsivo y organizaba la estrategia para actuar, sin dejar cabo suelto. Era líder porque planeaba, organizaba, ejecutaba y daba instrucciones a las personas adecuadas; sin embargo, en su decadencia, se fueron dando una serie de sucesos que llevaron a su hijo Michael a ubicarse como el líder de la Familia Corleone y, en una escena el padre le dijo a su hijo Michael que a él lo veía como un senador o presidente del país, y no en lo que se había convertido, que a él lo ubicaba en un lugar importante, porque así lo era; ante esto, Michael le respondió que así iba a ser, que era cosa de tiempo.

Realmente la hermandad, la seguridad y la lealtad que generaba la familia Corleone, hacía que cada miembro trabajara con la misión de ser un elemento importante del grupo y con la visión de generar beneficios para las personas necesitadas. Otro de sus pensamientos que me encantó fue: “jamás debes apoyar a alguien que esté en contra de la familia”. Creo que es un aspecto fundamental para la unión o el trabajo cohesivo del grupo.

Lo más importante en la vida, es uno mismo, si uno está bien, va generando el beneficio para sus seres inmediatos, como lo es la familia y en cascada para los seres con los que convives de forma cotidiana, de esta forma; debemos generar los espacios propicios para hacer bien las cosas y no olvidarnos de los más importantes, nuestra familia o compañeros con los que mantenemos contacto directo, esto nos permitirá generar un ambiente equilibrado.

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