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Competencias Y Educación. 1a Parte


Enviado por   •  8 de Febrero de 2015  •  2.379 Palabras (10 Páginas)  •  144 Visitas

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“LA EDUCACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS PROFESIONALES. UNA APROXIMACIÓN”

García Villaseñor A. Centro Regional Sur de Formación de Profesores del Area de la Salud. Mayo, 2000

El rasgo característico de la época actual es el cambio, aun cuando siempre ha estado presente, parece evidente que a fines del siglo XX empezaron a mostrarse los cambios con carácter más frecuente y marcado en diversos órdenes, destacando entre muchos otros, los de tipo social, científico y tecnológico.

Un aspecto prominente por su impacto ha sido el de la globalidad y sus repercusiones multinacionales crecientes hasta el punto de ser afectados en nuestro medio de varias maneras.

Seamos globalifóbicos o globalifílicos, lo cierto es que estamos viviendo inmersos en esta realidad y más allá de nuestra postura al respecto, parece pertinente prepararnos para afrontar los cambios presentes y sobre todo (si queremos integrar el rasgo anticipatorio) futuros.

Así mismo, algunos cambios han venido presentándose condicionados por la necesidad de supervivencia económica (en lo individual, grupal, social) y el trabajo profesional está hoy más sujeto a revisión y probables transformaciones.

Se está exigiendo eficiencia, beneficios mutuos y –agregaríamos- humanismo y conciencia.

Hay una fuerte presencia de mercado en las relaciones de práctica profesional: costos, beneficios, utilidad, efectividad; satisfacción de clientes y prestadores. La calidad, como una constante. Esto es así, al margen de cómo nos parezca con lo válido que esto sea.

Ante este escenario, la empresa irrumpe como protagonista activo en escenarios inéditos y demuestra que existen altas cuotas de mercado (en ámbitos diversos) y se considera necesario instrumentar acciones como reducciones de costos, ampliaciones, alianzas estratégicas, nuevas tecnologías, innovaciones de productos o servicios; desarrollar una organización con gestión dinámica; flexible; que aprenda y propicie la realización personal, con una conciencia nueva de sí mismos y visión compartida.

Todo eso supone una innovación constante como lo señalan las tendencias de la educación y otras disciplinas como la medicina, en nuestro caso.

La educación contínua o capacitación permanente resulta obvia y obligada (auto-obligada, no hetero-obligada).

Aparece el concepto de competencia en el trabajo, con algunos antecedentes generales. Derivan la competencia laboral y otras, acordando en nuestro contexto de la educación en el área de la salud, denominarle como competencia profesional (CP).

El concepto educativo genérico es conocido como educación basada en competencias (EBC) y se está implementando en varios campos formativos de países europeos y americanos.

- En el enfoque de la CP:

- Se concibe el crecimiento personal y profesional como resultado de los denominados autos- . . .(A-) : Autogestión, A-motivación, A-aprendizaje, A-evaluación, etc., para la formación y sobre todo para el perfeccionamiento profesional.

- Las acreditaciones, constancias, diplomas o certificados, no necesariamente respaldan un desempeño equivalente. Puede haber grandes diferencias entre lo esperado y lo observado, particularmente importante tratándose del entrenamiento profesional. Si eso ocurre: no se es competente pues falta el reconocimiento real.

Algunos antecedentes.

En Alemania, el registro histórico de la competencia proviene del concepto kompetenz originado del ámbito organizacional y se refiere a la regulación de las atribuciones de los órganos administrativos, de las empresas, y también a la facultad de decisión conferida a sus respectivos titulares.

En ese plano, la facultad de decisión conferida y la capacidad de decisión personal no siempre coinciden. En la vida profesional, la situación es diferente.

El cliente recurre al profesional que considera competente, es decir, capacitado para resolver su problema. Esto siempre se ha dado, lo que ocurre ahora es que empieza a sistematizarse. Sucede en la realidad que no todas las personas que poseen algún título o grado profesional, poseen también la(s) competencia(s) respectiva(s), pudiendo o no gozar de la reputación o prestigio profesional correspondiente.

La clave reside en la capacidad y aptitud real para abordar situaciones y resolver problemas en forma satisfactoria para el usuario y para sí mismo. Sea aquél: alumno, paciente, empleado, cliente.

Es pues distinguible la acreditación o ‘competencia conferida’, de la competencia real, que es la que finalmente cuenta y que debe respaldar a la otra.

En la RFA a finales de los 60’s se inician algunos debates acerca de los diversos planes de estudios prevalecientes, apareciendo el concepto “cualificación” adoptado por la pedagogía de la formación profesional, que incluye conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, sumando una aptitud general con más flexibilidad y autonomía. Se amplía la base profesional en términos cualitativos.

De aquí se desprende el concepto de ‘actividad profesional cualificada’.

A principios de los 70’s el Consejo de Educación alemán establece la “competencia” de los alumnos como objetivo global del proceso de aprendizaje (aunque sin explicitar completamente su significado) entendido como el desarrollo de procesos de aprendizaje integrados, donde además de lo referente a su campo, se ‘transmitan’ (más bien, faciliten el aprendizaje de) competencias humanas y sociopolíticas.

Se tomó como punto de partida la respuesta a transformaciones técnicas, económicas y sociales del momento, pasando la pedagogía de este modo al interés de la empresa.

- Cambió el campo profesional ampliado al entorno, la organización del trabajo y la planeación.

- Se pasó de la capacitación tradicional a la cualificación de modo cuantitativo.

- El paso de la cualificación a la competencia, es cualitativo; es cambio paradigmático respecto a la aptitud profesional de los trabajadores.

Tradicionalmente, los impulsos bajaban de arriba; ahora se plantea un sentido opuesto. El papel del trabajador competente se ha transformado: de la organización ajena a la propia.

- Posee CP quien dispone de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, todo ello consistente en aptitudes necesarias para ejercer una profesión y que además puede resolver problemas de forma autónoma y flexible, estando capacitado para colaborar en su entorno y organización del trabajo.

A mediados de los 80’s, el mercado de trabajo proporcionó datos acerca de que la formación tradicional caía en desuso progresivamente, debido a la rápida evolución técnica y económica; por

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