LAS RELACIONES ENTRE LITERATURA Y CINE

LAS RELACIONES ENTRE LITERATURA Y CINE

¨¿En qué modo se asemejan y se relacionan el cine y la literatura? ¿Qué los une? Sobre todo, los une la libertad única de tomar de la realidad aquello que se desee y de organizarlo secuencialmente¨.

Andrei Tarkovski. Cineasta ruso.

Beja (1979: 51) apunta acertadamente que debido a su capacidad para contar y recrear historias, el cine  ha estado vinculado estrechamente a la literatura. Escritores, críticos y directores han apuntado a esta tendencia, teniendo como ejemplo a cineastas que recurrieron a las obras literarias como fuentes importantes para la escritura de sus guiones. A este respecto, Herber Read en el año 1945 destacaba que la cualidad indispensable del arte era lograr ser visual. Tener la capacidad de trasladar al espectador hacia la realidad construida y recreada por el artista y su obra. Este apunte señala la cualidad primordial que une al cine con la literatura: ¨transmitir imágenes¨, llevando a que los espectadores comprendan la visión particular que la historia presentada y narrada nos ofrece. BEJA, Morris, Film and Literature. An Introduction, Longman, New York, 1979. 

Esta particular unión entre las dos artes trajo consigo una serie de experiencias significativas para uno y otro lado. Una de ellas es la búsqueda recurrente por parte de los cineastas de llevar al cine diferentes obras literarias, búsqueda limitada en un principio únicamente a trasladar al cine solo los grandes clásicos, algo que con el tiempo fue cambiando mucho y hoy día se han expandido los límites hasta encontrarnos con el hecho de que prácticamente todas las películas que llegan a las salas de cine cada año están basadas en un libro de mayor o menor éxito, siendo cada vez más frecuentes las adaptaciones  cinematográficas de sagas literarias de enorme éxito editorial, casi por lo general dirigidas a un público juvenil. Beja (1979: 51) plantea que todos los lectores tenemos un deseo común, el cual es el de ¨ver hecha carne la palabra¨. Esta tendencia natural de la mayoría de nosotros ha permitido que con el pasar de los años incremente la cantidad de adaptaciones literarias por un lado, y por otro que se hayan empezado a formular estudios y teorías sobre técnicas cinematográficas originadas por el proceso narrativo. El punto de vista, el nivel de la historia y de la narración, la semiótica fílmica y literaria, entre otros han sido elementos de análisis nacidos de la unión entre cine y literatura. Podríamos afirmar entonces que la interrelación entre estas dos artes ha permitido el desarrollo de nuevas teorías y conocimientos que enriquecen tanto la experiencia literaria como la cinematográfica.

Otro detalle importante en este campo es tener presente que el cine y la literatura son dos productos distintos condicionados por sus propios modelos de consumo y los placeres que proporcionan a sus públicos. La historia del cine tiene ejemplos de todo tipo: desde excelentes películas surgidas de novelas mediocres, hasta decepcionantes filmes emanados de notables novelas. Sin descartar que, al margen de las operaciones de marketing, una obra de éxito en un medio no implica necesariamente el éxito en el otro campo, pues en ocasiones la recepción de una obra literaria por parte de su público puede variar cuando se lleva a cabo su adaptación cinematográfica. Y esta situación se ha dado de una u otra manera, pues se ha dado el caso de filmes que destrozan por completo un buen libro, o de buenas adaptaciones cinematográficas que contribuyen a que la obra literaria se renueve, se de a conocer y que acoja público de nuevas generaciones.

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